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Reflujo vesicoureteral

Niño sentado en el orinal en el baño

El reflujo vesicoureteral es una condición donde la orina fluye hacia atrás desde la vejiga hacia los uréteres y, a veces, hasta los riñones. Afecta alrededor del 1-2% de los niños, más común en varones. Puede ser causado por mal funcionamiento de la válvula que conecta los uréteres y la vejiga. A menudo, no presenta síntomas, pero puede resultar en infecciones urinarias recurrentes. El diagnóstico se realiza con una prueba de imagen y el tratamiento varía según la gravedad, desde observación hasta cirugía endoscópica. El pronóstico es generalmente bueno con atención adecuada.

¿Qué es el reflujo vesicoureteral?

El reflujo vesicoureteral es una anomalía en la que la orina de la vejiga retrocede y asciende hacia los uréteres, llegando incluso hasta los riñones. Esta situación es más frecuente en niños que en niñas y puede afectar a uno o a los dos uréteres.

Es una alteración bastante frecuente, se cree que la padece de un 1 al 2% de niños.

Puede tener diferentes causas, pero, en la mayoría de los casos, se debe a una anomalía en el funcionamiento de la válvula que conecta la entrada de los uréteres con la vejiga. 
Reflujo vesicoureteral

En condiciones normales, esta válvula evita que la orina retroceda desde la vejiga hacia los uréteres. En algunos niños, esta válvula no funciona correctamente, lo que permite el reflujo (regreso) de la orina hacia los uréteres e incluso a los riñones. 

En otros casos, el reflujo vesicoureteral puede estar asociado a problemas congénitos (de nacimiento) de la uretra, o a problemas en el funcionamiento de la vejiga, como la llamada “vejiga neurógena” que ocurre en niños con espina bífida.

Es importante destacar que la causa exacta de este tipo de reflujo puede variar de un niño a otro y, en algunos casos, no se conoce una causa concreta. También puede haber una predisposición genética y un componente hereditario en su aparición.

¿Cuáles son sus síntomas?

El reflujo vesicoureteral puede manifestarse de diferentes formas pero, en muchos casos, no produce síntomas claros. Sin embargo, se pueden dar infecciones urinarias de repetición, con fiebre sin causa aparente, dolor o ardor al orinar, necesidad frecuente de orinar o incluso que se escape el pipí de manera involuntaria.

La sintomatología suele aparecer durante los primeros años de vida.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico del reflujo vesicoureteral se realiza mediante una prueba de imagen llamada “cistouretrografía miccional seriada”. Durante esta prueba, se introduce un contraste (es decir, una sustancia que permite ver mejor los órganos y tejidos del cuerpo) en la vejiga a través de una sonda. 

Una vez introducida la sonda, se analiza si parte de la orina asciende por los uréteres. Esta prueba también permite evaluar la gravedad del reflujo, clasificándolo en diferentes grados según su extensión y el daño que produce en las vías urinarias.

¿Cuál es su tratamiento?

El tratamiento del reflujo vesicoureteral es personalizado y varía según la gravedad y la presencia o no de complicaciones. 

En la mayoría de los casos, especialmente en los más leves, el reflujo vesicoureteral desaparece espontáneamente durante los primeros años de vida. Si el reflujo no es grave, no hay infecciones urinarias de repetición y no existen otras enfermedades o malformaciones asociadas, la estrategia generalmente debe ser conservadora.

Esto implica esperar y realizar controles para observar la evolución y, en algunos casos, recetar antibióticos de forma preventiva. En los casos de reflujo grave o en niños con reflujo de menor grado que presenten infecciones repetidas a pesar de la prevención con antibióticos, se puede considerar el tratamiento quirúrgico.

Actualmente, en la mayoría de los niños a los que se ha de hacer una intervención quirúrgica, se utiliza la cirugía endoscópica a través de la uretra. Este procedimiento supone la inyección de un producto cerca de la desembocadura del uréter en la vejiga, que permite modificar su trayecto y evitar el reflujo. Esta técnica se realiza con anestesia o sedación y es segura, poco invasiva y realmente efectiva en muchos niños.

¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?

Globalmente, el reflujo vesicoureteral es un problema de salud con buen pronóstico, especialmente si es tratado por profesionales expertos. Si el niño ha sido diagnosticado de reflujo vesicoureteral, es importante seguir las indicaciones y el plan de tratamiento recomendados por los profesionales.

Si aparecen síntomas de infección urinaria, como fiebre o dolor al orinar, es importante buscar atención médica de inmediato y tomar los antibióticos recetados según las indicaciones del profesional. 

Además, mantener una buena higiene y una ingesta adecuada de líquidos puede ayudar a prevenir estas infecciones.

Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:  04/01/2024 Última modificación:  06/11/2024
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