Gafas de sol en la infancia, ¿salud o estética?

Introducción

La llegada del buen tiempo es una oportunidad para que niños y niñas disfruten al aire libre y la naturaleza. Con la subida de las temperaturas, comenzamos a deshacernos de capas de abrigo para por fin sentir el calor del sol en nuestra piel.

Del mismo modo que ocurre en la edad adulta, proteger la piel frente a las agresiones de la exposición solar durante la infancia es fundamental y el uso de crema solar está ampliamente extendido, pero, ¿qué hay de los ojos? ¿Deben llevar gafas de sol los niños o son sólo un accesorio?

¿Son necesarias las gafas de sol?

Las gafas de sol son un sistema de protección ocular que nos protege frente a las radiaciones solares, especialmente las de más alta energía, es decir, las radiaciones ultravioletas (UV). A lo largo del año, los niños y niñas reciben más exposición solar que los adultos.

Esta mayor exposición a la luz solar aumenta el riesgo de lesiones oculares relacionadas con la luz ultravioleta (UV). A diferencia de los ojos de los adultos, los de los niños aún están madurando y no pueden filtrar los dañinos rayos UV con la misma eficacia.

Sin embargo, actualmente aún no se ha demostrado que el uso de gafas de sol durante la infancia tenga un efecto positivo destacado en el desarrollo visual de los niños de modo que, los criterios para el uso de gafas de sol en la infancia son los mismos que en la edad adulta.

En este sentido, las recomendaciones de los oftalmólogos se limitan a aquellos casos en los que los niños experimentan molestias con la luz solar en la calle o en la naturaleza. 

Las gafas de sol no son el único método de protección ocular. No debemos olvidar que las gorras y sobreros también pueden resultar muy beneficiosos para reducir las molestias de visión causadas por la radiación solar.

Cómo elegir correctamente unas gafas de sol

A la hora de escoger unas gafas de sol para nuestros hijos existen algunos aspectos que debemos tener en cuenta para que la protección solar sea realmente efectiva. Los oftalmólogos destacan la importancia de optar por lentes adquiridas en establecimientos especializados que garanticen las propiedades ópticas del producto.

• Busca protección UV. Se debe elegir siempre un modelo que contenga filtro solar. Existen diferentes tipos de filtro UV, que van desde el filtro 0 (con una absorción de la radiación menor al 20%) hasta el filtro 4 (de absorción prácticamente completa).

• Determina el motivo de su uso. No se necesita el mismo nivel de protección para la alta montaña (en la práctica de deporte como el esquí o el alpinismo), donde la incidencia de los rayos UV es muy elevada, que para caminar por la calle o ir a la playa.

• Asegúrate de que sean resistentes. Los niños activos necesitan gafas de sol resistentes a los golpes y con lentes a prueba de arañazos. Las monturas deben ser flexibles pero resistentes. Asegúrate de que se ajusten bien a su cara.

• Observa y escucha a tu hijo o hija. Si los niños se resisten a llevar gafas de vista o de sol, observar su comportamiento o hablar con ellos puede destapar el motivo por el que no se sienten a gusto, como un mal ajuste o incomodidad al llevarlas.