Introducción
Un estudio realizado entre adolescentes (entre 14 y 19 años) por la Universidad Complutense de Madrid corrobora esta importancia. Aunque la mayoría de los y las adolescentes afirmaron tener información sobre campañas de sensibilización contra el abuso, el 4 % de las chicas encuestadas admitieron haber sufrido una agresión por parte de su pareja o su ex pareja; un 25 % reconoció que la pareja las controlaba a través del teléfono móvil (particularmente a través de la aplicación WhatsApp), y hasta el 23 % afirmó haber escuchado que la pareja intentó aislarlos de su grupo de amigos.
En cuanto a los chicos, el 20 % estaba de acuerdo con que los chicos salieran con muchas chicas al mismo tiempo, pero no al revés. Finalmente, más del 12 % consideró que arrojar amenazas a la pareja si querían romper con la relación no era una forma de abuso.
Una posible hipótesis según el mismo estudio es que el mensaje llegaría a adolescentes, pero no lo trasladarían a su vida diaria. Otra posible explicación sería que los jóvenes no considerarían que se trata de violencia de género si no se trata de una situación de agresión grave.
Claves para evitar actitudes sexistas en casa
A continuación, presentamos algunas pautas que te ayudarán a educar en la igualdad y romper los estereotipos de género en el hogar:
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Comunicación y diálogo. Sería esencial promover la comunicación entre los miembros de la familia, fomentando el pensamiento crítico. Se pueden aprovechar los momentos compartidos de la vida diaria (películas, noticias, historias, situaciones en la escuela ...) que nos permiten abordar la complejidad de la realidad y la diversidad.
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Lenguaje. Tener en cuenta la importancia del lenguaje. Ser conscientes para evitar el uso de comentarios y clichés sexistas y hacer uso de un lenguaje inclusivo. Necesitamos tener en cuenta que el lenguaje construye el pensamiento y el pensamiento construye realidades.
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Expresión de sentimientos. Permitir la expresión de los sentimientos de los diferentes miembros de la familia, más allá de su género.
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Juguetes, juegos, cuentos. Promover que todas las criaturas pueden hacer un uso gratuito y seguro de cualquier juego y juguete, permitiendo la exploración y el desarrollo de su imaginación y su creatividad.
Debemos ser conscientes de que en nuestra sociedad todavía existe una segregación de juguetes basada en el género, pero también que cada vez más se cuestiona esta segregación y se están creando espacios de juego sin prejuicios. En relación a los cuentos, durante algunos años ha existido una amplia gama de materiales que ayudan a fomentar la diversidad y la igualdad.
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Actividades extraescolares. Cada persona es libre de elegir la actividad que más le gusta, independientemente de su género. Si nos preocupa una posible respuesta inapropiada u hostil del entorno, diseñar espacios seguros y de comunicación, así como buscar figuras aliadas y referentes a quien poder consultar en caso de necesidad.
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Tareas del hogar. Compartir la responsabilidad de las tareas del hogar.
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Redes sociales. Interesarnos y dialogar sobre el uso y el contenido de las redes sociales que consumen nos permitirá conocer qué referencias tienen y, si es necesario, proporcionarles alternativas o buscarlas conjuntamente.
Como progenitores, es importante recordar que existe una serie completa de acciones posibles y útiles para romper estereotipos de género, así como comprender que el modelo familiar sería uno de los principales factores para que la persona adopte una actitud más respetuosa, igualitaria y libre de estereotipos y prejuicios sexistas.
(*) La coeducación es la acción educativa que potencia la igualdad real de oportunidades y valora indistintamente la experiencia, las aptitudes y la contribución social y cultural de las personas, en igualdad de derechos, sin estereotipos sexistas, homofóbicos, bifóbicos, transfóbicos o androcéntricos ni actitudes discriminatorias por razón de sexo, orientación sexual, identidad de género o expresión de género.