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Niño en la consulta del pediatra

Qué son las pruebas de diagnóstico rápido en infecciones durante la infancia

Niño en la consulta del pediatra

Las pruebas de diagnóstico rápido en infecciones son pruebas de laboratorio destinadas a detectar la presencia de un germen en nuestro organismo de forma rápida, en pocos segundos o minutos. Se utilizan de forma rutinaria y protocolizada en los servicios de urgencias pediátricas hospitalarias, si bien algunos de ellos también están disponibles en los centros de atención primaria. 

¿Cuáles son las pruebas de diagnóstico rápido más útiles en nuestro medio sanitario?

  1. Detección de virus respiratorios: adenovirus, virus respiratorio sincitial (VRS) y virus influenzae (gripe A y B). Se realizan recogiendo una muestra de secreción respiratoria (moco) mediante un aspirado nasal o mediante un frotis (frotando con una torunda) de la nariz o de la garganta del niño. Tienen gran utilidad en las épocas de epidemia vírica, tanto para confirmar la sospecha de la infección como para instaurar medidas de aislamiento en caso de ingreso hospitalario.  La epidemia de bronquiolitis por VRS suele acontecer anualmente entre noviembre y diciembre, mientras que la de gripe suele ser más tardía, en enero o febrero. 
  2. Detección de estreptococo pyogenes (faringotest). Se realiza mediante la recogida de una muestra de la secreción de las amígdalas con una torunda (un bastoncillo similar al que se utiliza para la higiene de los oídos). Permite confirmar que la amigdalitis de un niño se debe a dicho germen, que siempre precisa de tratamiento antibiótico para evitar el riesgo de complicaciones locales (flemones o abscesos amigdalares) y secuelas en órganos tales como el riñón (glomerulonefritis postestreptocócica) o el corazón (carditis reumática). 
  3. Detección de rotavirus en heces. El rotavirus produce la mayoría de las gastroenteritis agudas en niños menores de cinco años. Su identificación en las heces de un niño con diarrea tiene utilidad en caso de que existan dudas en el diagnóstico y para instaurar medidas preventivas que minimicen el riesgo de contagio en su entorno.
  4. Detección del virus de Epstein-Barr (prueba de Paul-Bunnell), responsable de la mononucleosis infecciosa. Tiene utilidad, no para el tratamiento específico y curativo de la infección, que no tiene, sino para evitar realizar pruebas innecesarias a un niño con fiebre prolongada destinadas a buscar otras causas.   
  5. El test de diagnóstico rápido de VIH (virus de inmunodeficiencia humana) tiene utilidad, sobre todo, en casos de  contacto de riesgo con una persona (o material contaminado con sangre o fluidos corporales) con sospecha de VIH y en madres cuyo embarazo no ha sido controlado, para decidir si ha de iniciarse o no tratamiento preventivo del contagio en el recién nacido. 

¿En qué consisten?

Técnicamente, son pruebas muy sencillas y similares a los test de diagnóstico del embarazo que venden en las farmacias. 

En el caso de los tres primeros (virus respiratorios, estreptococo pyogenes y rotavirus), las pruebas de diagnóstico rápido detectan de forma directa la presencia del germen, pues reaccionan frente a los antígenos de superficie, esto es moléculas que están en la cubierta, de estos virus o bacterias. 

En el caso del virus de Epstein-Barr y del VIH, los test detectan su presencia de forma indirecta, pues reaccionan frente a los anticuerpos (las defensas) que el organismo genera cuando se expone a cada uno de estos dos virus. 

¿Cuál es su utilidad?

Estas pruebas tienen una gran utilidad en la evaluación y tratamiento del niño con fiebre, sobre todo en épocas de epidemia. Por su rapidez, tienen una gran importancia y una aplicación directa e inmediata, pues permiten confirmar el diagnóstico de sospecha que el pediatra realiza en base a las manifestaciones del paciente y a los hallazgos en la exploración física. 

El resultado de estas pruebas facilita el diagnóstico, permite identificar a los pacientes de riesgo y evita realizar pruebas diagnósticas innecesarias, así como ingresos hospitalarios y tratamientos antibióticos no justificados. 

¿Sus resultados son fiables?

Las pruebas de diagnóstico rápido que se utilizan con mayor frecuencia en pediatría son muy fiables. Si bien ninguna tiene una fiabilidad del 100%, todas ellas tienen una elevada especificidad, de en torno al 95%, y sensibilidad, de entre el 80 y 95%.

Es decir, que si el niño padece la infección es muy probable que el resultado de la prueba sea positivo y, por contra, si el resultado es negativo, es poco probable que el niño padezca la infección. 

Bibliografía

  1. De la Flor i Bru J. Test de diagnóstico microbiológico rápido en la consulta de pediatría de atención primaria. Pediatr Integral. 2104;XVIII(1):37-43.
  2. Mintegui S, García JJ, Benito J, Carrasco J, Gómez B, Hernández S, Astobiza A, Luaces C. Rapid influenza test in young febrile infants for the identification of low-risk patients. Pediatr Infect Dis J. 2009;28:1026-7. 
  3. Murias Loza S, Méndez Echevarría A, López López G. Exploraciones complementarias en patología infecciosa. En: Manual de Diagnóstico y Terapéutica en Pediatría. Hospital Infantil La Paz. 5ª edición. Ed. Publimed.
  4. Piñeiro Pérez R, Hijano Bandera F, Álvez González F, Fernández Landaluce A, Silva Rico JC, Pérez Cánovas C,  Calvo Rey C, Cilleruelo Ortega MJ. Documento de consenso sobre el diagnóstico y tratamiento de la faringoamigdalitis aguda. An Pediatr (Barc). 2011;75(5):342.e1-342.e13.

 

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  10/11/2015 Última modificación:  17/07/2023

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