Los trastornos por calor: causas, síntomas y tratamiento
El calor y las altas temperaturas pueden afectar la salud de los pequeños. Aunque el cuerpo elimina ya mucho calor con el sudor, cuando el sol aprieta, el sistema natural de control de temperatura del cuerpo puede fallar y traducirse en graves trastornos. ¿Cuáles son los trastornos por calor más frecuentes? ¿Cómo prevenirlos?
Principales trastornos causados por el calor
- Calambres: Afectan a los músculos de las piernas, de los brazos y del abdomen y suelen ser muy fuertes aunque no suelen durar demasiado. Se producen si los niños han practicado deporte o actividad física muy intensa en temperaturas de calor extremo. La causa principal es la falta de hidratación. Debes saber que los calambres se producen, en esencia, porque al sudar, el cuerpo pierde sales minerales y líquidos. Entonces, los músculos se contraen y producen este efecto. De este modo, la mejor forma de tratar los calambres es beber mucho líquido y estar en un lugar fresco. Además, los masajes también son una buena idea para calmarles el dolor. Evitar calambres es fácil si tus hijos están siempre bien hidratados y no practican ejercicio cuando las temperaturas son muy altas.
- Insolación: La insolación es un trastorno más grave. Los principales síntomas de la insolación son el cansancio, debilidad, náuseas, respiración rápida, dolor de cabeza e irritabilidad. Si tus hijos están en un ambiente muy cálido y no han bebido suficiente líquido, corren el riesgo de sufrir este trastorno. Por este motivo, recuerda llevarles siempre a lugares donde haya sombra, dales de comer y de beber con frecuencia e intenta que se vayan mojando con agua fresca.
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Golpe de calor: El trastorno más grave que las altas temperaturas pueden provocar son los golpes de calor. Ante un ambiente de calor extremo, el cuerpo de los pequeños puede perder la capacidad de regular la temperatura y llegar a niveles tan elevados como 41 grados. En estas condiciones, el cerebro puede sufrir lesiones o incluso, en casos muy extremos, se puede llegar a la muerte. Por este motivo, si en condiciones de mucho calor ves que tu hijo tiene la piel enrojecida, caliente y seca, dolores de cabeza, mareos, cansancio exagerado, fiebre superior a 40 grados o incluso pierde la consciencia, pide enseguida atención médica. Mientras tanto, llévalo a la sombra, desvístele y aplícale paños mojados con agua fresca. Si notas que pierde la consciencia, no le des de beber, pues lo pones en peligro de atragantarse.
Cómo prevenir los trastornos por calor
No sufrir este tipo de trastornos causados por el calor es sencillo si se siguen los siguientes consejos:
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Enseña a tu hijo que debe beber agua de forma regular a lo largo del día cuando hace mucho calor. Evitar las bebidas azucaradas o gaseosas. Los bebés amamantados pueden necesitar tomas supletorias en un clima caluroso, pero en la mayoría de casos no se necesitan otras bebidas.
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Ponle ropa holgada y de colores claros, principalmente de algodón.
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No dejar a los bebés durmiendo en un cochecito que puede haberse calentado.
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Siempre que pueda, evitad tener el bebé o niño pequeño en el exterior durante los periodos de calor extremo.
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Evitar practicar deporte entre las 12:00 h y las 18:00 h.
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Nunca dejes al pequeño dentro de un coche si hace mucho calor: si la temperatura exterior es de más de 30 grados, la interior puede llegar a los 50 °C en pocos minutos.
Escrito por:
Mariona Fernández de Sevilla Estrach
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Publicación:
13/06/2024
Última modificación:
13/06/2024