El mundo de la alimentación está lleno de mitos, creencias que hacen confundir la realidad con la ficción. Aunque muchos de ellos no tienen importancia, es necesario revisar algunas de las creencias más habituales que tenemos interiorizadas.
El vinagre y el bicarbonato son desinfectantes muy eficaces
Esto es completamente falso, porque el vinagre podría ser un desincrustante débil, porque puede disolver algunos depósitos de cal, pero siempre con una eficacia muy limitada. Sin embargo, el bicarbonato tiene un efecto contrario.
Los alimentos lo más crudos posible
Esta afirmación se basa en que en los últimos cuarenta años se han logrado unos niveles de seguridad de primer nivel mundial. Sin embargo, la mejora de la calidad de las aguas de riego y su control, los tratamientos contra enfermedades y parásitos de los animales, la higiene en las personas implicadas en la manipulación de los alimentos, además de la utilización del frío (refrigeración y congelación) y diferentes tecnologías alimentarias, han hecho que los alimentos sean objetivamente seguros.
Los alimentos ecológicos son más seguros
Esta afirmación, sin matización alguna, es falsa. En este caso hay que diferenciar entre alimentos de origen animal y vegetal. No depende del origen, sino de las plantas de despiece, que son las que obtienen las piezas de carne que se ponen en el mercado. Si hablamos de los vegetales, es necesario tener en cuenta que deben abonarse con estiércol y este no es más que heces animales fermentados. Por tanto, el consumo de vegetales ecológicos no desinfectados correctamente puede suponer un riesgo para la salud.
Para descongelar alimentos se puede dejar la comida a temperatura ambiente
Esto es falso. Los microorganismos, especialmente las bacterias, son capaces de crecer a gran velocidad sobre 8 – 10 °C. Iguala con la temperatura ambiente de la cocina. Situación de riesgo que no controlaremos. Los alimentos deben descongelarse dentro del frigorífico, lo que requiere cierta planificación de las comidas.
Si no vemos que una superficie esté sucia, es que no hay peligro
De nuevo, es falso, porque en seguridad alimentaria la prueba del nuevo no funciona. Los microorganismos no se ven y hay que limpiar las superficies que estarán en contacto con alimentos cada día. Desinfectar al menos una vez a la semana.
Lavar las carnes y el pollo antes de cocinar
Este es un mito bastante extendido. Las carnes no deben lavarse. Si hay microorganismos peligrosos en su superficie, estos se extiendan por otras superficies de la cocina, provocando una mayor contaminación. Por lo tanto, la carne, de la bandeja a la olla directamente.
Si no huele mal, se puede comer
Esto no es cierto, porque los patógenos no huelen ni saben mal y son capaces de provocarnos una enfermedad con bajo número. Por eso es muy importante tratar bien los alimentos. -los en la nevera, no abrir la puerta del frigorífico un tiempo excesivo y mantenerlo todo limpio. Además, es necesario controlar la fecha de caducidad y la de consumo preferente. Si se nos indica la fecha de consumo preferente, el fabricante nos indica que a partir de la fecha el alimento puede perder calidad, pero mantiene la seguridad. Sin embargo, si se nos indica la fecha de caducidad, el alimento no se puede consumir a partir de esa fecha, ya que existe riesgo de pérdida de seguridad del alimento.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
El juego es un aspecto esencial del desarrollo infantil. Los juguetes son recursos muy útiles para estimular el juego de los niños, pero en el momento de escogerlos debe protegerse la salud y la seguridad de los más pequeños siguiendo unas sencillas recomendaciones.
Los niños andan, gatean y corretean por toda la casa, así que no es nada raro que los más pequeños sufran alguna vez un percance al caerse de las escaleras. La prevención es el mejor remedio.
Cuando llega la temporada de baño, aumenta el riesgo de accidentes, principalmente los ahogamientos. Por ello, es prudente seguir unas recomendaciones de seguridad en el agua.
Lo que popularmente se conoce como corte de digestión, no existe como tal. Lo que realmente se sufre en una situación de estas es lo que conocemos como una hidrocución o un choque térmico diferencial.
Grabación del webinar sobre cómo mantener una alimentación saludable, equilibrada y variada que, además, sea respetuosa con el medio ambiente y económica. De la mano de Mireia Termes Escalé, dietista - nutricionista especializada en nutrición pediátrica del Servicio de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona.