Comportamiento sexual en niños/as: qué es normal y qué no
Los padres, cuidadores y tutores tienen un papel crucial en la educación sexual de los niños. Al iniciar conversaciones abiertas y receptivas sobre la curiosidad sexual y el desarrollo en diferentes etapas, pueden brindar información esencial para fomentar una comprensión saludable de sus cuerpos y relaciones.
Los padres hablan con sus hijos e hijas de muchas cosas, pero a menudo olvidan hablar de la curiosidad sexual y cómo la van resolviendo en las diferentes edades.
Ya de pequeños los niños y niñas exploran sus cuerpos tocando, picando, estirando o frotando distintas partes, incluidos los genitales. También observan, y a veces tocan, el cuerpo de los demás. Progresivamente se preguntan por la función de estas partes del cuerpo y elaboran sus propias teorías. Es el momento de escuchar lo que saben, lo que imaginan, lo que creen, para así ir dando la información ajustada a su necesidad de saber y a su edad. Desde la escuela también se les transmite información sobre estas partes del cuerpo y sus funciones, pero la escucha de los padres es imprescindible para desarrollar la confianza y favorecer la comunicación.
A menudo, los adultos también tienen dudas sobre qué comportamiento sexual es "normal" y cuáles pueden indicar algún problema, y necesitan orientación.
¿Qué es normal?
En el período preescolar (de 0 a 5 años aproximadamente) se inicia y se va desarrollando la curiosidad sexual:
Durante los primeros meses de vida, los seres humanos somos fundamentalmente sensoriales. El desarrollo sexual comienza con la exploración del mundo a través de los sentidos.
Los adultos les transmitimos cariño, que genera un buen vínculo, da seguridad y favorece el desarrollo de la autoestima.
El niño aprende a transmitir cariño con besos, abrazos y caricias (que no tienen contenido erótico, sino afectivo).
Empieza el interés por el propio cuerpo y la curiosidad por el cuerpo de los demás.
A medida que observan su entorno, la concepción y el nacimiento les hace plantear "¿Cómo nacemos?, ¿Cómo llegué a tu barriga?"
También observan la afectividad entre los adultos y los imitan.
Progresivamente van siendo conscientes de las diferencias corporales y de género.
Esto implica que pueden tener comportamientos como:
Tocar los genitales propios en público o privado.
Mirar o tocar los genitales al padre, madre, hermanos...
Tocar los pechos a la madre.
Mostrar los genitales a compañeros.
Curiosidad por ver compañeros o adultos desnudos.
La observación en casa o en la escuela de alguna de estas conductas requiere reconducirla para que los niños aprendan a respetar la intimidad propia y la de los demás, tanto en el cuerpo como en los espacios privados.
Favorecer la autonomía de los niños en los hábitos de higiene y autocuidado, y enseñarles cuáles son las partes íntimas del cuerpo que hay que preservar, aclarando que nadie debe tocarlos a ellos ni ellos deben tocar a los demás, es básico para que puedan detectar cuando alguien actúa de forma inadecuada o claramente abusiva. También conviene enseñarles a preguntarse si algunas conductas son o no adecuadas, y comunicarlo a los adultos de confianza.
Comportamientos peculiares
Para los progenitores o tutores debe ser un toque de alerta la observación de conductas que van más allá de la curiosidad infantil habitual, como:
Conductas sexuales anómalas (masturbación compulsiva, introducirse objetos en el ano o en la vagina...)
Pedir acciones sexuales al adulto como si fueran normales
Uso de expresiones con lenguaje sexual explícito, no propio de la edad
Contenido sexual en el juego con juguetes
Revelación de abuso
Cualquiera de estos comportamientos indica que existe alguna interferencia en el adecuado desarrollo sexual del niño (afectación psicopatológica, abuso sexual o negligencia con exposición a actividades y/o contenidos sexuales no adecuados para la edad). Requiere buscar orientación, consultando a un especialista.
Consejos para los padres
Es conveniente que los padres/madres den información y empiecen a educar a sus hijos sobre seguridad corporal entre los 3 y 5 años, a fin de favorecer habilidades comunicativas y de facilitar protección frente a posibles conductas abusivas.
Podemos hacer especial incidencia en tres áreas principales:
Conocimientos
Enseñad los nombres de las partes íntimas del cuerpo, hablando de genitales, pene, vagina, senos, nalgas, etc. No nombrar a las partes por su nombre puede dar la idea de que hay algo malo o tabú. Podéis hablar de las partes que quedan cubiertas bajo un traje de baño.
Enseñad hábitos de higiene y autocuidado, es necesario que vayan viendo que hay un respeto por las partes íntimas y por eso es bueno favorecer que ellos mismos vayan asumiendo tareas de higiene (bajo vuestra supervisión).
Contactos adecuados/inadecuados. Explicad que hay tocamientos buenos con los que la gente muestra que se cuidan y se ayudan mutuamente (abrazarse, cogerse de la mano, cambiar el pañal de un bebé), y tocamientos malos cuando al niño/a no le gustan y quiere que se pare inmediatamente. Tranquilizad a vuestros hijos diciéndoles que la mayoría de los tocamientos que recibirán son buenos, pero que tendrá que decir "NO" ante algunas situaciones y explicaros cualquier tocamiento confuso.
Conductas
Intimidad: es necesario enseñar que nadie puede tocar su cuerpo, ni ellos deben tocar el de los demás. Su cuerpo es propio y nadie debe tocarlo de forma inadecuada. También es necesario que en casa vea mucho respeto por la intimidad y mostrar que respetamos cuando alguien lo pide (por ejemplo, si tenéis hijos que quieren cambiarse en intimidad o quieren ir más tapados).
Muestras de cariño: Explicad a vuestros hijos/as que tienen derecho a no dar abrazos o besos si no quieren.
Habilidades
Favoreced la comunicación con vuestros hijos/as en relación a la curiosidad o conocimientos que tienen sobre sexualidad, es bueno saber cómo los han adquirido y qué piensan.
Detectar situaciones anómalas: debemos enseñarles a detectar situaciones anómalas (incluye los contactos inadecuados o tocamientos malos, aquellos que nos hacen sentir que no nos gusta) y saber que deben comunicarlo inmediatamente a un adulto de confianza (familia, escuela...).
Favorecer la duda: es normal que en ocasiones duden y no sepan si lo que les ha pasado es correcto o no... hay que enseñarles a plantear estas dudas y normalizar que les ocurra. ¡Cuando tenemos dudas tenemos que preguntar sin miedo!
Rechazar propuestas o acciones. Enseñad a decir NO con firmeza, escapar, buscar protección... que confíen en que disponen de herramientas y recursos de autoprotección.
Control de la exposición a los medios. Es necesario conocer los sistemas de clasificación de videojuegos, películas y programas de televisión y hacer uso de los controles parentales disponibles. Tened en cuenta que hay un aumento de la búsqueda de información mediante la pornografía y esto puede tener riesgos y consecuencias que deben evitarse.
Evitad sexualizar prematuramente a los niños, ya que esto comporta el riesgo de ser más manipulables y por tanto que puedan sufrir una posible situación abusiva.
Algunos buenos momentos para hablar con vuestros hijos/as sobre la seguridad personal son durante el baño, la hora de acostarse y antes de cualquier situación nueva. Actualmente disponemos de muchos materiales para poder trabajar esto de forma amena y divertida (cuentos, juegos, vídeos...)
Las preguntas de vuestro/a hijo/a y las respuestas que correspondan dependerán de la edad y la capacidad de entender del niño/a.
Si vuestro/a hijo/a os plantea dudas, curiosidad o os revela una posible situación de abuso sexual, escuchadlo activamente, es muy importante que no se sienta juzgado ni avergonzado y si tenéis dudas consultad con el pediatra o con las unidades especializadas de vuestra zona, pueden ayudaros a distinguir las conductas sexuales apropiadas por la edad y los comportamientos sexuales que no son apropiados o que indican potencialmente un abuso.
Algunos materiales...
Aquí os dejamos ejemplos de cuentos que podéis utilizar (entre muchos que podréis encontrar en librerías y bibliotecas):
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Barudy, J. I Dantagnan, M. (2005). Los buenos tratos a la infancia. Parentalidad, apego y resiliencia. Barcelona: Gedisa Editorial.
Cohen, JA i Mannarino, AP (1997). A treatment study for sexually abused preschool children: outcome during a one-year follow-up. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry 36: 1228-1235
Generalitat de Catalunya. Dep. salut (2019). Protocol d’actuació davant de maltractaments en la infància i adolescència en l’àmbit de la salut.
Noguerol y Fernández (2013). Cómo detectar e intervenir en maltrato y abuso sexual infantil. TEA Ediciones.
National Child Traumatic Stress Network Child Sexual Abuse Committee. (2012). Cuidando a los Niños: Lo que los padres necesitan saber sobre el Abuso Sexual Infantil. Los Angeles, CA & Durham, NC: National Center for Child Traumatic Stress (Trabajo original publicado en 2009).
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