Resuelve las dudas más frecuentes sobre la lactancia materna
En el presente artículo compartimos y damos respuesta a las principales dudas que las madres suelen tener en relación con la lactancia materna.
Volver al trabajo después del permiso de maternidad y seguir con la lactancia materna, ¿es compatible?
A las madres les surgen muchas dudas con la incorporación laboral. Desconfían si lactancia y trabajo se pueden compaginar, pero con una buena organización, con un plan individualizado para cada madre que contemple apoyo familiar y la elección de un buen sacaleches, estas tareas se pueden combinar perfectamente.
Es importante que unas semanas antes de la incorporación laboral se planifique con la persona cuidadora el manejo del bebé y el método elegido para administrar la leche materna extraída, ya sea biberón u otro sistema.
Esto le proporcionará confianza y tranquilidad. Debemos tener presente que las primeras veces que intentamos extraer leche no sale casi nada, y necesitaremos una o dos semanas de práctica para obtener una óptima cantidad de leche.
Hay que mantener tomas de pecho frecuentes, a demanda, sobre todo cuando la madre esté en casa con el bebé (fines de semana, durante la noche, …) y ofrecer otros alimentos apropiados para la edad, cuando la madre esté fuera de casa.
Si la madre le ofrece el pecho al bebé inmediatamente antes de salir de casa e inmediatamente al volver, es posible que solo necesite una o dos tomas de leche u otros alimentos (según la edad) durante su ausencia. Muchos bebés, sobre todo los primeros días de adaptación, son capaces de pasar varias horas sin comer, y duermen prolongadamente en ausencia de la madre para pedir mucho más a menudo cuando ella vuelve.
Para evitar que el estrés laboral afecte a la producción de leche, la madre debe descansar cuando pueda y delegar a su pareja o familiares otros aspectos relativos del cuidado del niño y del hogar para que no acumule demasiado cansancio.
Extracción de la leche
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En primer lugar, debemos lavarnos bien las manos.
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La extracción la podemos hacer de forma manual o con un sacaleches, pero es más aconsejado uno eléctrico. La extracción puede realizarse en cualquier lugar que esté en buenas condiciones higiénicas, ya sea en casa o en el trabajo.
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Debemos utilizar envases de plástico duro o vidrio de entre 60 y 120 ml. Cualquier envase que usamos para almacenar comida servirá. No los debemos esterilizar, lavarlos con agua y jabón será suficiente.
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Marcar la fecha de la extracción en el envase.
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Si la leche debe transportarse se va a necesitar una nevera portátil o una bolsa isotérmica.
Conservación
Por sus propiedades bactericidas podremos dejar la leche:
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De 6 a 8 horas a temperatura ambiente (25 °C o menos).
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De 3 a 5 días, si está en la nevera (entre 0 °C y 4 °C). Es mejor congelarla si no tenemos que utilizar la leche en las próximas 24 horas.
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Hasta 15 días en el congelador si este está situado dentro de la nevera.
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Entre 3 y 4 meses en un congelador tipo combi (puertas separadas).
Calentamiento y descongelación de la leche
Para mantener sus propiedades:
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Es importante que la leche no se caliente al fuego ni en el microondas.
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Debemos calentar previamente un recipiente de agua y entonces añadir la leche. No es necesario que la temperatura sea de 36º C, simplemente debe perder el frío.
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Una vez descongelada, no se puede volver a congelar. La podemos dejar en la nevera y utilizarla posteriormente hasta 24 horas.
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Tendremos que tirar la leche que sobra de la toma.
¿Durante cuánto tiempo podemos mantener la lactancia materna?
La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de edad. A partir de aquí iremos introduciendo los nuevos alimentos gradualmente sin abandonar la lactancia, al menos hasta el año, y después todo el tiempo que la madre e hijo lo deseen.
Tanto la Academia Americana de Pediatría (AAP) en la novena declaración de 1997, como la OMS recomiendan unos tiempos mínimos de lactancia (uno y dos años respectivamente), pero ninguna de las dos entidades recomiendan un tiempo máximo. Este queda a elección de la pareja lactante, es decir, de la madre y su hijo.
“Tengo sensación de baja producción de leche”
Es habitual escuchar a las madres que manifiestan "no tener leche suficiente para amamantar a su bebé". La verdad es que siempre que la lactancia materna se lleve a cabo a demanda y no haya problemas médicos que lo justifiquen en muy pocos casos es un hecho real (Hipogalactia).
La mayoría de las madres están capacitadas para producir toda la leche que necesite su bebé (o sus bebés, en el caso de gemelos o lactancia en tándem).
Sin embargo, hay determinadas circunstancias o situaciones médicas que pueden alterar la producción de leche. Entre estas causas se incluyen determinadas enfermedades endocrinas, trastornos alimentarios de la madre o cirugía previa de la mama, entre otros.
La producción de leche depende esencialmente de la correcta estimulación del pecho y su adecuado y frecuente vaciado. En una gran parte de los casos de baja producción, hay un problema de bajo estímulo para dificultades de succión en el bebé. A veces, por una técnica incorrecta, tan solo hay un exceso de horas de sueño, tomas con horarios, interferencias de tetinas, succión ineficaz, presencia de frenillo sublingual o grietas.
Lo más habitual es que esta escasez de leche se solucione aumentando la estimulación de los pechos maternos, preferiblemente con la succión del bebé y, si no es posible, mediante un extractor de leche.
Cabe recordar que los primeros días de vida el bebé tiene suficiente con el calostro que segrega su madre y aunque se tenga la percepción de que "es poca cantidad" es exactamente lo que el bebé necesita en los primeros momentos, en calidad y cantidad. No se debe añadir un biberón, ya que la cantidad que la madre produce es justo la que el bebé necesita para esta etapa de crecimiento.
¿Es necesario el chupete?
Se recomienda evitar siempre que sea posible el uso del chupete durante el primer mes o hasta una buena instauración de la lactancia materna.
La succión de objetos diferentes en el pezón en forma, tacto o elasticidad, puede confundir al bebé, retrasar la correcta succión y como consecuencia la "subida" de la leche.
¿Qué debo comer durante la lactancia?
Debes seguir cuidando tu alimentación más que nunca, ya que una dieta variada y equilibrada proporcionará a tu bebé los nutrientes que necesita para crecer y desarrollarse correctamente. No es necesario privarse de ningún alimento en concreto.
La leche materna contiene el sabor de todos los alimentos que comen las madres, por lo que con una dieta variada se expone al bebé a diferentes sabores y es probable que le gusten los alimentos cuando comience la dieta complementaria.
Las madres que dan el pecho necesitan unas 500 calorías más al día en comparación con las madres no lactantes.
Con lactancia materna también es posible tener más sed de lo habitual, por lo que es importante que las madres se mantengan bien hidratadas.
Hay que evitar, o al menos limitar, el consumo de sustancias perjudiciales como la cafeína, el tabaco o el alcohol. Respecto al consumo del café, se recomienda no tomar más de 200-300 mg de cafeína al día (2-3 cafés al día), ya que puede causar irritabilidad y problemas para dormir al bebé.
En el caso del alcohol, este pasa a la leche en muy pequeñas dosis, entre 30 y 90 minutos después de ingerirlo. Por lo tanto, si se bebe, hay que hacerlo después de la última toma del día y solo una copa. Lo más deseable es no consumir alcohol. La nicotina no se transmite fácilmente, pero afecta a la producción de leche y es perjudicial para el desarrollo del bebé, favoreciendo la aparición de enfermedades respiratorias.
Las mujeres que siguen una dieta vegetariana y vegana durante la lactancia deben asegurarse que toman suficiente vitamina B12, vitamina D, calcio y ácidos grasos omega-3.
¿Es más aconsejable extraer la leche materna para saber qué cantidad de leche toma el bebé?
El bebé tiene una succión mucho más potente que cualquier sacaleches eléctrico, de modo que lo que extraemos no refleja lo que toma el bebé. El mejor indicador de que un bebé está comiendo bien es el aumento de peso. Aunque los bebés suelen perder entre un 4 y un 6% de su peso y, si hay alguna dificultad de lactancia, hasta un 7-10% en los primeros días de vida, alrededor de la primera semana de vida recuperan el peso de nacimiento.
Si el bebé hace micciones y deposiciones varias veces al día, es signo de que está sano, bien alimentado e hidratado.
¿Existe alguna contraindicación a la lactancia materna?
Actualmente, y en nuestro medio, solo existen dos circunstancias en las que la lactancia materna estaría contraindicada, como la infección materna por VIH y la galactosemia neonatal. Existen algunas circunstancias o situaciones en que estaría recomendada su suspensión de forma temporal, como las infecciones víricas con afectación cutánea como la varicela, herpes... así como la ingesta materna de determinados fármacos. Tu médico te asesorará en estas situaciones.
La información recogida en este documento se ha elaborado con el objetivo de informar y capacitar a familias y pacientes. En ningún caso sustituye la consulta con el equipo asistencial. Ante cualquier duda, consulta con el/la especialista.
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Dudas más frecuentes sobre la lactancia materna
Escrito por:
Área de la Mujer