Los 5 pasos que hay qué seguir si nuestro hijo sufre una torcedura, un esguince o una fractura
Es habitual que nuestros hijos sufran caídas y accidentes mientras juegan o practican algún deporte, lo que fácilmente puede traducirse en torceduras, esguinces o fracturas. Si esto ocurre, ¿cuáles son los primeros cuidados a aplicar?
Como padres, debemos estar preparados para administrar primeros auxilios si nuestros hijos sufren torceduras, esguinces o fracturas. En estos casos, es común que se produzca una inflamación en el área lesionada. Los primeros cuidados que pueden realizarse van dirigidos a controlar esta hinchazón y, así, disminuir el dolor y acelerar la recuperación.
Por eso, existe la llamada RICER, una técnica de primeros auxilios dirigida a tratar estas situaciones durante las primeras 48 horas.
El nombre RICER proviene de las iniciales en inglés de los cinco pasos inmediatos a seguir tras sufrir una torcedura, esguince o fractura:
Reposo (R – Rest): si se produce una de estas lesiones, es importante que nuestro hijo no realice ninguna actividad que suponga dolor o esfuerzo. Debe hacer reposo absoluto, ya que cualquier situación que implique mover la zona lesionada puede aumentar el sangrado o la hinchazón.
Hielo (I – Ice): aplicar hielo en la zona afectada es indispensable ya que reducirá el dolor y la inflamación. Durante las primeras 24 horas, es recomendable administrar hielo durante 15 minutos cada dos horas y, las siguientes 24 horas, cada cuatro horas.
Compresión (C – Compression): es importante vendar el área afectada, aunque no demasiado fuerte. El vendaje debe empezar justo debajo de la lesión e ir subiendo, hasta terminar aproximadamente un palmo por encima de la zona afectada.
Elevación (E – Elevation): elevar la zona lesionada del niño para que la inflamación se reduzca. Es aconsejable utilizar una silla o una almohada para las extremidades inferiores (éstas deben quedar por encima de la cadera), y un cabestrillo si la lesión está en el brazo.
Visita al doctor (R – Referral): es importante que el doctor evalúe la lesión (mediante rayos X, ultrasonidos, etc.) y, así, dé un diagnóstico y tratamiento definitivos.
En las primeras 48 horas después de sufrir este tipo de lesiones, en cualquier caso, es importante no aplicar calor ni masajes en la zona afectada, y no realizar ningún tipo de actividad, ni moderada ni intensa.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
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