Errores de medicación pediátrica por parte de los padres o cuidadores en el hogar
¿Qué son los errores de medicación?
Según la Asociación Americana de Centros de Control de Envenenamiento, se considera error de medicación a cualquier desviación involuntaria de una pauta terapéutica correcta, ya sea por error en la dosis administrada, en la frecuencia o en la vía de administración (por ejemplo, ingerir el contenido diluido de un sobre que debe aplicarse sobre la piel o mucosas) o por el uso de una medicación equivocada. Los errores de medicación son una causa prevenible de intoxicación, en ocasiones grave, en el niño.
¿Qué factores favorecen su aparición?
Los errores de medicación en los niños son especialmente frecuentes y, dado su menor peso corporal y la inmadurez de algunos órganos, las consecuencias pueden ser más graves.
Durante la infancia, las dosis de medicamentos, en general, se calculan según el peso y van a ser cambiantes a lo largo del tiempo. La mayoría de las veces, se utilizan preparados líquidos, que pueden dar pie a la confusión en las unidades a administrar (mililitros, centímetros cúbicos, cucharaditas, gotas, etc), sin olvidar que, a veces, los sistemas de dosificación pueden ser poco precisos o favorecer los errores, como es el caso de las jeringas con escala de dosificación según el peso o aquellas de volumen muy superior al que es necesario administrar.
Un buen ejemplo de esto es el incremento de las intoxicaciones por paracetamol relacionado con la comercialización del envase de 60 mililitros: en los niños más pequeños, la diferencia entre el volumen de la jeringa dosificadora (5 ml) y el volumen a administrar (aproximadamente 0,5 ml) da lugar a confusión y a la aparición de errores de medicación.
Otros factores favorecedores de los errores de medicación en los más pequeños son la frecuencia con la que estos sufren cuadros infecciosos y la preocupación que genera en los padres la presencia de fiebre o de tos persistente. Con frecuencia, esto provoca la utilización de varios medicamentos, a veces de forma alternante y a altas horas de la noche, siendo el cansancio y la falta de sueño de los cuidadores factores añadidos que pueden facilitar la aparición de errores.
¿Cuál es la magnitud del problema?
Según el Grupo de Trabajo de Intoxicaciones de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría, los errores de medicación motivan cerca del 10% de las consultas a urgencias por sospecha de intoxicación y afectan especialmente a los menores de 2 años. En nuestro servicio de urgencias, donde se atienden pacientes hasta los 18 años y, por tanto, las intoxicaciones voluntarias son frecuentes, los errores de medicación causan alrededor del 5% de las visitas tras exposición a tóxicos. En concreto, entre los años 2012 y 2020, consultaron en nuestro servicio de urgencias 134 pacientes tras un error de medicación. De estos, en 55 casos estaba implicado algún analgésico o antitérmico, especialmente el paracetamol (46 casos, 35% del total).
Otros fármacos involucrados fueron los medicamentos anticatarrales o utilizados en enfermedades respiratorias (18 casos; 13,5%), los utilizados en problemas de salud mental (17 casos; 12,5%), antibióticos (11 casos; 8%), antiepilépticos (8 casos; 6%), medicación para enfermedades cardiovasculares (8 casos; 6%) y un grupo variado o “cajón de sastre” dentro del cual destaca la vitamina D, causante del error en 10 pacientes (7,5%). Aunque en la mayoría de los casos no apareció toxicidad significativa o ésta fue leve, 3 pacientes presentaron toxicidad moderada o grave, y en un caso fue necesario el ingreso en la unidad de cuidados intensivos.
En EEUU, donde los Centros de Control de Envenenamiento son ampliamente utilizados por la población general, así como por los profesionales de la salud, se reciben más de 60.000 consultas anuales en relación a errores de medicación en menores de 6 años, lo que equivale a una llamada cada 8 minutos.
Los estudios realizados por dichos centros muestran que la frecuencia con la que se producen los errores de medicación disminuye a medida que aumenta la edad, y tiene un pico estacional, siendo más frecuentes en invierno.
Además, ponen en evidencia que la mayor parte de los errores se producen con medicamentos en presentaciones líquidas y el motivo más frecuente es la repetición de la dosis, seguido por la administración de una dosis equivocada. Como en nuestro entorno, la mayoría de los errores no dan lugar a toxicidad importante, pero algunos casos son muy graves o incluso mortales. Entre los años 2002 – 2012, los Centros de Control de Envenenamiento recogieron 25 fallecimientos en niños menores de 6 años tras un error de medicación producido fuera del ámbito sanitario.
¿Qué puedes hacer para prevenirlos?
- No administres a los niños ninguna medicación que no haya sido indicada por un profesional sanitario.
- Pide las indicaciones para su administración por escrito, incluida la cantidad y el intervalo entre dosis. Asegúrate de que las entiendes y no existen dudas con las unidades prescritas (recuerda: 1 mililitro equivale a 1 centímetro cúbico).
- Lee con atención el prospecto para asegurar que has entendido la forma de administración y que no se están repitiendo medicaciones (sobre todo cuando contienen varios principios activos).
- Cumplimenta un registro de la medicación administrada que evite la repetición equivocada de una misma dosis, en especial cuando hay diferentes cuidadores. Si lo prefieres, utiliza las nuevas tecnologías para ayudarte (alarmas o aplicaciones de recordatorio de medicación).
- Mide la dosis con exactitud. Asegúrate de que el dispositivo medidor que utilizas es el que contiene el envase de la medicación y que no induce al error (mucha atención, por ejemplo, con las jeringas que indican directamente la cantidad a administrar según el peso del niño). No utilices nunca cucharas de cocina, pues son muy imprecisas.
- No sobretrates la fiebre (el paracetamol es el medicamento más frecuentemente implicado en los errores de medicación y puede producir intoxicaciones graves).
- Evitar alternar medicamentos.
- No utilices medicamentos anticatarrales, en especial en niños pequeños, ya que son medicamentos poco útiles y con elevada toxicidad. En EEUU, la publicación, por parte de la Academia Americana de Pediatría de unas recomendaciones para evitar el uso de estos fármacos en la infancia, dio lugar a un descenso significativo de los errores de medicación.
- Supervisa la toma de medicación por parte de tus hijos mayores. Los menores de 12 años no deben tomar nunca fármacos sin supervisión, aunque sea su medicación habitual. En los mayores de esta edad, mantén la vigilancia hasta asegurarte de que pueden ser autónomos.
- Comparte la información detallada de cómo administrar la medicación a los niños con todos sus cuidadores y asegúrate de que todos ellos las han entendido correctamente.
Recuerda, ante cualquier duda consúltalo siempre con el especialista.
Escrito por:
Lidia Martínez Sánchez
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:
11/01/2022
Última modificación:
11/10/2024