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Parotiditis (paperas)

Niña con parotiditis paperas

La parotiditis, o también comúnmente conocida como paperas, es la inflamación de las glándulas parótidas, que son las glándulas salivares más grandes, situadas a ambos lados de la cara, abrazando las ramas de la mandíbula. Aunque puede ser producida por bacterias, su causa más frecuente es la infección por virus.

¿Qué es la parotiditis?

La parotiditis, o también comúnmente conocida como paperas, es la inflamación de las glándulas parótidas, que son las glándulas salivales más grandes, situadas a ambos lados de la cara, abrazando las ramas de la mandíbula. 

Si bien puede ser producida por bacterias, su causa más frecuente es la infección por virus. Los más frecuentes, y que son responsables de las epidemias de parotiditis, son los Paramyxovirus o virus de las paperas. Otros virus menos frecuentes y que no suelen producir epidemias son los Parainfluenzae, Coxsackie o el virus de Epstein-Barr.

Se transmite por vía aérea mediante microgotitas de saliva y también por contacto directo con la saliva de una persona infectada.

¿Qué manifestaciones produce habitualmente?

Tras el periodo de incubación, en el que la persona no presenta ningún síntoma y que suele ser de entorno a una semana, aparece fiebre, malestar general y dolor en uno o ambos lados de la mandíbula, delante de los oídos. Habitualmente suele afectar a ambos lados, aunque suele iniciarse en uno y posteriormente manifestarse en el otro. 

Poco después, la inflamación se hace evidente con aumento de volumen y dolor a la palpación en los lados de la mandíbula. La cara adopta una forma redondeada. 

Si bien la inflamación de la glándula parótida es la más frecuente y evidente, también pueden inflamarse otras glándulas, como las submaxilares, y producir dolor y aumento de volumen bajo la mandíbula. 

¿Qué otras manifestaciones puede producir?

En adolescentes puede producir inflamación de los testículos (orquitis) en un 20-25% de los casos. Puede ser de uno o de ambos testículos, y se manifiesta por un aumento de volumen y dolor testicular. La orquitis suele aparecer más tarde que la inflamación de las glándulas parótidas. La atrofia testicular posterior y la esterilidad son complicaciones muy poco frecuentes. 

Como muchos otros virus, el virus de las paperas puede producir meningitis, que suele producirse al inicio de la clínica, coincidiendo con la fiebre. Se manifiesta por vómitos, dolor de cabeza intenso y rigidez de nuca. En estos casos la recuperación suele ser completa y sin secuelas. 

¿Cómo se diagnostica la parotiditis?

El diagnóstico de la parotiditis es clínico, es decir, se basa en las manifestaciones clínicas que produce. En caso de duda, la elevación de la amilasa (una enzima producida por la glándula) en sangre puede apoyar el diagnóstico clínico.

Dado que se trata de una enfermedad prevenible mediante la vacunación, es importante tener en cuenta que, ante la sospecha de un caso de parotiditis, se tiene que recoger una muestra de saliva de la persona afectada para determinar si se trata o no de un caso producido por el virus de las paperas y declarar el caso a la Unidad de Vigilancia Epidemiológica de la región correspondiente.

¿Cuál es su tratamiento?

El tratamiento de la parotiditis es habitualmente sintomático, con analgésicos/antiinflamatorios, ingesta hídrica abundante y reposo hasta la desaparición de los síntomas. Durante estos días es aconsejable hacer una dieta suave y de fácil masticación, así como evitar alimentos que provoquen una producción mayor de saliva, sobre todo descartar alimentos ácidos y salados, a fin de minimizar el dolor con las comidas. 

Dado que la posibilidad de contagio puede prolongarse hasta después de la remisión de la enfermedad, es aconsejable que el niño permanezca en su domicilio hasta unos días después de la remisión de la clínica.

¿Se puede prevenir la parotiditis?

La parotiditis es una enfermedad prevenible mediante la vacunación. La vacuna de las paperas, incluida en la triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis) es una vacuna incluida en el calendario vacunal en todas las comunidades. Se administran dos dosis, la primera el primer año de vida y la segunda entre los 3-4 años. Se trata de una vacuna de virus vivos atenuados. Es decir, que no producen la enfermedad pero sí son capaces de producir una respuesta defensiva y memoria inmune. Con dos dosis de la vacuna se alcanza una tasa de protección cercana al 100%, si bien es importante tener en cuenta que, según el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP), es necesaria la vacunación de al menos el 85% de la población para lograr una inmunidad de grupo. 

Con el paso de los años se pierde cierto grado de inmunidad, de ahí que la mayoría de los casos que se producen actualmente sean en adolescentes o adultos jóvenes.

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  31/05/2024 Última modificación:  31/05/2024
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