Las picaduras de pulgas, en la mayoría de los casos, solo ocasionan una leve molestia a sus huéspedes. Sin embargo, algunas personas pueden tener una fuerte reacción alérgica a la saliva de la pulga, ocasionando erupciones más extensas.
Las pulgas son pequeños insectos de 2 milímetros (no más grandes que la punta de un alfiler o de un bolígrafo) de color marrón claro a negro y con un caparazón duro, resistente a altas presiones, incluso a la ejercida por los dedos. Tienen pequeñas garras en los extremos de las patas que les permiten anclarse a personas o animales. No tienen alas, por lo que se mueven saltando de un lado a otro. Son muy ágiles y pueden dar saltos de hasta 20 centímetros.
Los huéspedes de las pulgas son múltiples animales, como perros, gatos, ratas, conejos, ardillas, e incluso los humanos. Sin embargo, estos animales pueden vivir muchos meses sin estar en un animal huésped, pasando largas temporadas alojados en lugares como alfombras, armarios o cualquier otro lugar oscuro y seco del hogar. Aunque no tengas mascotas, puedes tener en casa pulgas que provienen del exterior, como el jardín o zonas sombreadas de porches y pilas de leña. Las pulgas se alimentan de la sangre de sus huéspedes, pudiendo causar anemia en algunos animales.
Las picaduras de pulgas tienen un aspecto bastante característico, formando unos diminutos puntos rojos en la piel donde han picado y con una reacción inflamatoria alrededor en forma de picadura, similar a la de un mosquito. La inflamación puede ser mayor o menor dependiendo de la reacción alérgica individual de cada uno. En general es característico que aparezcan varias picaduras que suelen agruparse y estar en línea.
Suelen picar en zonas de mayor riego sanguíneo como los tobillos o las partes inferiores de las piernas, pero también en otras zonas con mucho pelo. La picadura produce un picor que suscita una necesidad de rascado, por lo que pueden observarse costras y rascadas cerca de la picadura.
En la mayoría de los casos, las picaduras de pulgas solo ocasionan una leve molestia a sus huéspedes. Sin embargo, algunas personas pueden tener una fuerte reacción alérgica a la saliva de la pulga, ocasionando erupciones más extensas.
Por otro lado, las pulgas pueden transmitir enfermedades como el tifus y la devastadora peste bubónica, transmitida entre ratas y humanos por pulgas de rata.
La pulga común, la del perro y la pulga del gato pueden ser huéspedes intermediarios de parásitos como las tenias, que pueden llegar a parasitar el hombre.
Otros insectos pueden producir picaduras difíciles de diferenciar de las picaduras de pulgas. Los mosquitos causan unas picaduras más rojas y abultadas, sin la parte central de color rojo oscuro. Además, suelen producir picaduras en áreas descubiertas del cuerpo, y de forma aleatoria en la piel, no alineadas.
Los chinches de cama son otros insectos que se alimentan de sangre humana. A diferencia de las pulgas, éstos sólo salen de noche por lo que el picor es predominantemente nocturno. Por otro lado, los chinches suelen picar en la parte superior del cuerpo, en el rostro, abdomen, brazos y manos. De forma similar a las pulgas, suelen mostrarse en picaduras agrupadas en línea.
Las picaduras de pulgas no requieren en general ningún tratamiento específico.
El prurito (picor) ocasionado por la picadura puede aliviarse con cremas que contengan antihistamínicos o corticoides tópicos. Aplicar hielo (no en contacto directo con la piel) o cremas con aloe vera puede aliviar el picor. Los antihistamínicos orales pueden ser necesarios si el picor es muy intolerable.
Es importante evitar el rascado, dado que produce mayor picor y además puede ser la causa de que se sobreinfecten las picaduras por alguna bacteria.
Si alguna picadura se ve más roja, con supuración o dolorosa, o bien se acompaña de fiebre, malestar general y otros síntomas, es aconsejable consultar a un médico por si requiere un tratamiento específico.
Para eliminar las pulgas del hogar es importante tratar las posibles fuentes de pulgas: mascotas y el hogar. Es importante revisar a la mascota por si pudiera tener pulgas: pasar un peine de púas y observar si se rasca pueden ser estrategias útiles para identificar si la mascota tiene pulgas. En caso de que tenga, pueden emplearse champús y polvos antipulgas o incluso collares antipulgas para tratar las pulgas de la mascota. En caso de duda, es recomendable consultar al veterinario para que indique el mejor tratamiento antipulgas para el animal.
Para eliminar las pulgas de casa, será importante pasar la aspiradora por todos los rincones de casa, incluyendo alfombras y lugares húmedos, oscuros y cerrados. Toda la ropa con la que es posible que el animal haya estado en contacto (fundas de sofá, ropa de cama, ropa personal) se debe lavar con agua muy caliente (mínimo 60 ºC). Para eliminar completamente las pulgas de casa es posible que sea necesario usar insecticidas específicos para pulgas, y que esto implique salir de casa por un tiempo hasta que el aerosol se seque. Una compañía de control de plagas puede ser de utilidad para tomar la mejor decisión en cuanto a pesticidas.
Conoce todo sobre las chinches, esos molestos insectos que pueden infestar tu hogar y causar picaduras irritantes. Aprende a identificar, prevenir y tratar una infestación para mantener tu hogar libre de estos intrusos.
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