¿Es el talco cancerígeno? Un producto controvertido para la salud
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), un organismo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha actualizado la lista de productos potencialmente cancerígenos y ha añadido un nuevo compuesto, muy presentes en el cuidado infantil: el talco. Sin embargo, esta clasificación no prohíbe su comercialización. ¿Qué quiere decir esta advertencia?
El talco es un componente frecuente en diversos productos cosméticos y farmacéuticos por su capacidad absorbente, antitranspirante y adherente, especialmente extendido para el cuidado de la piel infantil. Los polvos de talco son un producto cosmético ampliamente utilizado para el cuidado de la piel y son un recurso habitual en bebés, deportistas y mujeres para el cuidado íntimo, que ayuda a reducir la humedad corporal, evita rozaduras y tiene acción calmante.
No es la primera vez que el talco se encuentra en el punto de mira de las autoridades sanitarias. En los últimos años, grandes multinacionales se han tenido que enfrentar a demandas de consumidores, principalmente debido a alegaciones de que sus polvos de talco contienen tóxicos y causan cáncer. Estas demandas generaron una gran atención mediática y han llevado a algunas de estas empresas a reconsiderar el uso de talco en sus productos.
¿Qué amenaza representa el talco para la salud?
La revisión llevada a cabo por la IARC concluye que el talco supone un riesgo para la salud humana, ya que encuentra evidencia científica para ser considerado “probablemente cancerígeno”. De acuerdo con la clasificación del organismo, el nivel de riesgo corresponde al grupo 2 A, lo que significa que hay evidencia, limitada pero concluyente, de sus efectos nocivos y su influencia en la formación de células tumorales.
Las declaraciones de la IARC vienen determinadas por los resultados de la investigación que se ha publicado en The Lancet Oncology, lo que le ha llevado a considerar que el talco es un factor de riesgo para el desarrollo de algunos tipos de cáncer, en concreto el cáncer de ovario. Esta categorización no se refiere a una relación causa-efecto del talco y el desarrollo de cáncer, sino que su uso puede aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad, en combinación con otros determinantes como el tiempo de exposición, la dosis y los antecedentes biológicos.
Los expertos internacionales que han participado en la revisión respaldan la evidencia científica de diversos estudios que muestran sistemáticamente un aumento de la incidencia de cáncer de ovario en mujeres que declararon haber utilizado polvos corporales con talco en la región perineal.
Del mismo modo, la agencia del cáncer de la OMS expresa su preocupación por la contaminación del talco con asbesto, una sustancia similar al amianto y considerado un compuesto cancerígeno fuertemente asociado con el mesotelioma y el cáncer de ovario.
El asbesto puede encontrarse de forma natural en depósitos de talco y, si no se elimina adecuadamente durante el procesamiento, puede terminar en productos de consumo. La presencia de talco contaminado podría estar presente en productos de consumo humano que incorporan talco, como maquillajes o polvos corporales.
En la lista de la OMS también entra a formar parte el acrilonitrilo, otra sustancia de uso frecuente en fibras textiles y plásticos de consumo.
¿Se debe evitar el uso de talco?
Aunque la clasificación de la agencia de investigaciones sobre el cáncer la OMS es clara en cuanto a la existencia de riesgo para la salud, no existe suficiente evidencia científica que determine la prohibición del uso de talco y, por lo tanto, su comercialización continua sin restricciones a la espera de nuevas políticas de salud pública. No obstante, la publicación de la IARC ha hecho saltar las alarmas de muchos consumidores. ¿Debemos evitar el uso de productos con talco? Y si es así, ¿qué alternativas existen?
Hay que tener en cuenta que el talco de uso cosmético actualmente está presente en multitud de polvos y cremas para bebés, productos de higiene femenina, antitranspirantes y desodorantes, productos para el cabello y el afeitado e incluso preservativos.
En actualidad, es fácil encontrar alternativas en el mercado con ingredientes más naturales. En el caso de los polvos de talco, la opción más popular son los polvos de maicena (almidón de maíz). Es eficaz para absorber la humedad y reducir la fricción en la piel.
Las cremas también pueden ser una alternativa a los polvos de talco, ofreciendo beneficios similares, como la prevención de rozaduras, la protección de la piel y la absorción de la humedad, sin los riesgos potenciales asociados al talco. Se puede elegir entre una gran variedad de formulaciones, con ingredientes naturales que disminuyen en riesgo de sufrir reacciones alérgicas, como pueden ser la caléndula, el óxido de zinc, el aloe vera y los aceites esenciales.
Cuando se elige una alternativa al polvo de talco, es importante asegurarse de que el producto sea adecuado para la piel sensible del bebé y que no contenga fragancias ni otros aditivos que puedan causar irritación.
Otros productos controvertidos para la salud
El talco no es el único producto en el punto de mira. El grado de evidencia sobre su potencial cancerígeno es comparable al que se tiene sobre los riesgos de comer carne roja o de trabajar en horario nocturno, aunque no se puede determinar el riesgo de estar expuesto a cada uno de ellos.
En 2023, la misma IARC también declaró como “posiblemente cancerígeno” al edulcorante aspartamo. Este endulzante artificial se encuentra en refrescos y chucherías con la etiqueta de bajos en calorías. Esta clasificación corresponde al nivel de riesgo 2 B, inmediatamente inferior al que se encuentra el talco.
Recientemente, una investigación liderada por la Universidad de California, ha detectado “concentraciones de varios metales tóxicos” en tampones menstruales. Los investigadores detectaron niveles de arsénico, plomo, cadmio y otros metales tóxicos en varias marcas internacionales de tampones. Los investigadores afirman que son necesarios más estudios para determinar si los metales se filtran a través de los tampones al cuerpo humano.
Aunque la comercialización de estos productos continúa, la inquietud de los consumidores y la disponibilidad de alternativas más saludables y sostenibles, abren la puerta a una transición hacia opciones más seguras. Es esencial que tanto las autoridades sanitarias como los consumidores se mantengan informados y tomen decisiones basadas en la evidencia disponible para proteger la salud pública.
Escrito por:
Escola de Salut SJD