Picaduras de garrapata: la técnica correcta para retirarlas de la piel
En los últimos años el cambio climático ha contribuido a la expansión de las garrapatas, encontrándose en zonas que tradicionalmente no eran su hábitat. Algunas de ellas pueden ser transmisoras de enfermedades como la enfermedad de Lyme, sin duda la más preocupante, pero también Tibola o Debonel y la fiebre botonosa mediterránea entre otras. Aprende cómo protegerte de las garrapatas y cómo extraerlas correctamente de la piel.
Las garrapatas son un tipo de artrópodos que utilizan a otros animales como reservorios, huéspedes que necesitan para sobrevivir y reproducirse. En los últimos años el cambio climático ha contribuido a su expansión, encontrándose en zonas que tradicionalmente no eran su hábitat. Hay muchos tipos de garrapatas y sólo algunas son capaces de transmitir infecciones.
El riesgo de que a través de su picadura, o mejor dicho mordedura, podamos enfermar depende del lugar donde suceda, de la estación del año, del tipo de garrapata, y de que el artrópodo sea portador del patógeno responsable. Es fácil, pues, deducir que el riesgo de contagio es bajo.
Entre las enfermedades que pueden trasmitir las garrapatas se encuentran la enfermedad de Lyme, sin duda la más preocupante, pero también Tibola o Debonel y la fiebre botonosa mediterránea entre otras.
¿Cómo se debe retirar una garrapata?
La forma correcta de quitar una garrapata es usar unas pinzas finas de borde curvo y sujetar la garrapata lo más cerca posible de la piel. No debe utilizarse ningún tipo de producto (jabón, petróleo, vaselina...) ni tampoco fuego, pues éstos podrían introducirse al organismo a través de la lesión producida por la picadura.
El procedimiento para quitar una garrapata, normalmente adherida a las extremidades, la espalda o al cuero cabelludo.
Usar pinzas curvas para sujetar la garrapata lo más cerca de la superficie de la piel.
Tire hacia arriba suavemente, pero con firmeza, ejerciendo una presión uniforme y constante. No debe apretarse para evitar aplastar o perforar el cuerpo de la garrapata, pues facilitaría la entrada de los patógenos, si lo contiene al organismo. Si quedase alguna parte de la garrapata adherida, no debe hurgarse la piel y esperar que sea expulsada.
Después de quitar la garrapata, debe limpiarse bien la zona de la piel afectada y las manos de la persona que la extraído con agua y jabón.
Después de quitar la garrapata:
Guardarla, puede ser estudiada y poder determinar en caso de clínica del paciente, si es portadora de Borrelia u otros patógenos.
Si ha permanecido adherida a la piel durante más de 36 horas, debe consultarse con el médico o pediatra, para que él pueda determinar si se cumplen las condiciones para prescribir un tratamiento antibiótico, que no es casi nunca necesario.
Prevención y protección frente a las picaduras de garrapatas
Debemos recordar que las infecciones de garrapatas se pueden prevenir con medidas de protección que eviten ser picado por garrapatas.
Se aconseja llevar ropas claras en las salidas al campo que permiten la identificación del artrópodo antes de que se ancle a la piel.
En las actividades al aire libre se debe exponer la menor superficie corporal posible al contacto con el entorno (pantalones largos dentro de los calcetines, camisa dentro de los pantalones, camisa de manga larga y gorro).
Usar repelentes que han de aplicarse sobre la ropa y no directamente sobre la piel: N,N-diethyl-m-toluamide (DEET) al 20-30% repele la picadura y puede ser aplicado directamente sobre la piel. También otros como: IR3535 (3-[N-Butyl-N-acetyl]-aminopropionic acid, ethyl ester) y los repelentes con Picaridin (1-piperidinecaboxylic acid, 2-[2-hydroxyethyl], 1- methlypropyl ester) a unas concentraciones mayores del 15%.
Desparasitación de los animales de compañía para evitar la presencia de garrapatas en el hogar y/o casas de campo.
Es fundamental que, en el caso de ser picado por garrapatas, éstas deben retirarse lo antes posible.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Oteo JA, Corominas H, Escudero R, Fariñas-Guerrero F, García-Moncó JC, Goenaga MA, Guillén S, Mascaró JM, Portillo A. Executive summary of the consensus statement of the Spanish Society of Infectious Diseases and Clinical Microbiology (SEIMC), Spanish Society of Neurology (SEN), Spanish Society of Immunology (SEI), Spanish Society of Pediatric Infectology (SEIP), Spanish Society of Rheumatology (SER), and Spanish Academy of Dermatology and Venereology (AEDV), on the diagnosis, treatment and prevention of Lyme borreliosis. Enferm Infecc Microbiol Clin (Engl Ed). 2023 Jan;41(1):40-45. doi: 10.1016/j.eimce.2022.11.011. PMID: 36621247. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36621247/
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