Los piojos: claves para reconocerlos y deshacernos de ellos
Los piojos son unos parásitos que viven en el pelo de las personas. Cada especie animal tiene sus propios piojos. Los más frecuentes en el humano son los que viven en el cuero cabelludo. Se alimentan de la sangre que succionan al picar. Son muy frecuentes en la edad escolar.
Cómo eliminar los piojos y las liendres de forma rápida y eficaz es uno de los grandes quebraderos de cabeza de las madres/padres o cuidadores.
Rara es la semana o mes en la que no aparece la alerta de infestación en un grupo de WhatsApp de una escuela. El objetivo de este artículo es recoger las recomendaciones para reconocerlos, prevenirlos y eliminarlos.
El primer paso es conocer al enemigo y sus diferentes formas
No podemos combatir lo que no conocemos. Y como todo en esta vida, es cuestión de entrenarse y documentarse.
El piojo se transmite de unas personas a otras por contacto directo. No tiene alas (no vuela). No salta. Al rozarse o tocarse las cabezas, el piojo (adulto/a) pasa de un pelo a otro con gran facilidad.
También se puede trasmitir por el intercambio de peines u otros accesorios (abstenerse compartir dichos elementos).
Puntos clave del reconocimiento:
- Huevos/Liendres: el piojo hembra colocará sus huevos cerca del cuero cabelludo (1-3 mm, allí cerca, calentito). Estas liendres son minúsculas (0’5 mm, son ovaladas, con un pequeño “tallo”, de color parduzco o amarillento lo que indica que están “llenas”, que están incubando al piojo que nacerá). Están enganchadísimas al pelo. Son tan pequeñas que suelen confundirse con caspa. Si los huevos/liendres están alejados de la raíz (a más de 1cm del cuero cabelludo) probablemente indiquen que son “huevos antiguos” y ya estén vacíos y descargados. Los veremos de color blanco o transparente. Son el saquito sin el piojo.
- Ninfa (3 estadios): Entre los siete y los diez días la liendre eclosiona y sale un piojo (la ninfa, de 1 o 2 milímetros de tamaño) que rápidamente comienza a succionar el cuero cabelludo (comen de cuatro a seis veces al día). Su saliva posee una serie de enzimas que desencadenan una reacción inflamatoria responsable del característico picor. Este picor puede ser inmediato o suceder incluso semanas posteriores a la infestación (por lo tanto, es posible tener piojos y estar mínimamente sintomático). A los diez días y tras tres estadios de crecimiento, se convertirá en adulto.
- Piojo adulto: las hembras son más grandes que los machos (a razón de 2-4mm). Tiene seis patas y son de color grisáceo/blanco/marrón. Cada piojo hembra pone de cinco a diez liendres al día. Como vive un mes, puede llegar a poner cien o doscientos por ciclo vital. Cuando detectamos el piojo adulto paseando por la cabeza de los peques, normalmente también encontraremos liendres y/o ninfas en diferentes estadios por lo que el problema ya hace más de quince días que está allí… Y si solo encontramos liendres y no el piojo paseando, es posible que también exista (el piojo) pero que no lo hayamos visto (falta de entreno/porque es minúsculo y se esconde muy bien).
¿Qué síntomas y signos pueden producir los piojos?
Algunas personas son asintomáticas o tienen pocos síntomas. Los síntomas más comunes son:
- Sensación de cosquilleo por algo que se mueve en el cabello.
- Picor, ocasionado por la reacción alérgica a las picaduras del piojo en la cabeza.
- Irritabilidad y dificultad para dormir; los piojos de la cabeza son más activos en la oscuridad.
- Lesiones en el cuero cabelludo causadas por rascarse. Estas lesiones a veces se pueden infectar por bacterias presentes en la piel de la persona.
Hay que recordar que los piojos de la cabeza humana no transmiten enfermedades.
¿Cómo se diagnostican los piojos? A la búsqueda y captura...
La infestación por piojos de la cabeza se diagnostica si en el cabeza de la persona se encuentran ninfas vivas o piojos adultos. Es muy difícil encontrar piojos adultos y ninfas porque son muy pequeños, se movilizan con rapidez y evitan la luz.
Para detectarlos, es imprescindible realizar revisiones periódicas del cabello, diariamente en épocas de “presuntos infectados” (es decir, cuando hay casos conocidos cerca, en clase y/o familia), antes de que se multipliquen.
Puntos clave de la revisión de la "cabeza presuntamente infectada":
- Es imprescindible darle la importancia que merece a este acto: de tu hazaña en encontrar en la cabeza al “enemigo” dependerá de que sea una “cabeza presuntamente infectada” a “cabeza infectada” con las diferencias de tratamiento que ello comporta.
- Se necesita saber qué se está buscando.
- Se necesita una buena luz (natural o artificial, pero buena), ayudándote de tus ojos, de tus gafas o de lupas.
- La “cabeza presuntamente infectada” debe estar tranquila para la observación meticulosa (ayudarse de dibujos animados, película, juego, premios… aquí sí que valen). Esta operación puede ser molesta y durar entre diez y veinte minutos (eternos en niños pequeños).
- Se puede usar un peine de púas finas (a ser posible blanco para que se visualicen mejor) o directamente la lendrera (mejor aún, aumentarás la capacidad de captura). Inspeccionar mechón a mechón, todo el cabello (sobre todo detrás de orejas y en zona de nuca). Pásalo de la raíz a las puntas. Límpialo cada vez con un papel absorbente blanco y objetiva si hay intruso/huevo o no.
- Busca bien cerca de la raíz, a menos de un centímetro del cuero cabelludo.
Después de varios enfados y el cansancio de los inspectores (inspectoras en su mayoría) puede haber tres escenarios:
- Cabeza limpia (continúa siendo presuntamente infectado hasta que no se demuestre lo contrario después de tres semanas, o hasta que cedan los contactos): desenreda y peina cada día. Ayúdate de crema suavizante y cepilla en mojado. Pasa lendrera/peine de detección cada dos o tres días. Si en algún momento encuentras ninfas/piojos adultos, pasa al punto número 3.
- Cabeza probablemente infectada (visualización de liendres/ no de piojos adultos): si no se ven piojos moviéndose pero se encuentran liendres adheridas firmemente a menos de un centímetro de la raíz del cabello, esto puede indicar, más no confirmar, que hay infestación. Las liendres que están adheridas a más de 1-2cm de la raíz, casi siempre están muertas o ya eclosionaron. Si no se encuentran ninfas o piojos adultos y la liendre está alejada de la raíz, es probable que la infestación sea antigua y ya no esté activa, por lo que no es necesario tratamiento.
- Cabeza infectada (visualización de ninfas, piojos adultos): se recomienda realizar tratamiento desparasitador. Dicho tratamiento dependerá del que te recomiende tu pediatra y hay que seguir las normas del fabricante dependiendo del producto y de su aplicación.
Tratamiento con "armas de destrucción masiva": los pediculicidas y la lendrera
Se recomienda que el tratamiento de la pediculosis sea completo e incluya:
- Interrupción del ciclo epidemiológico de la enfermedad (muerte del piojo) a través de medicamentos pediculicidas.
- La eliminación en el huésped del parásito en todas sus formas: limpieza con lendrera.
- La evitación de su transmisión.
- La desinsectación del medio ambiente.
Se prefiere empezar por aplicación de loción a un champú, puesto que la primera tiene mayor grado de penetración en los huevos y, además, permanece durante más tiempo en contacto con el cabello. Los productos aprobados en España para su uso como pediculicidas son la permetrina (piretrina sintética o piretroides), el lindano, el malatión y el crotamitón.
La Asociación Americana de Pediculosis (sí, existe una Asociación Americana de Profesionales Antipiojos) insiste en que todas las pediculosis podrían tratarse solo con un peinado excelente utilizando una lendrera adecuada, sin olvidar una correcta extracción mecánica del piojo y las liendres. Es imprescindible trabajar con una buena lendrera, de púas metálicas, preferiblemente microacanaladas, con un espacio máximo entre las púas de 0’3mm. Sirve tanto para la investigación (diagnóstico) como para ayudar a eliminar la infectación. Es el método de elección (eliminación física) en niños pequeños. Y como mantenimiento, diario en época de crisis o una vez por semana, como medida preventiva. Es lo que mejor funciona…
La mayoría de grupos de expertos recomienda primero la aplicación del pediculicida, y posteriormente realizar un buen peinado con lendrera a diario, hasta completar un ciclo de tres semanas. Además, el peinado (de la raíz a las puntas) es fundamental para saber si el tratamiento es o no eficaz: si no se obtienen piojos tras el peinado significa que el tratamiento ha sido eficaz.
Recomendaciones a tener en cuenta para una buena desparasitación de piojos
En resumen, las pautas que deben seguirse en el tratamiento de la pediculosis serían las siguientes:
No lavar la cabeza antes de aplicar la loción: la grasa facilita la fijación de la loción al cabello.
Utilizar el producto desparasitador elegido (loción, spray, champú…). Atentos a las instrucciones y recomendaciones del fabricante. Si necesitas ayuda, puedes pedir recomendación a tu pediatra, médico o farmacéutico.
Extraer las liendres con la mano o con una lendrera. El objetivo de la limpieza con lendrera es eliminar a todos los piojos/liendres (vivos o “muertos” tras el tratamiento), y reducir el riesgo de que quede tan solo un minúsculo huevo que se convierta en la próxima semana en otra fuente de reproducción (recuerda, a diez liendres/día).
- Esta operación puede ser molesta y durar ente veinte y treinta minutos. Hay que tomárselo con calma. La "cabeza infectada" debe estar tranquila (ayudarse de dibujos animados, película, juego, premios... aquí si que valen).
- Se debe desenredar cuidadosamente todo el pelo mechón a mechón. Recuerda, NUNCA lavemos el pelo con suavizante el día que pongamos el medicamento desparasitador, porque reducimos su efecto. Los lavados posteriores sí se recomiendan con suavizantes (que además contienen dimeticonas, siliconas que resultan útiles para la “asfixia” del piojo), ayudándonos a que el pelo esté desenredado con lo que pasar la lendrera será más efectivo y menos traumático. Existe un método complementario (Wet Combing: peinado en mojado) que consiste en embadurnar el pelo con una buena dosis de suavizante y pasar el peine/lendrera en mojado. La eliminación de las liendres y el desenredo resulta mucho más eficaz. Puedes realizarlo cada dos o tres días durante las semanas de tratamiento (ojo, recuerda NO usarlo el mismo día en que apliques el pediculicida) o como mantenimiento en épocas estado de alarma. Otro método que se utiliza para “ayudar a despegar” las liendres es la aplicación de vinagre en el cabello.
- Recuerda: las liendres cargadas de piojos bebés se encuentran a menos de un centímetro de la raíz, por lo que la lendrera se debe pasar desde muy cerca del cuero cabelludo hasta las puntas. En cada pasada, limpia con un papel la lendrera (a ser posible blanco, así podrás ir viendo la efectividad de tu “caza”).
- Limpiar los elementos utilizados: los peines y accesorios del pelo sumergirlos durante diez minutos en la loción parasitaria o en agua calienta a más de 60ºC durante diez - quince minutos.
- A los siete - diez días, repetir el tratamiento desparasitador con el mismo producto. De esta manera se eliminarán los piojos que hayan salido de las liendres que no se eliminaron.
Afortunadamente, el piojo vive sólo 24-48h fuera del huésped humano. Grupos de expertos recomiendan además completar la operación con:
- Lavar toda la ropa de cama y de vestir que haya llevado recientemente cualquier miembro de la familia que tenga piojos con agua muy caliente (54,4 ºC o 130 ºF). No olvidemos los gorros o los abrigos con gorro de invierno.
- Si esto no es posible, guardar estas prendas en una bolsa herméticamente cerrada durante quince días.
- Pasar la aspiradora por todas las alfombras y moquetas, así como por los muebles tapizados (tanto en casa como en el coche).
- Poner en remojo (en alcohol o un champú contra los piojos formulado médicamente) los utensilios relacionados con el cuidado del cabello, como peines, cepillos, hebillas, binchas, gomas y cintas de pelo, durante una hora. O sumergirlos a 60º durante 10-15 minutos.
¿Y si no se le quitan los piojos con todo esto?
A continuación se presentan varias razones por las que puede fallar un tratamiento contra los piojos:
- Diagnóstico erróneo. Los síntomas no son causados por una infestación activa de piojos vivos.
- Si el tratamiento se aplica sobre el cabello después de haber sido lavado con champú acondicionador o se ha enjuagado con un acondicionador para el cabello. Los acondicionadores pueden actuar como una barrera para que el medicamento contra piojos se introduzca en los tallos del cabello; esto puede reducir la eficacia del tratamiento. Además, es aconsejable no lavar el pelo en dos días tras la aplicación de estos tratamientos (para que así hagan su efecto). Una vez transcurridas 48h, es recomendable realizar un buen lavado de cabello, con crema suavizante y una buena sesión de lendrera.
- Si no se siguen al pie de la letra las instrucciones para el tratamiento utilizado. Por ejemplo, si no se aplica un segundo tratamiento, aunque esté indicado, o se repite tratamiento demasiado pronto después del primero, antes de que todas las liendres hayan eclosionado y se pueda matar a todos los piojos recién nacidos, o si se repite el tratamiento demasiado tarde, cuando los piojos han incubado de nuevo.
- Resistencia al tratamiento utilizado contra los piojos. Los piojos pueden volverse resistentes al tratamiento. Si el tratamiento utilizado no mata todos los piojos, el pediatra o médico de referencia pueden indicarte si se utilizó el tratamiento en la forma correcta y recomendarte un producto completamente distinto si consideran que los piojos son resistentes al primer tratamiento.
- Reinfestación. El tratamiento resultó eficaz en la persona y se eliminaron los piojos, pero se volvió a infestar porque otra persona infestada se los pasó. Este es un mecanismo más frecuente, sobre todo en las escuelas o casos intrafamiliares.
¿Cómo prevenir el contagio de piojos?
La mejor prevención consiste en:
- Educación sanitaria grupal.
- Campañas escolares informativas.
- Recordar a los padres que revisen a sus hijos cada día en el caso de contacto estrecho con cabeza infectada. “Todos a una pasando la lendrera”.
El riesgo de contagio es menor recogiendo el pelo si es largo (coletas, moños), o tapándolo (pañuelos). El pelo corto no solo previene del contagio, sino que facilita mucho cualquier tratamiento. No se deben compartir cepillos o peines, gorros o cintas de pelo.
Hay sustancias repelentes, pero su eficacia por ahora no ha sido demostrada (esencias de árbol de té, colonias repelentes…). Cuentan con elevado índice de “A mí me funciona”, pero NO tienen eficacia científica comprobada.
¿Qué hacemos en el colegio contra los piojos?
No se recomienda que los niños dejen de asistir a la escuela cuando presentan una infestación por piojos, pero es indispensable un tratamiento precoz y correcto para evitar la transmisión al resto de los niños.
Hay que informar adecuadamente al resto de los padres de la escuela para que realicen una inspección meticulosa en sus hijos a fin de diagnosticar precozmente la aparición de nuevos casos de infestación.
Es imprescindible entonces entregar información a todos los niños del aula donde se ha detectado el caso, con datos sobre prevención y tratamiento.
No se deben aconsejar tratamientos pediculicidas preventivos. Parece importante mantener la confidencialidad para evitar la discriminación del paciente.
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