Cómo explicar a los niños los motivos del aislamiento o cuarentena por el coronavirus
Es importante hablar con los niños sobre lo que está sucediendo respecto al coronavirus. Los niños y niñas detectan cuándo algo no va bien o cuándo los adultos se sienten inseguros o asustados. Si no les explicamos qué es el coronavirus o qué es el aislamiento, pueden recurrir a argumentos fantasiosos producto de su imaginación para compensar la falta de información. Con esto, corremos el riesgo de que imaginen escenarios aterradores y distantes de la realidad.
Siempre es preferible que sean los adultos de referencia quienes den la información. Cuando hablemos con niños, es importante recordar dos aspectos:
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Debemos adaptarnos a su edad y a su madurez. La edad del niño puede darnos una orientación sobre su capacidad para comprender determinados conceptos, pero no podemos olvidar que la madurez de cada persona es un aspecto individual.
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Todo aquello que les digamos debe ser cierto. Esto implica que si no conocemos todos los datos ni tenemos todas las respuestas, es mejor ser sinceros y reconocer que no lo sabemos.
El objetivo principal es reducir su sensación de ansiedad y calmarles.
Si no sabemos cómo empezar la conversación, es útil tener presente que es mejor preguntar qué saben ellos antes de abordar el tema directamente. En un mundo tan conectado y donde la información viaja tan rápido, niñas y niños reciben muchísimos estímulos. No todas las noticias son ciertas o igual de fiables, así que está bien saber qué conocen y enseñarles a preguntar y a buscar fuentes fiables.
Es relevante comentar este tipo de situaciones con niñas y niños para que no se asusten con información falsa y también para que aprendan a desarrollar estrategias que les puedan funcionar en otras situaciones. Por ejemplo, el hecho de lavarse las manos con agua y jabón es importante para el CoVid-19 pero también para la gripe y otras enfermedades.
A continuación ofrecemos pautas para ponerlos en situación y explicarles cómo actuar en caso de que deban ser confinados.
Debemos ponerlos en situación: explicarles la información contrastando qué sabemos sobre el coronavirus
El Coronavirus provoca infecciones respiratorias en humanos, mayoritariamente causa síntomas leves. A pesar de ello, algunas personas han muerto.
El virus se descubrió en China, concretamente en la región de Wuhan en diciembre. Ahora, se han visto casos en otros países incluyendo los europeos.
Muchos profesionales sanitarios están trabajando para entender mejor el virus y reducir así sus riesgos. Por ejemplo, aunque todavía no hay una vacuna, están buscando posibles medicamentos.
Definimos aislamiento / cuarentena
El aislamiento y la cuarentena son métodos que se utilizan para contener o minimizar enfermedades infecciosas reduciendo su transmisión. Son especialmente importantes en el mundo actual donde la comunicación es tan rápida y sencilla. En los medios de comunicación estos términos se utilizan indistintamente, pero técnicamente no son sinónimos. Por un lado, la cuarentena hace referencia a la separación y la restricción de movimiento de aquellas personas que han estado potencialmente expuestas al virus para determinar si están o no enfermas. Por otro lado, el aislamiento se refiere a la separación de las personas diagnosticadas de las personas sanas (Brooks y cols., 2020).
Después de comprobar qué sabe o qué desconoce el menor sobre los términos aislamiento y cuarentena, podemos enfocar la definición de ambos conceptos como: una medida de prevención tanto para no ponerse enfermos ellos como para no contagiar a los demás. Explicaremos dónde estará el menor, con quién se quedará y cuántos días han recomendado los profesionales sanitarios que debe durar la situación.
Durante la explicación pueden ponerse nerviosos o sentir miedo y debemos dejar espacio para la expresión emocional así como reconducir aquellas reacciones descontroladas que no les ayuden.
Al final, proporcionaremos un espacio para responder a sus preguntas o les diremos que en un periodo de tiempo determinado les preguntaremos si lo han comprendido todo o si quieren exponernos alguna duda concreta. Nos mostraremos siempre abiertos a resolver dudas, compartir reflexiones o acoger emociones de los menores.
Damos pautas sobre lo que deben y pueden hacer ellos
Se ha estudiado que la cuarentena o aislamiento pueden tener efectos negativos sobre la salud psicológica de las personas como por ejemplo provocar ansiedad, irritabilidad o estigma social. Debemos ser activos en nuestro propio proceso de aislamiento para combatir estos posibles síntomas.
En referencia a los niños, la principal tarea que debemos solventar es establecer unas rutinas que le proporcionen seguridad y estabilidad dentro de una situación nueva e incierta. Estas rutinas incluirán las diferentes comidas del día, el momento de higiene personal, los imprescindibles espacios de juego y ocio, los momentos de estudio, las horas para hablar con el resto de la familia o con amigos y las horas de descanso. Para que los niños sean partícipes del proceso de aislamiento, podemos construir esta agenda o calendario de manera conjunta, con colores y dibujos que les estimulen y les ayuden a comprender todo lo que irá sucediendo los próximos días.
Deben comprender que no son vacaciones, pero tampoco podemos permitir que el miedo o la ansiedad se apodere de ellos. Para ello, mantendremos las rutinas programadas y estableceremos algunos momentos destinados a reflexionar sobre lo que está sucediendo, lo que piensan y lo que les preocupa.
Cuando los niños puedan regresar al colegio, la tarea principal de los profesores de los diferentes centros será explicar que estos niños que han cumplido cuarentena ya no pueden contagiar a los demás. Debemos evitar estigmas y eliminar todos los falsos argumentos y falsos miedos que puedan provocar la discriminación en las aulas.
Respondemos a sus preguntas
Es importante tener presente que podemos recurrir a experiencias conocidas tanto para explicar conceptos o síntomas (¿Recuerdas cuando…?), como para recuperar experiencias que tuvieron un desenlace satisfactorio (¿… sabes que acabó bien?) o de las cuales se aprendieron herramientas o estrategias (¿Qué hiciste ese día que estabas tan triste?). A continuación compartimos algunos ejemplos de cómo responder a posibles dudas que pueden surgir a raíz de una situación de confinamiento o aislamiento.
¿Qué me va a pasar? ¿Cómo sabré si tengo el coronavirus?
¿Recuerdas aquella gripe del año pasado que cogiste o que tuvo mamá? Los síntomas son parecidos. Puedes tener fiebre, estar muy cansado y tener tos, quizás te duele la garganta o la cabeza. A los adultos nos pasa lo mismo.
Es importante que si te encuentras mal me lo expliques para que podamos poner remedio.
Las personas mayores tienen síntomas más graves y deben tener mucho cuidado porque además pueden tener otros problemas que lo empeoren.
De momento no hay ninguna vacuna, pero hay muchos científicos trabajando para que el virus no sea un problema tan grande y aprendamos a curarlo.
¿He hecho algo malo? ¿Estoy castigado?
No has hecho nada malo y esto no es un castigo. Los virus no son culpa tuya ni de nadie. Estamos en casa para ponernos bien y recuperarnos y para no contagiar a nadie más. Tenemos que ser responsables y bondadosos y eso significa no pasarle los virus a las otras personas.
Habrás visto a varias personas estos días por la televisión o por la calle que llevan mascarilla. La mascarilla también sirve para no contagiar a los demás. Es como quedarse en casa pero se utiliza más con virus conocidos.
Recuerda que aún no tenemos vacuna para el coronavirus pero que hay muchísima gente trabajando y que empiezan a conocer cómo funciona.
¿Cuántos días tendré que estar en casa? ¿Cuándo saldré a jugar?
Es importante ponerse bien o asegurarse de que no estamos enfermos antes de poder salir de casa. Por lo menos serán dos semanas, podemos poner un calendario y escribir cada día lo que iremos haciendo.
¿Dónde te gustaría poner el calendario? Vamos a aprender cuántos días tiene una semana y en qué mes estamos. También es divertido aprender a llevar una agenda y a cumplir los objetivos diarios. Es importante diferenciar el tiempo de estudio del tiempo libre.
¿Quién va a cuidar de mí? ¿Dónde está el resto de la familia?
Todos seguimos cuidando de ti, pero estos días en casa vamos a quedarnos con… (quién corresponda). Los demás tienen que seguir trabajando porque no están enfermos o no han estado cerca de nadie que tuviera el virus.
Si quieres, podemos hablar con la familia una vez al día por Skype o por WhatsApp o podemos escribir un email.
Además, tienes que saber que hay muchos médicos y científicos que también cuidan de nosotros buscando medicinas y una vacuna para el virus.
¿Cuándo podré ver a mis amigos?
No podrás verlos hasta que no salgamos de casa, pero podemos llamarles por teléfono o hacer una videollamada y explicarles algún cuento, o una historia o compartir qué estás sintiendo con ellos.
También hay varios juegos y videojuegos online que puedes compartir con tus amigos para jugar con ellos aunque no estéis en la misma habitación.
¿Qué pasará con el colegio y mis profesores?
De momento no vas a ir al colegio y tus profesores están también en su casa, igual que nosotros. Seguiremos haciendo deberes estos días y no te preocupes cuando vuelvas. Los profesores te explicarán cuándo haréis los trabajos o exámenes.
Ahora lo importante es ponerse bien y no contagiar a nadie.
¿Es muy malo el virus? ¿Es peligroso el virus?
Es peligroso si estás en contacto con una persona enferma, pero es cierto que la mayoría de veces los síntomas son leves sobre todo en los niños. De hecho, hay pocas personas adultas que hayan muerto.
Es importante que te cuides para estar sano, y no solo ahora, siempre. Debes lavarte las manos con agua y jabón después de ir al baño o utilizar el transporte público. Si te sientes mal debes explicárselo a un adulto y seguir siempre los consejos del médico.
Es normal sentirse preocupado o asustado, pero debes saber que los adultos somos los responsables de gestionar y mejorar esta situación, tú debes ocuparte de ser responsable de tus cosas y de preguntar sobre los rumores que te asusten.
¿Y si muere alguien que yo conozca?
Los médicos y los profesionales sanitarios están poniendo mucho esfuerzo y horas de trabajo para impedir que la gente muera por este virus. Son muchos y están trabajando muy bien. A pesar de ello, a veces las personas se ponen muy, muy, muy enfermas porque ya son muy mayores o porque tienen otras enfermedades y entonces pueden morir.
Cuando alguien muere nos ponemos tristes, tanto los niños como los adultos, y en ese caso aprenderemos juntos cómo superar la tristeza.
Pautas breves para los adultos que se encuentran en situación de cuarentena / aislamiento
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Mantente activo, establece rutinas. Las rutinas nos ayudarán a combatir el aburrimiento y los pensamientos negativos. En situaciones inciertas o poco estables, las rutinas nos transmiten seguridad.
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Mantener el contacto social es una actividad importante. Poder hablar con nuestros amigos y familiares es fundamental en nuestro día a día cotidiano. Gracias a la tecnología actual podemos mantener este contacto sin necesidad de salir de casa.
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Controla los pensamientos preocupantes. Preocuparse es normal y está bien, pero es mejor si destinamos unos minutos concretos cada día para pensar en ello y no darle vueltas todo el día. Así diferenciaremos los momentos de ocio de los momentos de preocuparse.
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Unas pocas actualizaciones de las noticias al día son suficientes. Los medios de comunicación dan nueva información de manera constante. Esto puede aumentar nuestra sensación de ansiedad y angustia, por lo tanto, es mejor solo comprobarlo una vez al día y de la misma fuente fiable. No toda la información que nos llega es cierta, por lo tanto, busquemos portales y medios seguros.
Te invitamos a consultar el vídeo publicado en nuestro canal de Instagram con la Directora de la Unidad de Crisis y Conflictos de Barcelona (UTCCB) de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Ingeborg Porcar, con recomendaciones para explicar la situación de confinamiento de la manera más adecuada.
Escrito por:
Ingeborg Porcar