Tratamiento de la fractura nasal
Los pacientes diagnosticados de fractura nasal suelen tener una luxación de los huesos propios nasales con desviación o hundimiento de los mismos, y la técnica quirúrgica para corregirlas consiste en recolocar dichos huesos movilizándolos con instrumentos específicos a través de las fosas nasales, sin hacer incisiones ni nuevas heridas, para lograr la posición natural más correcta posible.
La reducción de las fracturas nasales se suele realizar de manera cerrada por dentro de las fosas nasales sin heridas externas ni puntos de sutura.
Se trata de “moldear la fractura” sin hacer incisiones ni heridas.
Tras la reducción de la fractura, se coloca una férula nasal externa durante un mes que evita la re-fractura en caso de un nuevo traumatismo, e intenta mantener la estructura ósea alineada, y se coloca un taponamiento nasal tipo Merocel (de unos 5 cm aproximadamente) en una o las dos fosas nasales, para evitar que los huesos nasales vuelvan a hundirse, manteniéndolos unos 4 - 5 días.
Estos tapones Merocel no están suturados a la piel, solamente se mantienen a “presión” entre los huesos propios y el septo nasal, por lo que al retirarlos no se genera ninguna herida.
Retirada del taponamiento nasal
Sigue estas indicaciones para la retirada del taponamiento nasal:
- Tirar del hilo del taponamiento nasal, primero un lado y al cabo de unos segundos el otro lado (este paso lo suele realizar la enfermera en el propio centro de atención primaria).
- Puede ser necesario mojar con suero fisiológico el extremo anterior en caso de mucosidad.
- Si aparece sangrado nasal tras la retirada, aplicar una bigotera (gasa enganchada con un trozo de esparadrapo).
- No retirar la férula dorsal (se quitará en consultas externas del hospital).
- En caso de duda, consultar con el especialista.