Cateterismo cardíaco
El cateterismo cardíaco es un procedimiento preciso para evaluar el corazón y sus vasos sanguíneos. Se realiza con anestesia, introduciendo un catéter en un vaso sanguíneo y llegando al corazón para medir presiones, flujo sanguíneo y obtener imágenes. Es útil para diagnosticar defectos cardíacos, estrechamientos, problemas de válvulas, coágulos y ritmo cardíaco. La preparación incluye ajustar medicamentos y ayuno, seguido de hospitalización breve para supervisión. Los síntomas postoperatorios son temporales y manejables. El cateterismo cardíaco es una exploración segura y fundamental para el diagnóstico de problemas cardíacos en pediatría.
¿Qué es el cateterismo cardíaco?
El cateterismo cardíaco es un procedimiento que se realiza para valorar la salud del corazón y sus vasos sanguíneos.
Este procedimiento permite medir con mucha precisión parámetros como las presiones en el interior del corazón, el flujo sanguíneo, los niveles de oxígeno o tomar imágenes detalladas del corazón y de sus vasos sanguíneos.
¿En qué consiste?
En pediatría, el cateterismo cardíaco se realiza con anestesia, que será local o general dependiendo de la edad y las características del niño, así como del tipo de procedimiento que se vaya a realizar.
Se hace una pequeña incisión o corte en la piel, generalmente en la ingle, y se pone un catéter. El catéter es un pequeño tubo, delgado y flexible, que se introduce en el interior del vaso sanguíneo y se hace llegar hasta el corazón. Una vez allí se realizan las mediciones y se toman las imágenes necesarias.
La duración de la prueba puede variar según la complejidad del caso y la edad del niño, habitualmente dura entre 1 y 3 horas.
Se trata, pues, de una prueba invasiva (se introduce un catéter o aguja en el organismo) pero que, al utilizar anestesia, no es dolorosa ni muy molesta. Es necesario pasar una noche en el hospital.
Es una exploración generalmente segura y no tiene especiales riesgos.
¿En qué problemas de salud es útil?
El cateterismo cardíaco en pediatría se realiza para diagnosticar una gran variedad de problemas cardíacos, incluyendo:
- Defectos cardíacos presentes en el momento del nacimiento.
- Estrechamiento de las arterias que proporcionan sangre al corazón.
- Estudio del funcionamiento de las válvulas del corazón.
- Valoración de posibles coágulos.
- Problemas del ritmo cardíaco.
¿Cómo preparar al paciente?
Antes de realizar el procedimiento, el médico informará al paciente y a los padres sobre cualquier preparación concreta que deban realizar. Esto puede incluir adaptar el horario en la toma de ciertos medicamentos, ayunar antes de realizar el procedimiento o asegurarse de tener un adulto disponible para llevar al paciente a casa después.
Es posible que el médico también quiera realizar algunas pruebas adicionales, como ecocardiografía y electrocardiograma. También se realiza una visita con el anestesiólogo.
¿Qué se ha de tener en cuenta una vez realizado?
En general, después de realizar un cateterismo cardíaco en pediatría, los pacientes permanecen en el hospital por un corto período de tiempo para ser vigilados y asegurarse de que no haya complicaciones. El tiempo de hospitalización varía según el caso y la edad del paciente, pero generalmente oscila entre unas pocas horas y una noche.
En el tiempo inmediatamente posterior al procedimiento pueden aparecer síntomas o molestias por la anestesia como náuseas, vómitos, dolor de cabeza o fatiga y molestia en la zona de la punción. Estos síntomas suelen ser temporales y pueden tratarse con medicamentos si es necesario.