Animales y aves del bosque: inventemos historias del bosque
Fabricante: Eperfa
Categoría: Juego simbólico
Edad recomendada: 3-10 años
Número de jugadores: individual o en pequeño grupo
Tiempo de juego: Tanto como nuestra imaginación nos lo permita
Capacidades que potencia
Actividad individual y asociativa
Creatividad
Imaginación
Lenguaje
Organización espacial
Razonamiento
El conjunto de aves y animales de los bosques que ha diseñado Eperfa es un gran aliado por los ratos de juego simbólico. De hecho, es un conjunto pensado para crear mini mundos donde los niños y las personas adultas podemos construir escenarios reales o imaginarios donde desarrollar nuestra imaginación e inventarnos historias.
Este conjunto consta de 14 piezas: 5 animales, 5 aves, 3 árboles y una torre de observación; están elaboradas con madera natural teñida y tienen un grosor suficiente como para poder apilarlas y hacer una torre (otra posibilidad de juego).
Para saber más
Este conjunto de piezas está basado en la pedagogía Waldorf, procedente de las investigaciones de Rudolf Steiner a principios del siglo XX.
Se basa en educar la globalidad de los niños, equilibrando todas sus capacidades y potencialidades respetando sus etapas evolutivas.
Los juguetes diseñados bajo esta pedagogía, están hechos con materiales naturales, libres de tóxicos y muy sencillos para fomentar la creatividad y la imaginación.
Valores educativos y de salud
El juego simbólico trae intrínseco el trabajo de un montón de capacidades.
En el momento en que decidimos crear un mini mundo o escenario de juego simbólico, estamos potenciando nuestra capacidad creativa y nuestra imaginación. ¿Cómo queremos que sea este espacio?, ¿Qué material, que tengamos por casa o que estén presentes en la naturaleza, podríamos utilizar para que quede como queremos?, ... En edades muy pequeñas, les podemos proponer nosotros mismos un escenario concreto para que los niños desarrollen su juego simbólico. A medida que se van haciendo mayores, podemos ofrecerles diferentes materiales para que ellos mismos lo creen a su gusto.
Una vez creado este espacio de juego, en él se pueden dar muchas situaciones diferentes de juego, desde crear historias inventadas con los animales y las aves hasta combinarlos con otros “personajes” que puedan interaccionar. Es en este punto en el que, sin darnos cuenta, estaremos haciendo un gran trabajo de lenguaje: ¿Cómo se llaman los animales? ¿Qué les ocurre? ¿Tienen algún problema que vayan a solucionar? Cuando creamos historias fomentamos el buen uso del lenguaje y la estructuración de las frases. Es importante que, como adultos, si acompañamos este juego sea desde una mirada de observación y acompañamiento y, si interactuamos, seamos muy cuidadosos con el lenguaje que utilizamos para dar un buen modelo a nuestros niños y que puedan tener una buena expresión oral.
Además, si se da el juego en un grupo pequeño, estaremos trabajando el diálogo y la espera ya que, para entendernos deberemos escucharnos entre todos.
Otra propuesta que podemos hacer, teniendo en cuenta cómo son las piezas de este conjunto, es jugar a construir una torre con los animales y las plantas. Así, estaremos fomentando la organización espacial y el razonamiento ya que tendremos que pensar cuáles colocamos primero, cuáles irán en lo más alto,... De manera inconsciente también estaremos haciendo hipótesis y las experimentaremos para confirmarlas o refutarlas: Si pongo el jabalí aquí, ¿podré poner más piezas encima o caerá? Si pongo las piezas más pequeñas en la base, ¿me aguantará la torre?, etc.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
El juego es un aspecto esencial del desarrollo infantil. Los juguetes son recursos muy útiles para estimular el juego de los niños, pero en el momento de escogerlos debe protegerse la salud y la seguridad de los más pequeños siguiendo unas sencillas recomendaciones.
Durante el primer año de vida, el niño juega explorando e interactúa con el mundo que le rodea con los cinco sentidos para comprenderlo. La mayor parte de su juego consiste en coger objetos y ponérselos en la boca, agitarlos, golpearlos o tirarlos.
Si cuando tu hijo era un bebé ya lo veías como un pequeño científico utilizando sus cinco sentidos y descubriendo el mundo que le rodea, ahora que tiene entre 1 y 3 años es verdaderamente un gran ingeniero y trata de entender cómo funcionan estos objetos.
La Escola de Salut SJD junto con Henka, organiza este taller vivencial y práctico sobre Disciplina Positiva, donde descubriremos cómo aplicar los principios de la Disciplina Positiva en todas las etapas del desarrollo de niños y adolescentes, fomentando una relación sana, respetuosa y enriquecedora con nuestros hijos.