Funcionamiento intelectual límite en la infancia: cómo reconocerlo y entender sus dificultades
El funcionamiento intelectual, al que comúnmente llamamos inteligencia, incluye una amplia gama de habilidades cognitivas como el razonamiento, la lógica, la planificación, la resolución de problemas, el pensamiento abstracto, la atención, la memoria o el lenguaje. Las deficiencias cognitivas de estas habilidades dificultan el aprendizaje y pueden ser síntoma de la existencia de una discapacidad intelectual.
Para determinar estas deficiencias, el funcionamiento intelectual se mide a través de lo que llamamos el cociente de inteligencia (CI), que se representa con una puntuación total obtenida en pruebas estandarizadas, diseñadas para evaluar la inteligencia en las personas. La puntuación de la prueba de cociente intelectual (CI) tiene una media de 100 y las puntuaciones de 70 o inferiores indican limitaciones intelectuales.
Pero ¿qué pasa cuando obtenemos resultados en la franja límite entre una y dos desviaciones estándar, o lo que es lo mismo entre 70 y 84 y no puedan seguir la escolarización como la mayoría de niños y niñas de su edad y entorno social?
¿Qué es el funcionamiento intelectual límite (DIL)?
El funcionamiento intelectual límite (FIL) se menciona en un manual de clasificación internacional (DSM-V), en un apartado llamado “Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica”, haciendo referencia a una característica de la inteligencia y no a un diagnóstico.
En la etapa infantojuvenil, el funcionamiento intelectual límite (FIL) se encuentra en niños y niñas con muchas dificultades de aprendizaje y de adaptación, pero sin tener discapacidad intelectual. Así pues, se podría pensar que el FIL representa un tipo de discapacidad intelectual muy leve y de menor gravedad.
Al igual que ocurre en el diagnóstico de discapacidad intelectual, es necesario que el cociente intelectual límite obtenido en pruebas estandarizadas se asocie a ciertas dificultades de la conducta adaptativa en el funcionamiento escolar y social. Es importante destacar que no todas las personas con un CI entre 70 y 84 tienen limitaciones en la vida diaria o restricciones sociales, por lo que es necesaria una valoración específica de capacidades y funcionamiento para hacer un diagnóstico preciso.
Tienen dificultades muy similares a las de personas con discapacidad intelectual leve. Los niños y niñas con un cociente intelectual en la zona fronteriza entre la discapacidad intelectual leve y el funcionamiento intelectual límite pueden ser extremadamente difíciles de evaluar.
Dificultades en el aprendizaje escolar
Se camuflan a la perfección en entornos que no presentan grandes exigencias. La preocupación de las familias y profesores suele aparecer en los últimos cursos de la Educación Primaria y sobre todo en la Secundaria, en los que se observa un rendimiento escolar muy bajo.
El proceso de aprendizaje es lento, debido a que necesitan más apoyo y más tiempo para alcanzar el nivel de adquisición y competencias, requiriendo una adaptación de los contenidos que prioricen los más relevantes y que estén debidamente estructurados y claros. Tienen dificultades en la comprensión de conceptos abstractos, en organizarse. Necesitan repetir la mecánica de la operación y aprenderla siguiendo un modelo previo. Su nivel de léxico es más bajo y la sintaxis es más simple.
Los niños y niñas con funcionamiento intelectual límite (FIL) presentan mayor riesgo de fracaso y abandono escolar, baja autoestima, dificultades sociales y de adaptación y mayor posibilidad de desarrollar problemas de salud mental, debido al incremento de las exigencias del entorno.
Sin embargo, pueden alcanzar su plena autonomía si cuentan con los apoyos adecuados o pueden perderse en el sistema si no cuentan con un diagnóstico que les permita obtener los recursos que necesitan.
Uno de los principales obstáculos con el que se encuentran las escuelas a la hora de trabajar con los niños con FIL es la dificultad en identificar de manera precoz este funcionamiento intelectual, ya que la apariencia física, los hitos del desarrollo y la salud física son, aparentemente, normales.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
La discapacidad intelectual (DI) o trastorno del desarrollo intelectual (TDI) es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por tener dificultades globales para aprender.