El boom de la cirugía genital femenina: causas y consecuencias
La cirugía genital femenina se está convirtiendo en una de las operaciones estéticas que más están aumentando. En una sociedad de culto al cuerpo, se buscan vaginas y vulvas perfectas, que desafíen la gravedad y el paso del tiempo.
Es por ello que la cirugía genital, aunque todavía representa el 1'5% de las intervenciones en el Estado, es la que más crece, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética.
Las intervenciones más demandadas son aquellas que modifican la forma y dimensiones de los genitales. Se reducen los labios menores y se remodelan los mayores, se hacen liposucciones del monte de Venus cuando éste pierde firmeza, y se restaura la virginidad.
¿Pero por qué este “boom”?
Aunque no existen dos vaginas iguales, la sociedad pretende establecer un canon de belleza por los genitales. Hasta ahora estas cuestiones sólo preocupaban a los hombres, pero actualmente existe un ideal anatómico por los órganos femeninos en el que se hacen rejuvenecimientos con láser, liftings de pubis y del capuchón del clítoris, reducción de los labios menores, y blanqueo de la zona.
Este aumento se da por la coincidencia en el tiempo de una libertad sexual y un renacimiento de un modelo machista que infantiliza los genitales femeninos. El "pubis perfecto" no tiene pelo, ni nada que sobresalga, y el hecho de que las mujeres vayan rasuradas implica dejar al descubierto las "imperfecciones" de la zona.
Otro objetivo es el de tener relaciones sexuales más placenteras, por lo que algunas clínicas amplían el conocido como punto G con inyecciones de ácido hialurónico o grasa del paciente; y se trata el vaginismo, trastorno en el que la contracción involuntaria impide la penetración.
También se está extendiendo la cirugía que promete restaurar la virginidad, llevando a cabo una reconstrucción del himen.
El problema en las chicas adolescentes
Las adolescentes, bajo la influencia de las hormonas de la pubertad, se ven sometidas a una rápida transformación de sus tejidos genitales. Esto puede llevarlas a preguntarse si su cuerpo es normal, y pueden expresar su insatisfacción respecto a la apariencia, tamaño, o simetría.
A menudo el deseo de mejorar las condiciones físicas que ellas perciben como defectuosas, se agrava por el hecho de estar sometidos a fuertes tensiones debido a las concepciones sociales del cuerpo femenino ideales, o la preocupación de los padres por la perfección del cuerpo.
Aunque los procedimientos de reconstrucción dirigidos a la corrección de las anomalías (causada por defectos congénitos, traumatismos, infecciones o enfermedades) o procedimientos cosméticos realizados para remodelar las estructuras normales, pueden mejorar la función, la apariencia y la autoestima, no todas las adolescentes son adecuadas para la intervención quirúrgica.
El asesoramiento y orientación de las adolescentes con estas preocupaciones requiere un enfoque amplio y reflexivo, un conocimiento especial del crecimiento normal físico y psicosocial, y una evaluación de la madurez física y la disposición emocional del paciente.
Las adolescentes que solicitan someterse a una cirugía plástica suelen tener diferentes motivaciones y objetivos en comparación con los adultos en busca de estos procedimientos. Habitualmente se mueven empujadas por un deseo de "encajar", por lo que la evaluación de la madurez emocional de la adolescente y su capacidad de tomar decisiones autónomas libre de presiones de los amigos o familiares, es esencial.
El trastorno dismórfico corporal
Puede darse el caso de que la adolescente solicitante de una cirugía genital sufra un trastorno dismórfico corporal. Este trastorno, que consiste en una preocupación importante o exagerada por algún defecto físico que puede ser real o imaginario, comienza en la adolescencia y conduce a las solicitudes de corrección quirúrgica repetida, sin alivio de los síntomas.
En caso de que el ginecólogo sospeche que un adolescente tiene un trastorno dismórfico corporal, deberá referir a la paciente a un profesional de la salud mental.
Otros casos de cirugía genital
Cuando los adolescentes buscan tratamiento médico, el primer paso es a menudo la educación y ofrecerles confianza con respecto a la variación normal en la anatomía, el crecimiento y el desarrollo. Se pueden ofrecer medidas no quirúrgicas de tipo cosmético (como el uso de emolientes), si la disposición de los labios menores durante el ejercicio o el uso de la ropa pegada al cuerpo, produce malestar; pero se dan casos en los que los síntomas persisten.
En este caso, los médicos coinciden en que no todas las preocupaciones sobre los labios mayores o deformes son estrictamente cosméticos. Las adolescentes que están involucradas en ciertos deportes pueden experimentar molestias, tales como rasguños o picor en los labios. En estos casos, la corrección quirúrgica puede ser perfectamente considerada una opción.