Páncreas artificial o bomba de insulina
El páncreas artificial, también conocido como bomba de insulina, es un dispositivo o aparato médico pequeño y portátil que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes, fundamentalmente la diabetes de tipo 1.
¿Qué es el páncreas artificial o bomba de insulina?
El páncreas artificial, también conocido como bomba de insulina, es un dispositivo o aparato médico pequeño y portátil que ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes, fundamentalmente la diabetes de tipo 1.
¿En qué consiste?
El funcionamiento del páncreas artificial o bomba de insulina imita la manera en que el páncreas sano produce y libera insulina al cuerpo. La insulina es la hormona que regula los niveles de glucosa -de azúcar- en la sangre y permite que ésta entre en las células del cuerpo y actúe como fuente de energía.
En un páncreas sano, se libera una cantidad constante de insulina a la sangre, llamada insulina basal, durante todo el día y la noche. Esta insulina basal ayuda a mantener niveles estables de azúcar en la sangre entre las comidas y durante el sueño. Además, cuando se come, el páncreas libera ráfagas de insulina, llamadas “bolos”, que ayudan digerir el azúcar de los alimentos consumidos.
El páncreas artificial o bomba de insulina trata de replicar este proceso y, de este modo, ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre más estables y cercanos a los normales, lo que puede reducir las complicaciones de la diabetes a corto y largo plazo.
El dispositivo o aparato consta de dos partes principales: un pequeño ordenador, que es la bomba en sí y que se lleva en un bolsillo o cinturón. También tiene un tubo delgado que se conecta a un catéter (una aguja muy fina) colocado debajo de la piel, a través del cual se inyecta la insulina que el paciente necesita.
La bomba administra continuamente una cantidad baja de insulina a lo largo del día y se pueden ajustar las dosis según las necesidades de insulina del niño, por ejemplo, durante las comidas o el ejercicio.
Para poder hacer esto, la bomba tiene varias funciones:
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Programación, ajuste y almacenamiento de información personalizada sobre las necesidades de insulina del niño o niña.
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Cálculo y administración de insulina, a lo largo del día y la noche, permitiendo al paciente administrar bolos de insulina antes de las comidas o siempre que sea necesario.
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Pantalla y controles que permiten al paciente interactuar con el aparato.
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Alertas y alarmas para cuando, por ejemplo, los niveles de insulina de la reserva están bajos, el catéter está bloqueado, o se detecta algún otro problema en el funcionamiento del aparato.
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Conectividad inalámbrica, que le permite contactar con aparatos externos que tenga el paciente o con los equipos de atención médica para tomar las decisiones que más convengan.
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Reservorio donde está almacenada la insulina. El reservorio de insulina debe ser reemplazado regularmente, cada 2 o 3 días, para asegurar que la insulina se mantiene fresca y efectiva.
¿Cómo se administra?
El páncreas artificial o bomba de insulina se programa para suministrar una cantidad específica de insulina a lo largo del día, llamada "insulina basal". Además, el paciente puede aportar dosis adicionales de insulina (bolos) antes de las comidas o siempre que sea necesario.
El aparato va calculando la administración de insulina según los datos que se le han dado y la hace llegar al cuerpo a través del catéter que se introduce debajo de la piel.
¿En qué problemas de salud se recomienda el páncreas artificial o bomba de insulina?
El páncreas artificial o bomba de insulina está indicado principalmente para niños o niñas con diabetes tipo 1.
También puede ser útil para algunos casos con diabetes tipo 2 que necesiten insulina y no puedan alcanzar un control adecuado de la glucosa en sangre con las inyecciones de insulina y otros tratamientos. El páncreas artificial o bomba de insulina permite mejorar el control de la glucosa en sangre, reducir las complicaciones a largo plazo de la diabetes y aumentar la calidad de vida de los pacientes.
¿Qué debe tenerse en cuenta cuando se da este tratamiento?
Es importante que el niño y su entorno aprendan a usar y mantener adecuadamente el páncreas artificial o bomba de insulina. Para ello, deben recibir formación y apoyo de profesionales y educadores en diabetes.
Los niños o sus padres pueden ajustar los siguientes aspectos del páncreas artificial o bomba de insulina:
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Bolos de insulina: dosis adicionales de insulina antes de las comidas o cuando sus niveles de azúcar en la sangre estén por encima de una cifra determinada. La cantidad de insulina que se aporta en un bolo dependerá de varios factores, como la cantidad de carbohidratos que se tomen en la comida y el nivel actual de azúcar en la sangre.
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Tasas de insulina basal: en algunos casos, los niños pueden necesitar ajustar temporalmente sus tasas de insulina basal, como durante el ejercicio o si tienen alguna otra enfermedad.
Aunque los pacientes pueden realizar ajustes en su páncreas artificial o bomba de insulina, es necesario que trabajen en estrecha colaboración con los profesionales y sigan las pautas y recomendaciones que éstos les proporcionen.
También se ha de recordar que las decisiones sobre cambios importantes en las dosis de insulina o en la configuración de la bomba, especialmente para ajustes a largo plazo, deben consultarse con el equipo de profesionales de referencia.