Los trastornos ortopédicos más comunes en los niños
Muchos niños padecen trastornos ortopédicos, como tener los pies planos o hacia dentro, las piernas arqueadas o en X, o caminar con los dedos de los pies entre otros. ¿Cómo se diagnostican y se corrigen los principales trastornos ortopédicos?
A medida que tu hijo va creciendo, quizá te des cuenta que presenta algunos problemas a la hora de caminar.A continuación se describen los trastornos ortopédicos más frecuentes en la infancia y cómo se pueden tratar.
Pies planos
Uno de los principales problemas ortopédicos en los niños son los pies planos. Cabe decir que la mayoría de bebés nacen con los pies planos pero, a medida que crecen, el arco aumenta. En ocasiones, el arco no se acaba de desarrollar por completo y es, en estos casos, cuando hablamos de pies planos. En general, el primer signo de este problema es lo que se describe como ‘tobillos débiles’, ya que los tobillos parecen torcerse hacia dentro.
Los pies planos no suponen ningún problema ni deben generar preocupación entre los padres. En la mayoría de casos no se recomienda ningún tratamiento, ningún tipo de calzado especial afecta al desarrollo del arco de los pies.
Existe la creencia de que los niños con pies planos son más patosos, pero los pies planos no deberían interferir con la capacidad de un niño de practicar actividad física o deporte.
Se suele aplicar tratamiento cuando el trastorno provoque dolor al niño. En estos casos el pediatra puede recomendar plantillas correctoras o apoyos especiales para el arco dentro del zapato.
Pies varos o torcidos hacia dentro
Muchos bebés tienen las piernas torcidas hacia dentro de manera natural cuando empiezan a ponerse de pie, generalmente entre los 8 y 15 meses de edad. Cuando el problema continúa con la edad, se convierte en un trastorno, normalmente producto de un giro hacia dentro de las caderas (que recibe el nombre de anteversión femoral). En general, los pies varos no suponen ningún inconveniente para andar, correr o practicar deporte, y no se suele recomendar ningún tratamiento.
Es un trastorno que suele desaparecer de manera natural en la adolescencia, cuando se adquiere un mayor control y coordinación musculares.
Piernas arqueadas
Algunos niños pueden presentar una curvatura excesiva hacia el exterior desde la rodilla hacia abajo. Las piernas arqueadas suelen afectar a lactantes y pueden ser hereditarias.
En general, se corrigen de forma natural, pero cuando el problema no se corrige pasados los dos años o sólo afecta a una pierna, puede tratarse de una afección más grave, como es el caso del raquitismo o la enfermedad de Blount:
Raquitismo: es una enfermedad derivada, en general, de una dieta carente de vitamina D o calcio, y que afecta al crecimiento óseo. El arqueamiento de piernas es uno de sus signos característicos. En la mayoría de casos, el raquitismo y su consecuente arqueamiento de piernas pueden corregirse con una dieta rica en vitamina D y calcio, excepto en el caso de que la enfermedad sea producto de un trastorno genético; entonces, necesitará otro tipo de tratamiento más especializado.
Enfermedad de Blount: se trata de un trastorno que provoca que la parte superior del hueso de la tibia crezca de manera anómala. Se desconoce la causa, pero suele manifestarse cuando el pequeño tiene alrededor de dos años. Normalmente, se trata con un corrector ortopédico o cirugía entre los 3 y 4 años.
Piernas en X
En general, los niños entre 3 y 6 años tienen las piernas en X, aunque de manera moderada.
En la mayoría de casos, las piernas se alinean de manera natural a medida que el niño crece y, por ello, no suele requerirse ningún tratamiento. Cuando las piernas en X están muy acentuadas y más pronunciadas en un lado que en otro, pueden necesitar tratamiento individualizado.
Caminar cargando el peso sobre los dedos de los pies
Se trata de una característica habitual en niños de entre 1 y 3 años, cuando están aprendiendo a andar. En la mayoría de casos, esta forma de caminar cambia alrededor de los 2 años pero, cuando persiste pasada esta edad, puede ser un problema y, por ello, es recomendable visitar al pediatra; cuando niños de más edad caminan exclusivamente de este modo o lo hacen con una pierna pero no con la otra, puede ser producto de otros trastornos, como la parálisis cerebral u otros problemas de origen neurológico.
Si no es producto de otra afección, puede tratarse ocasionalmente: por ejemplo, escayolando el pie junto con el tobillo durante unas 6 semanas para fortalecer los músculos de la pantorrilla.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
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