¿Es normal que mi hijo tenga más de un trastorno de aprendizaje?
Sí, eso es la norma y no la excepción. No es una casualidad que se asocien varios diagnósticos.
Entre un 25-40% de los casos, el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es comórbido a la dislexia; por otro lado, un trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL) y dislexia se asocian en un 31-36% o una discalculia y una dislexia en un 11-56%. Y así podríamos seguir combinando diferentes trastornos del neurodesarrollo.
¿A qué es debido esto?
Se podría sintetizar en tres puntos:
Ausencia de límites claros entre unos y otros trastornos.
Ausencia de marcadores biológicos.
Etiología (causa) común.
En primer lugar, los trastornos del aprendizaje son trastornos del neurodesarrollo. Es decir, son retrasos o desviaciones cualitativas en el desarrollo esperado para su edad. Por ello, para poder hacer un diagnóstico, en primer lugar hay que definir qué se entiende por normalidad.
Algunas de las manifestaciones clínicas de estos trastornos (de forma aislada, no en conjunto) están presentes en la población normal. Todos podemos ser más o menos impulsivos, ser algo torpes, tener dificultades para evocar una palabra o ser más o menos ordenados y no por ello tener un trastorno. Además, muchos de estos síntomas pueden apreciarse en varios trastornos del neurodesarrollo a la vez.
Lo cierto es que los límites entre el trastorno y la normalidad son imprecisos y no existen unos límites claros entre unos y otros.
En segundo lugar, no existen marcadores biológicos para poder hacer un diagnóstico de certeza, (como puede ocurrir en la diabetes, donde nos encontramos una glucosa elevada) y es frecuente que coincidan varios trastornos en una misma persona, siendo complicado diferenciar uno de otro.
Y por último, la causa más frecuente de los trastornos del neurodesarrollo es genética, la cual, conforme la vamos conociendo, es cada vez más compleja. Se ha visto que diversos genes, cada uno con un pequeño efecto, se combinan con los factores ambientales, influenciando así a toda la gama de conductas observadas en el niño. A su vez, un mismo gen se puede asociar a diversos trastornos.
En definitiva, no se conoce claramente la causa de los trastornos de aprendizaje, pero lo que está claro es que las dificultades específicas de cada uno de ellos favorecen el desarrollo de otros y que existe una continuidad. No existe un único factor etiológico que los cause.
En todo caso, ante cualquier duda, es recomendable consultar con un especialista.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
La mayoría de niños desearía no tener que hacer nunca más los deberes de la escuela, pero ya que esto difícilmente lo podrán evitar, ayudémosles a hacer los deberes con estos consejos prácticos.
Durante el primer año de vida, el niño juega explorando e interactúa con el mundo que le rodea con los cinco sentidos para comprenderlo. La mayor parte de su juego consiste en coger objetos y ponérselos en la boca, agitarlos, golpearlos o tirarlos.
Si cuando tu hijo era un bebé ya lo veías como un pequeño científico utilizando sus cinco sentidos y descubriendo el mundo que le rodea, ahora que tiene entre 1 y 3 años es verdaderamente un gran ingeniero y trata de entender cómo funcionan estos objetos.