Cómo reconocer cuando un niño presenta dificultad respiratoria
Identificar la dificultad respiratoria en niños, especialmente en los más pequeños es esencial. Aunque su presencia no indica su causa, reconocerla y evaluar su gravedad puede guiar la asistencia médica.
Escrito por:
Aleix Soler Garcia
Identificar y evaluar la dificultad respiratoria en niños: consejos importantes
Aprender a identificar cuándo un niño presenta dificultad respiratoria es clave para garantizar una atención médica precoz. Esto resulta especialmente importante en los niños más pequeños, los cuales a menudo no son capaces de verbalizar la sensación de falta de aire.
Es importante tener en cuenta que la dificultad respiratoria es una manifestación común a diversas enfermedades respiratorias. Por tanto, que un niño presente no nos indica cuál es la enfermedad que la provoca. Sin embargo, saber cómo reconocerla y cómo valorar su gravedad resulta esencial para identificar si necesita asistencia urgente.
Señales comunes de dificultad respiratoria en niños
Independientemente de cuál sea la causa de la dificultad respiratoria, existen algunos signos clínicos a explorar para detectarla.
- Frecuencia respiratoria. Es un indicador muy fiable del funcionamiento del aparato respiratorio. Cuando existe dificultad respiratoria, la frecuencia respiratoria aumenta, lo que se llama taquipnea.
- Utilización de la musculatura accesoria. En condiciones normales, durante la inspiración, la participación de los músculos del tórax y del cuello en la expansión del tórax es pequeña. Cuando hay dificultad respiratoria estos músculos aumentan su actividad, de tal forma que se puede observar cómo se marcan las costillas (tiraje subcostal e intercostal) y el vacío que existe en la región central del cuello, sobre el esternón (tiraje supraesternal). En recién nacidos y lactantes pequeños se puede observar movimiento de las alas de la nariz (aleteo nasal) y movimiento de balanceo entre el pecho y el abdomen (disociación toraco-abdominal). Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos signos resultan menos evidentes a medida que los niños crecen.
- En casos graves, puede observarse un cambio en la coloración de la piel del niño, que puede observarse azulada (cianosis) o pálida.
- Hay otros signos que de manera aislada no tienen por qué traducir que el paciente presente dificultad respiratoria, pero que a menudo acompañan a los anteriores. Estos signos incluyen aumento de la frecuencia cardíaca, sudoración excesiva, así como cansancio y decaimiento. En los niños más pequeños es habitual que esto se traduzca en rechazo a la ingesta de comida o lactancia, y es que el esfuerzo realizado parar nutrirse puede hacer agravar los signos de dificultad respiratoria.
Valoración de los ruidos pulmonares en niños: una herramienta importante
Si bien la valoración de los ruidos respiratorios precisa de conocimientos y de instrumental (fonendoscopio) médicos, en caso de pacientes con problemas respiratorios habituales, el pediatra puede instruir a sus cuidadores para reconocer los ruidos pulmonares típicos de la enfermedad, por lo que la familia adquiera progresivamente una mayor capacitación para su interpretación.
Así, los pacientes con asma o con bronquitis de repetición suelen presentar, en el contexto de una crisis (broncospasmo), un ruido agudo al final de la expiración. Estos ruidos se llaman sibilancias, y pueden llegar a escucharse sin necesidad de fonendoscopio.
Cabe mencionar también el ruido respiratorio en el contexto de la laringitis aguda. Se llama así a la inflamación de la laringe. Suele ser de causa vírica, es más frecuente en otoño e invierno, y de forma habitual empeora por la noche. El estrechamiento y la inflamación de la vía aérea a nivel de la laringe ocasiona que los pacientes típicamente presenten, además de dificultad respiratoria, afonía, ronquidos y una tos característicamente metálica y seca (sin producción de moco) que recuerda al ladrido de un perro. Además, también se puede escuchar un ruido agudo durante la inspiración del paciente, llamado estridor. Más allá de buscar asistencia médica rápida, una acción que puede mejorar la sensación de dificultad respiratoria del paciente es acercarlo a una fuente de aire frío y seco (como abrir las ventanas en invierno o la puerta del congelador en verano).
Escalas de valoración para dificultad respiratoria en enfermedades específicas
Las escalas que cuantifican la dificultad respiratoria evalúan varios signos y les gradúan otorgándoles una puntuación determinada en función de su intensidad. Así, el sumatorio de los diferentes parámetros evaluados se traduce en una puntuación final que permite establecer si el episodio es leve, moderado o gravo. Hay que tener en cuenta que las escalas se basan en aspectos objetivos (como la frecuencia respiratoria) y subjetivos (como la auscultación), por lo que su aplicación e interpretación debe ser llevada a cabo por personal médico.
El inconveniente es que estas escalas son específicas para cada enfermedad que ocasiona la dificultad respiratoria, como el broncospasmo, la bronquiolitis o la laringitis.
A continuación, se muestran algunas escalas de valoración de estas enfermedades.
- Escalera de BROSJOD. Se usa en pacientes con bronquiolitis así como en aquellos pacientes con crisis de broncospasmo menores de 2 años.
- Escala Pulmonary Score. Se usa en pacientes con crisis de broncospasmo mayores de 2 años.
- Escala de Westley modificada. Se usa para evaluar la gravedad de la laringitis, aunque es necesario interpretarla con precaución dado que tiende a infraestimar la gravedad del cuadro.
¿Qué hacer cuando se detectan signos de dificultad respiratoria?
En nuestro ambiente, la mayoría de pacientes que presentan dificultad respiratoria no requerirán ingreso hospitalario ni tratamiento intensivo. Sin embargo, como se ha reiterado, la dificultad respiratoria puede ser la manifestación de un problema potencialmente grave en caso de no recibir la debida atención médica.
Es por ello que en caso de que los cuidadores observen signos sugestivos de dificultad respiratoria, se recomienda acudir de forma rápida a un centro médico, para recibir una evaluación y tratamiento rápidos. Esta recomendación es especialmente importante en pequeños lactantes (particularmente los menores de tres meses) así como en aquellos pacientes con problemas de salud crónicos.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:
17/05/2016
Última modificación:
16/02/2024