El horno es una de las herramientas más versátiles en cocina, en él podemos cocinar elaboraciones tan diversas como: asados de carne, pescado, de vegetales e incluso huevos, también púdines o bizcochos, galletas, pizzas… O simplemente utilizarse como remate a ciertas elaboraciones, como el gratinado crujiente de los macarrones con queso o acabar una paella. Concretamente se trata de una técnica de cocción que se realiza en un ambiente cerrado y mediante aire caliente, simple o ventilado según el tipo de horno.
Sus ventajas son diversas, por ejemplo, es una cocción muy homogénea con el producto, al obtener calor de manera constante y regular, por lo tanto, sirve para cocer tanto una pieza entera como para cocer pequeñas cantidades individuales. También nos permite cocer varias cosas a la vez, optimizando el coste de energía y ganando mucho tiempo. Por ejemplo, si vamos a hacer un pollo asado para comer, podemos aprovechar para poner en la otra bandeja del horno pimientos o moniatos y así tener parte de la cena o la comida del día siguiente ya lista.
La clave para triunfar sacando el mayor rendimiento y obteniendo la textura y el sabor óptimos de cada alimento en el horno es saber combinar bien los tiempos y temperaturas de cocción. De forma general, a cuanta más temperatura y menos tiempo obtendremos texturas más crujientes, como por ejemplo en la cocción de una pizza, de una masa tipo hojaldre, panes, verdura asada tipo escalivada, bizcochos, etcétera. En cambio, a temperaturas más bajas (120-150ºC) y a tiempos largos obtendremos texturas más melosas, como en pescados o guisos de carnes. A partir de aquí, podemos ir jugando con estos dos parámetros según el tipo y grosor del producto que cocinemos o incluso combinando temperaturas en una misma elaboración.
¿Cuál es el mejor procedimiento para cocinar al horno?
En general, para realizar cocciones al horno se deben seguir los siguientes pasos:
Tener en cuenta la combinación de los factores anteriormente comentados: tamaño del producto - temperatura del horno - tiempo de cocción.
Poner a precalentar el horno unos minutos antes de introducir los alimentos para obtener una temperatura homogénea. Por ejemplo, si la temperatura de cocción debe ser de 200ºC, se deberá precalentar el horno a unos 225ºC (unos grados más), ya que al abrir la puerta para introducir el producto se pierde un poco de temperatura. Una vez todo esté en el horno, bajar la temperatura a los grados de cocción deseados.
Utilizar bandejas o utensilios aptos para el horno. Actualmente los hay de muchos tamaños, materiales y formas.
Durante la cocción, no abrir y cerrar el horno a menudo para comprobar la evolución de los alimentos en su interior, ya que se pierde mucha temperatura (y con gran rapidez) cada vez que se abre la puerta. Esto crucial en repostería, que exige mantener una temperatura constante para que suba un suflé, un pudin, un bizcocho, etc., y para que el volumen se mantenga.
Cuando creamos que el producto puede estar ya cocinado, verificar pinchándolo con un palillo o un tenedor. En el caso de pescados y carnes, si vemos que las espinas o los huesos se separan fácilmente de su carne nos estará indicando que ya están listos.
Retirar la elaboración del horno siempre utilizando trapos o guantes aptos para evitar quemarnos, sobre todo vigilar este punto si se cocina con los más pequeños de casa.
Una buena idea al terminar la cocción es aprovechar su calor remanente (una vez apagado y sin abrir) para, por ejemplo, secar pan para hacer pan rallado o aprovechar para calentar, temperar o descongelar otras elaboraciones.
Si aún así se tienen dudas de cómo cocinar ciertas elaboraciones al horno, lo mejor siempre será dejarse guiar por alguna receta, leerla atentamente en familia, preparar los ingredientes y ¡ a cocinar! A continuación, os proponemos algunos ejemplos:
Pollo al horno con patatas
Ingredientes para 2 personas
2 muslos de pollo
2 unidades de patatas grandes
2 unidades de tomates
Hojas de lechuga
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de mostaza de Dijon
Jugo de un limón
Sal y pimienta
Aceite de oliva virgen
Elaboración
Precalentar el horno a 200ºC.
Lavar las patatas y cortarlas en 4 mitades. Reservar.
Quitar la piel al pollo.
Colocar en un recipiente pequeño con una cucharada de mostaza de Dijon, sal, pimienta y el jugo de medio limón. Mezclar bien y pintar con la mezcla los trozos de pollo.
Colocar el pollo y las patatas en una bandeja para horno, con papel de horno en la base o un poco de aceite de oliva.
Agregar un poco de pimentón dulce, sal y pimienta por encima del conjunto.
Cocinar con el horno a media temperatura (180ºC) por 40 minutos aproximadamente.
Retirar del horno y servir el pollo con las patatas asadas junto con una ensalada de hojas verdes y tomate.
Flan de manzana asada
Ingredientes para 2 personas
3 manzanas Golden
100 ml de leche
2 huevos
Canela en polvo
Elaboración
Precalentar el horno a 200ºC.
Pelar y cortar las manzanas en trozos grandes. Colocarlos en una bandeja de horno y cocerlos a 190ºC durante 15 minutos.
Retirar del horno y, en un recipiente apto para triturar, introducir la leche, los huevos, un poco de canela y la manzana asada. Triturar el conjunto.
Colocar la mezcla en dos moldes individuales para flan, aptos para el horno.
Hornear, al baño María, a 150ºC durante 30 minutos aproximadamente o hasta que el introducir un palillo salga limpio.
Dejar enfriar y guardar en la nevera tapado para que no se seque.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
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