Vía intravenosa o endovenosa

¿Qué es?

La vía intravenosa es una forma de administración de medicamentos en la que el fármaco se inyecta directamente en la vena del niño. Esta vía es comúnmente utilizada en pediatría debido a la rapidez con la que hace efecto y a su eficacia en el tratamiento de ciertas enfermedades.

También es utilizada comúnmente para la extracción de sangre en pruebas y análisis.

¿Cómo se utiliza?

Para la administración de un fármaco por vía intravenosa se necesita un catéter, que es un tubo delgado y flexible que se inserta en una vena. Este catéter se puede introducir en diferentes zonas del cuerpo: la mano, el brazo, el pie o incluso en la cabeza en casos muy concretos.

Una vez colocado el catéter, éste se asegura con un adhesivo para evitar que se mueva o se salga y, a través de él, se pone el medicamento directamente en la vena.

¿Cuáles son los medicamentos que se administran por vía intravenosa?

Los medicamentos que se pueden administrar por vía intravenosa incluyen antibióticos, analgésicos, sedantes, líquidos y quimioterapia. Algunos ejemplos de estos medicamentos son la ampicilina, el paracetamol o la morfina.

Es una vía de administración de fármacos, por lo tanto, hay que asegurarse de que el niño no haya tenido anteriormente cualquier alergia o reacción adversa al medicamento.

¿Cuáles son los beneficios de la vía intravenosa?

La vía intravenosa tiene varios beneficios. En primer lugar, es una forma rápida y efectiva de administrar medicamentos a los niños, lo que puede ser crucial en situaciones críticas.

También permite una distribución más rápida del medicamento desde la sangre a todos los tejidos del organismo, lo que puede ser útil en el tratamiento de algunas enfermedades que requieren una respuesta rápida al tratamiento.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de la vía intravenosa?

Aunque la vía intravenosa es rápida, segura y efectiva, puede haber algunos efectos secundarios, como dolor, enrojecimiento de la piel e hinchazón en el lugar de la inserción del catéter. También existe un pequeño riesgo de infección y sangrado, pero esto es muy raro.

En algunos casos, puede haber complicaciones más graves, como una reacción alérgica, una infección generalizada o una lesión en la vena. Por esta razón, es importante que los padres o cuidadores estén atentos a cualquier signo de complicación y se comuniquen con el equipo médico de inmediato si es necesario.

También es importante que esta vía sea administrada por un profesional y bajo supervisión médica. Aunque puede haber algunos efectos secundarios y complicaciones, no son frecuentes y pueden ser monitorizados y tratados adecuadamente por el equipo médico.

Es una vía de administración de fármacos, por lo que es preciso asegurarse de que el niño no haya tenido cualquier alergia o reacción previa al medicamento.