La alfabetización en salud, una herramienta clave para el autocuidado
Se puede definir la alfabetización como un proceso de aprendizaje, en el que el conocimiento de la escritura, la lectura y la utilización de los números, que se produce de manera continuada a lo largo de la vida, permite a la persona su funcionamiento e interacción en la sociedad. Así, con el desarrollo y la evolución conseguida a lo largo de los tiempos, el ser humano se ha ido “alfabetizando” y capacitando cada vez más para participar en diferentes aspectos de la vida que le interesan. Uno de los aspectos que más ha llamado siempre la atención a la humanidad es la salud.
¿Qué es la alfabetización en salud?
La alfabetización aplicada al campo de la salud, también llamada health literacy en inglés, se refiere a la capacidad de las personas para acceder a la información que necesitan sobre salud y servicios sanitarios, entenderla y actuar correctamente para cuidar de su bienestar. Este nivel de conocimientos, capacidades y habilidades es necesario para poder tomar decisiones acertadas respecto a la propia salud.
El nivel de alfabetización en salud de una población se puede clasificar en función de la habilidad lectora, la escritura, el cálculo matemático y la capacidad para escuchar y hablar o expresarse, también conocido como intercambio verbal.
De esta forma, la habilidad para leer permite, por ejemplo, revisar textos informativos sobre la enfermedad o instrucciones para prepararse cuando se ha de hacer una prueba diagnóstica.
La escritura permite rellenar documentos, responder a cuestionarios o firmar un consentimiento informado.
El cálculo matemático es necesario para realizar las operaciones básicas (sumar, restar, multiplicar o dividir), utilizar escalas de medida o entender el concepto de riesgo o probabilidad. En este caso, algunos ejemplos serían tener que aumentar o disminuir el peso corporal un 10%, calcular las unidades de insulina que se necesita poner según el nivel de glucosa en sangre o valorar el percentil de peso y edad en el que se encuentra un niño.
El intercambio verbal significa que el paciente escucha y comprende lo que le dice el profesional y encuentra las palabras adecuadas para expresar lo que siente o las dudas que pueda tener.
¿Qué impacto tiene la alfabetización en la salud y en la atención sanitaria?
En el momento de la consulta entre el paciente y el profesional es cuando se han de poner en práctica todas estas habilidades ya mencionadas. A su vez, el profesional sanitario ha de valorar el nivel de conocimiento del paciente y el momento emocional en el que se encuentra. Ha de hablar de forma clara, pero sencilla, sin utilizar demasiadas palabras técnicas o, si es el caso, explicando su significado.
Además, se ha de tener en cuenta que, cuando se recibe una mala noticia, un diagnóstico que asusta o una información que va a representar un cambio importante en la vida del paciente, normalmente, cuesta entender, recordar y asimilar información que, en situaciones normales, se entiende sin problemas.
En cualquier caso, en esos momentos en los que existe un nivel bajo de estas competencias y habilidades, el paciente se encuentra en un estado de mucho estrés y preocupación o el profesional utiliza un lenguaje complejo, la persona no puede entender bien lo que le ocurre o lo que ha de hacer. Entonces, los resultados en salud suelen ser peores que si el paciente conoce y entiende de lo que se está hablando en la consulta.
Así, muchos estudios científicos han demostrado que las personas con un bajo nivel de alfabetización en salud pueden tener una mayor dificultad para entender la etiqueta de un alimento o seguir las indicaciones del médico. También puede haber más errores al tomar una medicación, al prepararse para una prueba (con lo que esta se ha de repetir otro día) o al ir a urgencias sin que sea necesario.
Además, estas personas con pocos conocimientos, competencias o habilidades en salud suelen tener también comportamientos poco saludables o reciben menos medidas preventivas (se vacunan menos, van menos a revisiones de la vista o a otras revisiones periódicas, etc.) que las personas con un nivel mayor de alfabetización en salud.
Todo esto hace que estas personas sufran de un peor nivel de salud, en general y que utilicen más los servicios sanitarios, pero de forma poco efectiva, con lo que, además, se incrementa el gasto sanitario.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.