Publicidad y obesidad infantil: ¿somos conscientes de los problemas de peso de nuestros hijos?
Un estudio realizado entre 4.437 padres de 2009 a 2012, como parte del Sistema de Vigilancia de la Salud y el Bienestar Occidental de Australia, constató que muchos padres desconocen si sus hijos tienen problemas de sobrepeso u obesidad.
El estudio, que arrancó con dos preguntas: "¿su hijo tiene un peso insuficiente, un peso normal, un sobrepeso o un exceso de peso?" y "¿cuáles son sus intenciones respecto al peso de su hijo?", indicó que muchos padres no se dan cuenta cuando sus hijos tienen problemas de peso y, por tanto, no los pueden ayudar al no ser conscientes de la situación.
Es importante controlar el crecimiento y el desarrollo de los niños durante la infancia, para poder tomar medidas si el crecimiento de un niño se desvía de las recomendaciones saludables. El estudio realizado en Australia puso de manifiesto que los padres subestiman el peso de sus hijos y muestran poca intención de ayudarles a conseguir un peso saludable, especialmente si tienen sobrepeso.
Corregir las percepciones erróneas del peso corporal y aumentar la conciencia de la gestión adecuada del peso es una prioridad de salud pública que afecta el crecimiento y el desarrollo a corto plazo, y el riesgo de enfermedad crónica en una vida posterior. Es por ello que estos resultados refuerzan la necesidad de intervenciones específicas, de nivel poblacional, centradas en los padres, y vías adecuadas de apoyo para ayudar a los niños a lograr un crecimiento y desarrollo óptimos.
Pero ... ¿de dónde vienen tantos problemas de peso en los niños?
La publicidad engorda a los niños
"Los niños con sobrepeso son una inversión en futuras ventas".
Esta es una de las conclusiones de la reciente edición especial que la revista médica “The Lancet”, dedicó a la epidemia de obesidad. El exceso de peso se ha convertido en una losa terrible, asociada a todo tipo de dolencias y enfermedades que acortan la vida. Un mal que se inocula cuando aún somos pequeños y que se transmite con especial virulencia a través de las pantallas: televisor, internet ...
"Los menores reciben 7.500 impactos al año de mensajes que les dicen que coman productos no saludables", asegura Miguel Ángel Royo- Bordonada, investigador de la Escuela Nacional de Salud Pública y autor de numerosos estudios sobre este problema.
Un estudio realizado en Andalucía, evidenció que los 416 anuncios de productos alimenticios procesados y bebidas no alcohólicas, emitidos en los dos canales de televisión de mayor audiencia, 91 estaban destinados a público infantil y el 53% correspondía a productos calificados como "no saludables".
De este modo se constató que la publicidad de productos alimenticios dirigidos al público infantil, se basa fundamentalmente en la oferta de productos de escaso valor nutricional, y en la utilización de recursos persuasivos basados en la fantasía o el ofrecimiento de regalos, centrando el mensaje más en el incentivo que en el alimento.
Royo-Bordonada también alerta de que cada vez se asocia más la venta de comestibles poco recomendables según criterios médicos, reclamos nutricionales. Lo más frecuente, presente en la mitad de los productos analizados, es resaltar algún contenido en vitaminas y minerales ("completamente innecesarios", según el experto). El 80% de los alimentos que utilizan la estrategia de exhibir un único nutriente como aval de que son sanos, en realidad resultan ser los comestibles menos saludables.
Si se cumpliera el criterio establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), deberían retirarse de las pantallas tres cuartas partes de los anuncios", denuncia Royo-Bordonada, que culpa de una dejadez de responsabilidad a las autoridades sanitarias españolas para dejar que la industria se autorregule.
Consecuencias: cada vez hay más niños con sobrepeso
El estudio ALADINO 2015: Estudio de Vigilancia del Crecimiento, Alimentación, Actividad física, Desarrollo infantil y Obesidad en España 2015, realizado por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición del Ministerio de Sanidad, constató que el 41,3% de los niños entre 6 y 9 años tienen problemas de sobrepeso u obesidad. Son muchos los estudios que muestran una correlación entre mayor consumo de tele, más ingesta de calorías y mayor peso.
"Hay que proteger a los que no pueden defenderse ante una publicidad que anima al consumo irracional, muy especialmente en las personas más vulnerables, que son los niños", defiende Cecilia Díaz, investigadora de la Universidad de Oviedo y coordinadora de la Encuesta Nacional de Hábitos Alimentarios de los españoles. "Los menores son más vulnerables, no cuentan con las suficientes defensas de conocimiento racional para darse cuenta de que los están llevando hacia un consumo no siempre apropiado y con frecuencia innecesario", asegura Diaz.
"Desde la industria se asegura que los consumidores eligen libremente lo que comen. Pero la evidencia científica asegura que es justo lo contrario: los individuos están sujetos a la influencia de poderosos factores ambientales ajenos a su control, como la distribución en masa, la disponibilidad, los precios baratos y la publicidad intensiva", afirma Royo-Bordonada. De esta manera, creando y estableciendo preferencias de sabores. Porque como dijo la reconocida antropóloga Margaret Mead: "Es más fácil cambiar la religión de alguien que su dieta". Y como denunciaban en The Lancet, la industria alimentaria lo sabe bien y por eso invierte en los hábitos de los niños.
Acceso a las fuentes de consulta:
Parents' perception of their child's weight status and intention to intervene: a Western Australian cross-sectional population survey, 2009–12. Public Health. [Fecha de consulta: 10/07/2017]
Así es como la publicidad engorda a los niños. El País. [Fecha de consulta: 10/07/2017]