Ictiosis
Las ictiosis son un grupo de enfermedades en las que piel se vuelve seca, escamosa y, en algunos casos, gruesa.
¿Qué es la ictiosis?
Las ictiosis son un grupo de enfermedades en las que la piel se vuelve seca, escamosa y, en algunos casos, gruesa.
Su causa es hereditaria en el 95% de casos y las situaciones graves son realmente excepcionales. Por tanto, lo más importante en esta enfermedad no es la gravedad sino el impacto que puede tener el problema de la piel en las personas que lo padecen.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síntoma más común y característico es la presencia de una piel seca y escamosa. Hasta el punto de que las zonas afectadas pueden parecer como cubiertas con escamas de pescado.
Las lesiones pueden observarse en las extremidades, pero también en el tronco o el cuero cabelludo. Es menos habitual que afecte a la cara.
Además de la sequedad y las escamas, la piel también puede ser más gruesa, tener grietas o producir enrojecimiento o picor.
¿Cómo se diagnostica?
Para diagnosticarla suele ser suficiente con que un profesional experto observe las características de la piel. En algunos casos, el médico puede tomar una pequeña muestra de piel (biopsia) para examinarla y confirmar el diagnóstico.
¿Cuál es su tratamiento?
Aunque la ictiosis no se puede curar, hay diversos tratamientos que ayudan a mejorar los síntomas y la calidad de vida del niño. Estos tratamientos suelen ser de tipo tópico (se aplican únicamente en la piel). Sólo los casos más complicados, que son excepcionales, requieren un tratamiento por vía oral.
El tratamiento debe plantearse de manera personalizada y tiene que estar indicado por un médico experto en dermatología pediátrica. Esta es la mayor garantía para obtener una mejora de las molestias, de las lesiones y de la calidad de vida de los pacientes.
Además de los tratamientos que se propongan, también puede ser recomendable tomar baños de agua salada, evitar el agua cliente, usar humidificadores, llevar ropa suave y cómoda o evitar la exposición al sol.
¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?
Para poder controlar bien la ictiosis, a menudo se han de probar diferentes tratamientos y enfoques hasta encontrar el que de un mejor resultado. Por ello, es importante mantener una buena comunicación y trabajar en estrecha colaboración con el equipo profesional de referencia.
A largo plazo, la evolución de la ictiosis es variable. Muchos pacientes tienden a mejorar con la edad, pero hay casos en que pasa lo contrario. La mejor garantía siempre la dará el ponerse en manos de profesionales expertos en esta patología.