La época estival es el momento perfecto para disfrutar de la naturaleza en familia, realizar excursiones y darnos un baño en el mar. Por ello, uno de los accidentes más comunes durante el verano son las picaduras de insectos y otros animales. Aunque no suelen ocasionar complicaciones de salud, sí podemos conocer algunas medidas de primeros auxilios para facilitar la desaparición de los síntomas.
Picaduras de abeja y avispa
Tras una picadura de abeja o avispa se produce enrojecimiento e hinchazón a nivel local. La lesión suele ser única en el caso de las abejas (dejan el aguijón clavado a la piel) y múltiple en el caso de las avispas (no dejan el aguijón en la piel, por lo que pueden picar más de una vez).
Es típico el dolor y picor muy intenso de pocas horas de duración, aunque en algunas ocasiones puede durar más tiempo.
¿Qué hacer?
Lavar la zona con agua y jabón, dos o tres veces al día hasta que se cure la piel.
Retirar cuidadosamente el aguijón (en el caso de la abeja) sin raspar la zona y sin apretar el saco que contiene el veneno.
Se puede aplicar calor local (la toxina se destruye con el calor).
Si el dolor es intenso, dar tratamiento analgésico (paracetamol o ibuprofeno).
Si hay picor, se pueden administrar antihistamínicos y algún corticoide tópico para disminuir la inflamación.
En caso de alergia se debe llevar siempre encima un antihistamínico o adrenalina para administrar en caso de picadura.
En niños sanos, una sola picadura no suele producir más complicaciones. Pero hay acudir al médico si:
Picadura en la boca: puede producir obstrucción respiratoria.
Más de 50-100 picaduras: pueden producir síntomas gastrointestinales, convulsiones, etc.
Reacción anafiláctica: puede producirse tras una única picadura. Consiste en dificultad para respirar, diarrea, vómitos, mareo, malestar general, piel pálida y fría, etc.
Picadura de mosquito
Las picaduras más frecuentes son las causadas por los mosquitos. Cada mosquito suele picar una sola vez, por lo que las lesiones no aparecen agrupadas. Tras una picadura se produce una reacción local a las 2 horas aproximadamente y persiste uno o dos días.
Cada picadura puede llegar a convertirse en una pápula que pica a veces de forma desesperante. Hay que evitar que el niño se rasque, porque incrementará el picor y, además, puede erosionar la piel y provocar una infección de la zona.
¿Qué hacer?
Aplicar frío local para mejorar las molestias.
Vigilar signos de sobreinfección: piel más roja, pus, costra amarillenta, etc.
Mantener a los niños alejados de las zonas con más concentración de mosquitos y especialmente a primera hora de la mañana y al atardecer. Usar ropa de colores claros y, siempre que sea posible, manga y pantalón largo.
Se pueden usar repelentes de mosquitos, aunque se desaconseja su uso en niños a concentraciones superiores al 10% y en niños menores de dos años o sobre piel erosionada.
Picadura de medusa
Produce sensación de dolor y picor intenso, acompañado de inflamación y enrojecimiento habitualmente lineal. Posteriormente, la zona puede quedar más oscura.
En los niños es frecuente la aparición de ampollas. Las lesiones pueden persistir semanas. Es raro que aparezcan síntomas de mayor gravedad como náuseas, vómitos y mareo.
¿Qué hacer?
Lavar la zona con agua salada o suero fisiológico sin frotar (nunca agua dulce porque puede romper las células y empeorar los síntomas).
Retirar los tentáculos con pinzas protegiendo bien las manos.
No frotar o rascar.
Aplicar frío seco (hielo cubierto con un paño, toalla, bolsa de plástico, etc., nunca directamente) durante unos 10 minutos.
Si el dolor o el picor son muy intensos, se pueden administrar antihistamínicos orales, analgésicos, corticoides tópicos.
Si el dolor no se controla con fármacos orales o el estado del niño empeora, se tendrá que acudir a un centro médico de inmediato.
Picadura de pez araña
El pez araña es un tipo de pez de agua salada, que habita en el fondo marino, suele vivir enterrado en la arena. Produce un dolor muy intenso que puede durar 24 horas y aumenta progresivamente.
Se acompaña de inflamación y sensación de hormigueo. A veces, incluso puede llegar a provocar dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
¿Qué hacer?
Sumergir el pie en agua muy caliente (sin que llegue a quemar) al menos 30-60 minutos. El veneno se destruye con el calor.
Limpiar y desinfectar la herida.
Retirar la espina clavada.
No hacer torniquetes ni cortes.
Ante la duda, acudir a un centro médico. Acudir siempre si el dolor no se controla o si aparecen síntomas graves.
Acudir al centro de salud y revisar la vacunación contra el tétanos.
Ante una picadura, ¿cuándo ir al médico?
Debemos buscar atención médica si presentamos alguno de estos síntomas o empeora nuestra salud después de una picadura:
Dificultad para respirar, respiración rápida o entrecortada.
Hinchazón en cualquier parte de la cara o en la boca.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Viajar, ya sea en la otra parte del mundo o en la ciudad de al lado de casa, aporta a los niños grandes beneficios para desarrollarse social y emocionalmente, y les genera una nueva actitud ante la vida y hacia los demás. Así que, ¿ya sabes dónde vas a ir las próximas vacaciones?
¿Son adecuados los deberes durante el verano? Si entendemos los deberes de verano como el "típico" cuaderno que hay que rellenar quizá esta no sea la mejor opción.
¡Por fin llega el verano! Sin embargo, junto con el calor y la playa, también llegan las medusas, cuyo veneno puede causar urticaria, dolor e incluso reacciones alérgicas graves. Aprende como actuar ante una picadura de medusa.