La falta de sueño en adolescentes propicia conductas sexuales de riesgo
Es habitual que muchos jóvenes y adolescentes no consigan dormir las ocho o diez horas recomendadas cada noche. Varios motivos como los cambios biológicos en los ritmos circadianos, los horarios de inicio de escuela o el equilibrio entre las actividades extraescolares y las obligaciones sociales pueden incidir en esta falta de sueño. Un reciente estudio publicado en la revista Health Psychology, ha demostrado que el sueño insuficiente puede aumentar las probabilidades de tomar riesgos sexuales, comprometiendo la toma de decisiones e influyendo en la impulsividad. Los adolescentes que no duermen lo suficiente tienen más probabilidades de tener comportamientos sexuales de riesgo, tales como no utilizar preservativos, o mantener relaciones sexuales bajo la influencia de las drogas o el alcohol.
Cómo se llevó a cabo el estudio
Wendy M. Troxel, principal autora del estudio y sus coautores de RAND Corporation, una institución de investigación sin ánimo de lucro, analizaron los datos de 1.850 adolescentes y jóvenes de carácter racial y étnico en el sur de California. Los datos se recogieron cuatro veces entre el 2013 y el 2017 y los participantes fueron, en promedio, de 16 años en 2013 y de 19 años en 2017.
Los adolescentes informaron de sus horarios de sueño los días laborables y los fines de semana y si tenían problemas para dormir durante las cuatro semanas anteriores a la realización de la encuesta. Los participantes también informaron sobre si utilizaban alcohol, marihuana u otras drogas antes o durante la actividad sexual y si usaban preservativos.
Los adolescentes se agruparon en función de los patrones de sueño durante un período de cuatro años, incluyendo la duración del sueño durante los días laborales, la duración del sueño del fin de semana, las diferencias en los patrones de sueño entre días laborales y fines de semana y la calidad del sueño.
El 74% de los adolescentes tiene un sueño insuficiente
La mayoría de los adolescentes lograron una media de 7,5 horas de sueño por noche escolar, que está por debajo de la duración recomendada del sueño para este grupo de edad. También hubo un grupo de adolescentes, caracterizados por dormir poco de lunes a viernes, que quedaron muy por debajo de la duración recomendada del sueño, con 6,35 horas por noche escolar. Según Troxel, solo el 26% de los adolescentes se podía clasificar como que dormían suficientemente de lunes a viernes.
En cuanto a los fines de semana, la mayoría de los adolescentes que participaban en el estudio durmieron poco más de nueve horas, mientras que los que dormían más horas los fin de semana supusieron una media de 10,6 horas y los que dormían menos el fin de semana lograron una media de 7,8 horas, dijo Troxel.
El peligro de dormir pocas horas
La investigación previa demostró que los patrones de sueño irregulares (por ejemplo, dormir más los fines de semana) podía derivar en conductas de riesgo con efectos negativos para la salud. Troxel y sus colegas esperaban pues que los adolescentes que dormían los fines de semana para recuperar el sueño perdido durante la semana mostraran más tendencia a tomar riesgos sexuales que los que tenían una rutina de sueño más constante. Al contrario de lo que preveían, los investigadores encontraron que los adolescentes que dormían poco entre semana y poco el fin de semana (aquellos que constantemente no duermen lo suficiente) eran casi dos veces más propensos a ejercer sexo inseguro que los que dormían, en promedio, 3,5 horas extra los fines de semana.
Los investigadores no encontraron que la calidad del sueño tuviera ningún efecto sobre el comportamiento sexual arriesgado. De todos modos, aunque este estudio no podía relacionar directamente la calidad del sueño y los comportamientos sexuales, se añade a un creciente conjunto de investigaciones sobre el papel potencial de los trastornos del sueño y las conductas de riesgo en adolescentes, dijo Troxel.
"La toma de riesgos sexuales en la adolescencia plantea graves preocupaciones para la salud, tales como una mayor probabilidad de sufrir infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH". Troxel reconoció que los hallazgos representan un reto significativo para los padres, médicos y responsables políticos.
Cómo proteger el sueño de los adolescentes
"Por un lado, deberíamos fomentar las rutinas de sueño en los adolescentes, ya que la regularidad es importante para mantener el sueño saludable y los ritmos circadianos", dijo Troxel. Sin embargo, para la mayoría de adolescentes estadounidenses, las posibilidades de la hora del sueño durante la semana se ven restringidas por la hora de inicio de la escuela.
Troxel sugirió posibles estrategias que puedan ayudar a los adolescentes a conseguir el sueño que sus cuerpos necesitan. "Nuestra recomendación es que los padres y los adolescentes encuentren un punto intermedio, que permita un fin de semana para recuperar el sueño, manteniendo un cierto nivel de consistencia en los patrones de sueño- vigilia", dijo. "También necesitamos animar a los distritos escolares a plantearse que retrasen los horarios de inicio de escuela, ya que esto puede significar una diferencia sustancial en ayudar a los adolescentes a dormir adecuadamente".
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Lack of Sleep May Increase Likelihood of Teens Engaging in Risky Sexual Behaviors [Fecha de consulta: 26/07/2019]
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Publicación:
26/07/2019
Última modificación:
17/07/2023