La gonorrea, una enfermedad de transmisión sexual fácilmente evitable
La gonorrea es una enfermedad de trasmisión sexual (ETS) que a veces no cursa con ningún síntoma y que se trata con antibióticos. Es importante detectarla a tiempo para que no evolucione a afecciones más graves.
La gonorrea es una ETS causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Afecta sobre todo a adolescentes y adultos jóvenes. Los expertos creen que muchos casos no se detectan ni se tratan porque esta enfermedad no siempre se asocia a síntomas fáciles de detectar.
Síntomas de la gonorrea
Cuando la gonorrea cursa con síntomas, estos pueden ser: dolor al orinar, secreciones espesas y de color amarillento verdoso procedentes de la vagina (flujo vaginal) o del pene, dolor y/o inflamación testicular en los chicos y dolor en el abdomen inferior o al practicar el coito, así como sangrados vaginales anómalos en las chicas. La gonorrea también puede cursar con dolor en el recto, sobre todo al defecar, y en la garganta.
Si la gonorrea no se detecta ni se trata, puede evolucionar a problemas de salud de mayor gravedad.
En los chicos, puede provocar cicatrices en el interior de la uretra, que dificultan la expulsión de la orina.
En las chicas, se puede extender hasta el útero, las trompas de Falopio y/o los ovarios, provocando una enfermedad pélvica inflamatoria aguda, que podría evolucionar a la esterilidad.
La gonorrea se puede extender a través del torrente sanguíneo a otras partes del cuerpo, como las articulaciones, los huesos, la piel, los tendones, el corazón y el hígado.
Prevención
Puesto que la gonorrea se trasmite a través de las relaciones sexuales, la mejor forma de prevenirla consiste en abstenerse de mantener este tipo de relaciones. Si se mantienen relaciones sexuales (orales, anales o vaginales) se deben tomar precauciones contra las ETS y someterse a revisiones regulares.
Cuando se utilizan bien y con constancia, los preservativos reducen el riesgo de contraer ETS. Los preservativos de látex ofrecen una mayor protección que los elaborados con membranas de origen natural. Los preservativos femeninos, fabricados con poliuretano, también son una protección eficaz contra las ETS.
Las duchas vaginales incrementan el riesgo de que una mujer contraiga una ETS, porque pueden alterar la flora natural de la vagina y empujar las bacterias hacia partes superiores del aparato reproductor.
Tratamiento de la gonorrea
Cuando un pediatra sospecha que un paciente suyo podría tener una gonorrea, envía muestras de orina, de secreciones procedentes de la uretra o del cuello uterino al laboratorio para que las analicen.
Si la gonorrea se detecta en su fase inicial, se puede tratar con antibióticos. Si a un adolescente le han de tratar de una gonorrea, también le deberán practicar pruebas de cribado para detectar otras ETS porque estas enfermedades se pueden trasmitir a la vez.
Así mismo, si a un adolescente le detectan una ETS, debería informar a sus compañeros sexuales.
Es muy importante que tu hijo esté bien informado
Si tu hijo en edad adolescente está pensando en mantener relaciones sexuales o ya ha empezado a mantenerlas, es importante que esté bien informado sobre este tema. Asegúrate de que tu hijo sabe cómo se trasmiten las ETS (durante el sexo anal, oral y/o vaginal) y que a menudo no cursan con ningún síntoma, por lo que cualquiera las puedes padecer sin saberlo. Facilítale una información clara y precisa sobre este tipo de cuestiones.
Debido a que no todos los adolescentes se sienten cómodos hablando sobre temas sexuales con sus padres e incluso hablando sobre estas cuestiones delante de sus padres, si este fuera el caso de tu hijo, deberías intentar que se quedara a solas con su pediatra para hablar sobre ello.
Es posible que tu hija o hijo quiera ir a un ginecólogo o a un especialista en medicina adolescente para informarse sobre cuestiones relacionadas con el sexo. Los centros de salud sexual y las organizaciones sanitarias públicas de tu localidad podrían ofrecerle orientaciones sobre la conducta sexual.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
La mayoría de la gente contrae ladillas a través de las relaciones sexuales o del contacto íntimo. Si tu hijo o hija mantiene relaciones sexuales, deberá estar pendiente de su cuerpo, hablar con sus compañeros sexuales y hacerse revisiones regulares.
Las verrugas genitales son una enfermedad de transmisión sexual (ETS). Si tu hijo decide mantener relaciones sexuales, la mejor forma de prevenirlas consiste en ponerse la vacuna contra el virus del papiloma humano, usar preservativo y someterse a revisiones con regularidad.