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Esclerosis múltiple

Chica haciendo estiramientos articulaciones

Aunque es una enfermedad que suele comenzar con más frecuencia entre los 20 y los 40 años de edad y es más frecuente en mujeres que en hombres, hasta un 5% de pacientes con esclerosis múltiple puede empezar con síntomas durante la infancia (antes de los 18 años). A esta situación se la llama esclerosis múltiple de debut pediátrico o POMS (por las siglas en inglés de Pediatric Onset Multiple Sclerosis).

¿Qué es la esclerosis múltiple?

La esclerosis múltiple es una enfermedad que se produce cuando el sistema inmunitario del cuerpo (las defensas) ataca por error la mielina que recubre los nervios del cerebro (también llamada sustancia blanca) y/o de la médula espinal. Esto ocasiona una interrupción en la transmisión de los mensajes entre el cerebro y el resto del cuerpo, afectando la función de los nervios y provocando diferentes síntomas neurológicos.

La mayor parte de los casos que se dan en niños se diagnostican en la adolescencia temprana, entre los 11 y los 16 años de edad. La aparición de la enfermedad antes de los 10 años es muy rara, pero posible. 

Aunque existen distintos tipos de esclerosis múltiple en niños, la más frecuente es la esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR) que se caracteriza por períodos con brotes o recaídas y períodos con remisiones (sin síntomas). Durante las remisiones, los niños pueden estar completamente libres de síntomas, aunque es importante hacer controles radiológicos porque puede haber actividad radiológica silente (enfermedad silenciosa, sin manifestación).

Esclerosis múltiple

¿Cuáles son los síntomas de la esclerosis múltiple?

Los síntomas de la esclerosis múltiple en la edad pediátrica pueden variar mucho de un niño a otro y en cada brote, ya que dependen de la zona del sistema nervioso que esté inflamada en ese momento.

El síntoma por el que más frecuentemente se consulta por primera vez es la aparición de problemas de visión por inflamación del nervio óptico, situación que se conoce como neuritis óptica. Los síntomas característicos son pérdida de visión, dificultad para diferenciar los colores y dolor que aumenta con la movilización de los ojos.

Otros síntomas que pueden llevar a la consulta son dificultad para caminar y/o entumecimiento u hormigueo en alguna parte del cuerpo por inflamación de la médula espinal (mielitis aguda), o problemas de coordinación (por inflamación del cerebelo o del tronco), entre otros. 

Es importante tener en cuenta que estos síntomas pueden ser causados por otras enfermedades, por lo que es importante realizar una evaluación completa del niño para determinar la causa que provoca estos síntomas.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la esclerosis múltiple en la edad pediátrica puede ser complicado, ya que los síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades o trastornos neurológicos. 

Por ejemplo, existen otras enfermedades autoinmunes que también pueden afectar a la sustancia blanca como la enfermedad asociada a anticuerpos MOG (MOGAD) o los trastornos del espectro de la neuromielitis óptica (NMOSD) asociados a anticuerpos contra AQP4 que se pueden presentar de forma similar, pero también enfermedades inflamatorias sistémicas o genéticas. Por eso, es necesario contar con un neurólogo pediátrico de referencia con experiencia en neuroinmunología.

En general, el proceso de diagnóstico incluye una entrevista detallada con los padres del niño, una exploración física y pruebas de diagnóstico incluyendo punción lumbar para el estudio de biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo, análisis de sangre, pruebas de imagen como la resonancia magnética cerebral y/o medular, y pruebas oftalmológicas. Además, en algunos casos, también se puede incluir una evaluación neuropsicológica.

¿Cuál es su tratamiento?

En los brotes o recaídas de la enfermedad, los derivados de la cortisona pueden reducir la inflamación y acelerar el proceso de recuperación y, en caso de no ser suficiente, se pueden añadir otros tratamientos como el recambio plasmático.

La fisioterapia y la terapia ocupacional son tratamientos complementarios que pueden ayudar a la recuperación de los síntomas que provoca el brote de esclerosis múltiple. La fisioterapia puede ayudar a mejorar la coordinación, el equilibrio y la fuerza muscular; mientras que la terapia ocupacional puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades para realizar las actividades diarias. En la mayor parte de los casos no es necesario realizarla fuera del brote.

Aunque no existe cura para la esclerosis múltiple, en los últimos años ha habido un avance muy importante en el tratamiento de esta enfermedad y, actualmente, hay medicamentos que pueden evitar o reducir el riesgo de aparición de nuevos brotes y de actividad radiológica silente o silenciosa. Estos medicamentos son inmunosupresores e inmunomoduladores que frenan o modulan las defensas del organismo, por lo que es preciso que sean indicados y controlados por equipos especializados.

Además de estos medicamentos, hay también medidas que pueden ayudar al control de la enfermedad como los suplementos de vitamina D, así como llevar un estilo de vida saludable, incluyendo la realización de ejercicio físico, una dieta equilibrada, evitando la obesidad durante la adolescencia y el tabaquismo, tanto activo como pasivo.

En todo caso, el tratamiento ha de ser personalizado y frecuentemente es aconsejable que, para responder a las necesidades de cada paciente, se cuente con el trabajo colaborativo de equipos de profesionales expertos y de diferentes disciplinas.

Evolución de la esclerosis múltiple

El pronóstico de la esclerosis múltiple es muy variable y depende de muchos factores. Que el diagnóstico y el tratamiento se realicen de manera precoz ayuda a conseguir una evolución mejor.

En cualquier caso, cada paciente es único y su evolución puede variar. Es importante trabajar con un equipo especializado y seguir el tratamiento y las recomendaciones de los profesionales para controlar adecuadamente la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente.

Recibir un diagnóstico de esclerosis múltiple en un hijo puede ser una noticia difícil y abrumadora, por eso es importante recordar que existen tratamientos y terapias que disminuyen el riesgo de presentar nuevos brotes de esta enfermedad.

Lo más importante es buscar apoyo y orientación de un equipo médico especializado que pueda proporcionar información sobre la enfermedad, opciones de tratamiento y apoyo emocional para el paciente y su familia.

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  30/01/2025 Última modificación:  30/01/2025
Unitat de Neuroimmunologia de l’Hospital Sant Joan de Déu
Unidad de Neuroinmunología
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International Pediatric Multiple Sclerosis Study Group. (s. f.). https://www.ipmssg.org/ Gaem. (2019, 9 diciembre). Esclerosis múltiple pediátrica | Esclerosis multiple en línea. Esclerosis Multiple en Línea. https://fundaciongaem.org/esclerosis-multiple-en-linea/esclerosis-multiple-pediatrica/ Gaem. (2017, 19 septiembre). La EM en la edad pediátrica | Esclerosis multiple en línea. Esclerosis Multiple en Línea. https://fundaciongaem.org/esclerosis-multiple-en-linea/la-em-en-la-edad-pediatrica/
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