Escoliosis
La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral, que puede ser leve o grave y puede causar síntomas como asimetría en los hombros, dolor de espalda o fatiga. El diagnóstico se realiza mediante un examen físico y radiografías. El tratamiento depende de la gravedad y la edad del niño, que puede incluir seguimiento, corsé ortopédico o cirugía. Es importante seguir las recomendaciones médicas para obtener los mejores resultados, y muchos niños pueden llevar una vida normal y activa con el tratamiento adecuado. La evolución a largo plazo varía según varios factores, pero el tratamiento puede ayudar a controlar la progresión de la curvatura y prevenir complicaciones.
¿Qué es?
La escoliosis es una curvatura anormal de la columna vertebral. Esta curvatura puede ser leve o grave y puede empeorar con el tiempo si no se trata adecuadamente.
La gran mayoría de escoliosis tiene una causa desconocida, aunque en algunos casos puede estar causada por problemas de la columna vertebral (malformaciones congénitas, traumatismos, enfermedades de los nervios o los músculos o alteraciones genéticas).
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas de la escoliosis pueden variar según la gravedad de la curvatura. En casos leves, puede que no haya síntomas evidentes. Por lo general, los padres suelen consultar a un médico cuando notan una curvatura anormal en la columna vertebral del niño.
A menudo, esto puede ser evidente cuando el niño se quita la ropa, lo que permite una mejor visión de la espalda. Además de la curvatura evidente de la columna vertebral, los padres pueden notar que los hombros del niño parecen asimétricos o que el tórax parece más prominente o salido en un lado que en el otro.
También pueden notar que su hijo o hija se queja de dolor de espalda o fatiga, especialmente después de estar de pie o sentado durante largos períodos de tiempo. Es importante destacar que, en bastantes casos, la escoliosis en niños puede ser asintomática y puede ser detectada durante un examen físico de rutina o durante una revisión escolar.
Por esta razón, es importante que los padres lleven a sus hijos a controles regulares con su médico de referencia.
¿Cómo se diagnostica?
La escoliosis puede ser diagnosticada a través de un examen físico en el que el médico evalúa la curvatura de la columna vertebral. Si el médico sospecha una escoliosis, puede recomendar una radiografía para evaluar la gravedad de la curvatura.
En algunos casos, poco habituales, quizá sea necesario realizar otras pruebas para determinar la causa de la escoliosis.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento de la escoliosis en niños depende de la gravedad de la curvatura y de la edad del niño. En casos leves, puede ser suficiente realizar un seguimiento regular para evaluar la progresión de la curvatura. En casos más graves, puede ser necesario utilizar un corsé ortopédico para corregir la curvatura.
En casos muy graves, puede ser necesario realizar una cirugía.
¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?
Si un niño ha sido diagnosticado de escoliosis, es importante que siga los consejos del médico. En los casos en que se tenga que poner un corsé ortopédico durante varias horas al día, es importante que el niño use el corsé, tal y como se lo han recomendado, para obtener los mejores resultados.
Si se recomienda la cirugía, es importante que el niño se prepare adecuadamente y siga las recomendaciones del profesional también después de la cirugía. En general, la mayoría de los niños con escoliosis pueden llevar una vida normal y activa si reciben el tratamiento adecuado. Pueden participar en deportes y actividades físicas sin ningún problema.
De hecho, el ejercicio y la actividad física regular pueden ser beneficiosos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la postura en niños con escoliosis leve a moderada. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos deportes pueden ser más beneficiosos que otros para los niños con escoliosis.
Por ello, es importante hablar con un médico o un especialista en ortopedia para determinar qué deportes son los más adecuados y para recibir cualquier recomendación específica de ejercicios que puedan ser beneficiosos para el niño. La evolución a largo plazo depende de varios factores, incluyendo la edad del niño en el momento del diagnóstico, el grado y localización de la curvatura de la espalda o la causa de la escoliosis, si la hay.
En general, la escoliosis tiende a progresar lentamente a lo largo del tiempo, especialmente durante los períodos de rápido crecimiento durante la infancia y la adolescencia. En la mayoría de los casos, la progresión de la escoliosis es leve y no causa problemas importantes a largo plazo. Sólo en casos muy graves puede haber una evolución más compleja.
Aunque la escoliosis puede ser una situación crónica, el tratamiento adecuado ayuda a controlar la progresión de la curvatura de la espalda y prevenir complicaciones.