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Criptorquidia

Niño sentado con su osito de peluche en el suelo

La criptorquidia es un problema en el cual uno o ambos testículos no descienden adecuadamente a la bolsa escrotal. Afecta alrededor del 3% de los niños, siendo más común en prematuros. La mayoría de los casos se resuelven espontáneamente en el primer año de vida, pero si persisten, pueden requerir tratamiento hormonal o quirúrgico. Un diagnóstico y tratamiento tempranos son fundamentales para evitar complicaciones como infertilidad o cáncer testicular.

Qué es la criptorquidia?

La criptorquidia es un problema que afecta aproximadamente al 3% de los niños (al 30%, si son prematuros) en el que se aprecia que un testículo no ha descendido a la bolsa escrotal (el saco que contiene los testículos), o ha descendido solo parcialmente. Habitualmente afecta a un testículo, aunque en algunos casos puede afectar a los dos.

Criptorquidia

Durante el desarrollo del feto, los testículos se forman en el abdomen y luego deberían descender a la bolsa escrotal. Sin embargo, en los casos de criptorquidia, esto no ocurre correctamente.
Aunque hay diversos factores que se relacionan con la aparición de esta alteración, su causa exacta no se conoce.

¿Cuáles son sus síntomas?

Como norma general, la criptorquidia infantil es un problema de salud que no da síntomas y que se detecta casualmente porque el testículo no puede ser palpado completamente dentro de la bolsa escrotal.

¿Cómo se diagnostica?

La criptorquidia se diagnostica habitualmente durante los primeros meses de vida, bien porque los padres han notado el problema o porque el pediatra lo descubre en las revisiones periódicas que se realizan.

En general, con la exploración de los genitales del niño por parte del pediatra es suficiente para confirmar el diagnóstico.

No obstante, en caso de que los testículos no se puedan palpar o que haya dudas sobre su localización exacta, se pueden hacer pruebas como la ecografía, la tomografía o la resonancia magnética.

¿Cuál es su tratamiento?

Aproximadamente en el 70 al 80% de los casos de criptorquidia en el momento del nacimiento, los testículos descenderán de forma espontánea y se colocarán correctamente en la bolsa escrotal durante el primer año de vida. Esto significa que en la mayoría de los niños con criptorquidia al nacer habrá un descenso testicular natural sin necesidad de intervención médica.

Si, durante el primer año, el testículo no ha descendido, existen dos opciones principales de tratamiento: hormonal o cirugía.

Optar por uno o por el otro va a depender de varios factores, como la edad del niño, la localización y posición de los testículos, y la preferencia del médico especialista. 

En términos generales, el tratamiento quirúrgico, llamado “orquiopexia”, se considera el enfoque principal y más efectivo para corregir la criptorquidia, especialmente en casos persistentes o que efecten a los dos testículos bilaterales. 

El tratamiento hormonal se reserva como una opción inicial en ciertos casos, pero no suele ser el tratamiento principal. Sobre todo, teniendo en cuenta los posibles efectos secundarios que este tratamiento puede ocasionar que, aunque son temporales y de escasa gravedad, es preferible evitarlos.

El objetivo de la orquiopexia es fijar el testículo en la bolsa escrotal. Esta cirugía se realiza habitualmente durante los primeros dos años de vida del niño y se ha demostrado que promueve un crecimiento testicular más normal, mantiene muy bien la fertilidad y reduce el riesgo futuro de padecer cáncer de testículo. En manos expertas, es una intervención segura y eficaz.

El éxito del tratamiento depende de varios factores, como la edad en la que se realiza el diagnóstico y se inicia el tratamiento, la gravedad de la criptorquidia y la respuesta individual del paciente al tratamiento.

¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?

Con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuados, la criptorquidia generalmente tiene muy buen pronóstico. 

Si se desatiende una criptorquidia y no se realiza ningún tratamiento, pueden ocurrir diversas complicaciones como, por ejemplo: infertilidad, mayor riesgo de padecer cáncer testicular o de torsión del testículo, que es una situación dolorosa y grave en que el testículo gira sobre sí mismo. 

También es interesante destacar la posibilidad de sufrir problemas estéticos y psicológicos en los pacientes no tratados, especialmente en la adolescencia y en la edad adulta. 

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  04/01/2024 Última modificación:  31/10/2024
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