Skip to main content
Niña con síntomas de mareo y vértigo - Imagen de Freepik

¿Qué es el vértigo y cómo se manifiesta en niños?

Niña con síntomas de mareo y vértigo - Imagen de Freepik

El vértigo es una sensación subjetiva consistente en la percepción irreal de movimiento de uno mismo o del ambiente, siendo habitualmente la sensación de movimiento rotatorio. Dado que los niños más pequeños no saben expresar esta sensación pueden parecer asustados y sentirse con la necesidad de estar sujetados por sus cuidadores.

 

Más allá de la sensación subjetiva, el vértigo puede acompañarse de otros signos, como desviación de la marcha, movimientos de los ojos en forma de sacudidas horizontales (nistagmo), náuseas, palidez, sudoración fría y vómitos.

 

Es importante diferenciar el vértigo de la lipotimia, consistente en la pérdida del tono postural; y de los síncopes, en los que además de la pérdida del tono también existe una pérdida de conciencia.

 

¿Cuáles son las causas del vértigo?

La capacidad de equilibrio depende de múltiples partes del cuerpo que actúan de forma conjunta. Estas partes incluyen el sistema visual, los nervios propioceptivos (que se encargan de dar una información exacta a nuestro cerebro sobre la posición de todas las partes de nuestro cuerpo en cada momento) y el sistema vestibular (u órgano del equilibrio).

 

La afectación de cualquiera de ellos comprometerá el equilibrio y se traducirá en forma de inestabilidad o mareo. Sin embargo, cuando hablamos de vértigo, nos referimos específicamente a la inestabilidad causada por una alteración del sistema vestibular, que se manifiesta de manera específica en forma de sensación de rotación.

 

El sistema vestibular es complejo. Se encuentra en el oído interno y consta de dos partes:

 

  • Por un lado, los canales semicirculares, tres tubos en forma de arco llenos de un líquido llamado endolimfa. Cuando rotamos la cabeza en cualquier dirección, la endolinfa se desplaza por el interior de los canales y estimula unos sensores de movimiento que enviarán la información de movimiento al cerebro.

 

  • La otra parte la conforman el sáculo y el utrículo. A diferencia de los canales semicirculares, se encargan de percibir el movimiento lineal, y contienen unas diminutas piedras de calcio llamadas otolitos, las cuales son esenciales para la captación del movimiento.

Toda la información generada en los canales semicirculares, en el utrículo y en el sáculo será enviada a través del nervio vestibular hacia los núcleos vestibulares, un conjunto de neuronas que se encuentran en una zona profunda del encéfalo llamado puente, desde donde trasladarán la información al cerebro.

 

Entender esta vía es importante para discriminar entre dos tipos de vértigo: el central y el periférico.

 

  • En el vértigo central se afectan los núcleos vestibulares o sus conexiones hacia el cerebro. Es mucho menos frecuente, pero puede traducir un problema neurológico potencialmente grave. Su instauración es lenta e insidiosa, y suele acompañarse de otros síntomas neurológicos, como incapacidad para el habla o para tragar, dolor de cabeza intenso y progresivo, pérdida de fuerza de las extremidades etc.

 

  • Por el contrario, en el vértigo periférico, mucho más frecuente, se afectan los canales semicirculares, el utrículo, el sáculo o el nervio vestibular. Los síntomas aparecen de forma rápida y muy intensa, a menudo en forma de crisis. No se acompaña de síntomas neurológicos, pero sí que en algunos casos pueden aparecer síntomas auditivos, como disminución de la capacidad auditiva, dolor de oído o acúfenos (percepción ilusoria de un sonido en forma de timbre). Sea como fuere, la mayoría de casos de vértigo periférico tienen un pronóstico excelente.

 

Dado que las causas son muy variadas y que cada una de ellas presenta un pronóstico y un tratamiento diferentes, es importante que en caso de presentar síntomas de vértigo la familia consulte con su pediatra para orientar la causa, valorar el tratamiento más adecuado y la necesidad de ser valorado por el otorrinolaringólogo.

 

Más allá del manejo de la causa que lo produzca, el tratamiento común va dirigido a paliar los síntomas, con reposo en cama, evitar movimientos bruscos de la cabeza y el uso de fármacos antivertiginosos en función de la edad del niño y de la intensidad del vértigo, las náuseas y los vómitos: difenhidramina (Biodramina®), tietilperazina (Torecan®), sulpiride (Dogmatil®), metoclopramida (Primperan®), ondansetrón (Zofran®) etc.

 

En este artículo nos referimos a cinco de las causas de vértigo periférico más frecuentes en niños: el vértigo paroxístico benigno de la infancia, la neuritis vestibular, el vértigo posicional paroxístico benigno, la labirintitis y la migraña vestibular.

 

Vértigo paroxístico benigno de la infancia

Se trata de un tipo de vértigo recurrente que suele aparecer en niños menores de seis años. Consiste en la aparición de episodios repetidos de crisis de vértigo que ocurren de forma brusca y que no suelen acompañarse de pérdida de audición o de aparición de acúfenos. Tampoco se desencadenan por un movimiento concreto.

 

Durante los episodios los niños suelen parecer asustados, a menudo sienten la necesidad de ser sujetados y no es raro que puedan presentar náuseas, palidez y vómitos. Los episodios suelen durar menos de una hora. Sin embargo, no es raro que los episodios se repitan múltiples veces durante varios días.

 

Aunque suelen ser repetitivos, la tendencia natural es que los episodios se hagan progresivamente menos frecuentes y las crisis menos duraderas a medida que el niño crece, llegando habitualmente a desaparecer. Por ello, excepto en casos en que sean muy frecuentes, no está indicado su tratamiento preventivo con fármacos.

 

Neuritis vestibular

Se trata de una inflamación del nervio vestibular que suele ocurrir al cabo de una o dos semanas de un proceso infeccioso (generalmente viral).

 

Afecta más a menudo a los adolescentes que a los niños pequeños. Generalmente dura pocos días, pero puede llegar a ser incapacitante, dado que el vértigo se desencadena con cualquier movimiento y que se acompaña de nistagmo, lo que impide fijar la mirada. Sin embargo, la resolución es progresiva hasta desaparecer completamente.

 

Vértigo posicional paroxístico benigno

De igual modo que el vértigo paroxístico benigno de la infancia, consiste en la aparición de episodios de vértigo de pocos minutos de duración. Sin embargo, a diferencia de lo anterior, el vértigo posicional paroxístico benigno aparece casi siempre en mayores de 10 años y suele acompañarse de nistagmo. Como hecho diferencial, es el movimiento rotatorio de la cabeza el que desencadena el vértigo.

 

La causa más habitual es el desplazamiento de los otolitos desde el útrico hacia los canales semicirculares. Al girar la cabeza, los otolitos alteran la capacidad de percepción rotatoria de los canales, generando la sensación de vértigo. Existen maniobras externas para facilitar la expulsión de los otolitos de los canales semicirculares, aunque la mayoría de casos se resuelven espontáneamente.

 

Migraña vestibular

Las causas de esta entidad son poco conocidas. Se caracteriza por la aparición periódica de episodios de vértigo, durante o después del cual los pacientes sufren dolor de cabeza de características migrañosas. La migraña es un dolor de cabeza que se define por ser pulsátil (sensación de sentir el latido del corazón dentro de la cabeza), presentarse a un solo lado de la cabeza y para aumentar con el sonido y la luz intensa.

 

Además, es habitual que el dolor se preceda por un aura visual (sensación de ver flashes de luz). Por definición, los episodios son recurrentes.

 

Laberintitis

Es una causa poco habitual de vértigo en nuestro medio. Tiene lugar por una infección (vírica o bacteriana) del sistema vestibular. La mayoría de casos tienen lugar en el contexto de una otitis media bacteriana, de modo que a los síntomas habituales de la otitis (dolor en el oído y fiebre) se añaden vértigo, que puede acompañarse de nistagmo así como disminución de la audición.

 

Generalmente, el vértigo es leve y se resuelve sin dejar secuelas una vez se ha instaurado un tratamiento efectivo para la otitis, que evita que el pus se acumule en el sistema vestibular y destruya sus estructuras.

 

Imagen de la portada de freepik

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  10/10/2024 Última modificación:  10/10/2024
mareo · vértigo
default_hsjd_home
Aleix Soler Garcia
Ver más
Pediatra Área de Pediatría

Contenidos relacionados

Seis consejos para evitar que tus hijos se mareen al viajar
Artículo

Seis consejos para evitar que tus hijos se mareen al viajar

Viajar es, muy a menudo, sinónimo de mareo para los más pequeños. Ya sea en el coche, en el barco o en el avión, existen maneras de evitar o reducir que los niños se mareen. Te explicamos cómo.

Rotavirus, la causa más común de diarrea grave en neonatos y niños pequeños
Artículo

Rotavirus, la causa más común de diarrea grave en neonatos y niños pequeños

El rotavirus es la causa más común de la diarrea grave en neonatos y niños pequeños.Es uno de los varios virus que a menudo causan las infecciones denominadas gastroenteritis. ¿Cómo evitar que el niño se infecte?