Coronavirus

¿Qué es el coronavirus?

Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar enfermedades en animales y también en humanos, como el resfriado común o la SARS (síndrome respiratoria aguda severa). 

La principal fuente de infección son los pacientes infectados por COVID-19. La transmisión en periodo de incubación para personas asintomáticas es a través de las gotas respiratorias cuando los pacientes tosen, hablan o estornudan. El contacto cercano también es una fuente de transmisión, por ejemplo, a través del contacto con la boca, nariz o conjuntiva ocular a través de la mano contaminada. 

El periodo de incubación, es decir, el tiempo que transcurre desde que una persona se infecta por el virus hasta que presenta síntomas, oscila, en general, entre los 4 y los 7 días, en el 95% de las ocasiones es menor a 12,5 días. Los límites extremos se han establecido entre 2 y 14 días después del contagio. 

Los casos pediátricos documentados son menos frecuentes que en adultos y de carácter más leve, aunque todo el espectro de gravedad parece posible. Son raros los casos en los que se produce neumonía grave o cuadros inflamatorios generalizados similares a la enfermedad de Kawasaki. 

¿Cuáles son sus símtomas?

La infección COVID-19 puede presentarse con una enfermedad leve, moderada o grave incluyendo neumonía severa, síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA), sepsia y choque séptico.

Los síntomas iniciales son similares a los de la gripe: 

• Fiebre

• Tos

• Estornudos

• Dolor de cuello

• Dolor articular

• Pérdida de olfato y gusto

En algunos casos puede presentarse neumonía y dificultad respiratoria que puede producir la muerte. 

Las personas de edad avanzada y las personas con afecciones comórbidas (como diabetes o cardiopatías) parecen correr un mayor riego de caer gravemente enfermos por el virus.

¿Cómo se diagnostica?

Existen diferentes pruebas diagnósticas para la detección del virus: 

• PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): Esta prueba detecta la presencia del ARN del virus en una muestra nasal o de la garganta. Es una de las pruebas más precisas y utilizadas para diagnosticar infecciones activas para COVID-19.

• Pruebas de Antígenos: Son rápidas y menos costosas que las pruebas PCR. Similar a la PCR, se toma una muestra nasal o de la garganta del paciente. Sin embargo, en este caso, la prueba detecta proteínas específicas del virus (antígenos) en lugar de su material genético.

• Pruebas de Anticuerpos (Pruebas Serológicas): Se toma una muestra de sangre del paciente. Esta prueba busca la presencia de anticuerpos específicos contra el virus en la muestra de sangre del paciente. Se utilizan para determinar si alguien ha tenido previamente la infección por COVID-19, pero no son adecuadas para diagnosticar infecciones activas.

• Pruebas de Secuenciación Genómica: En esta prueba, se secuencia el ADN o ARN del virus presente en la muestra recolectada. Son menos comunes y se utilizan principalmente para investigaciones epidemiológicas y para estudiar mutaciones y variantes específicas del virus.

¿Cuál es su tratamiento?

Actualmente hay cuatro vacunas disponibles, desarrolladas por las farmacéuticas Pfizer/BioNTech (BNT162b2), Moderna (mRNA-1273), Astra-Zeneca y Janssen, disponibles en nuestro país. Las dos primeras funcionan a través de un mecanismo nuevo de ARN mensajero (ARNm) y las otras dos a través de un adenovirus inactivo sin capacidad de replicarse (un tipo de virus que infecta a través de las membranas, como las vías respiratorias o los intestinos). Tanto el ARNm como los adenovirus codifican, es decir, enseñan a nuestras células a producir la proteína de superficie o proteína pico del coronavirus SARS-CoV-2 (glicoproteína S). 

Para conseguir una respuesta óptica son necesarias dos dosis de las vacunas Pfizer/BioNTech, Moderna i Astra-Zeneca y una única dosis de una vacuna de Janssen. Para aquellas vacunas que precisen dos dosis, los intervalos entre ellas varían y también los grupos de población. 

El efecto secundario más común es el dolor en el lugar de la inyección, especialmente en las 12 - 24 horas posteriores a la administración. La fatiga y el dolor de cabeza son otros efectos secundarios relativamente comunes y menos frecuente es la fiebre elevada. Estos efectos secundarios se resuelven generalmente a las 48 horas y responden al paracetamol y al ibuprofeno. 

¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?

Hay unas medidas de protección básicas frente al nuevo coronavirus:

• Lavarse las manos con frecuencia con un desinfectante de manos a base de alcohol o con agua y jabón.

• Las personas con infección respiratoria aguda de áreas potencialmente afectadas deben adoptar medidas de higiene respiratoria: al toser o estornudar, debe cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo, que se deberá tirar rápidamente.

• Mantener como mínimo un metro de distancia con aquellas personas que tosen, estornudan o que tengan fiebre.

• Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca. Con las manos tocamos muchas superficies que pueden estar contaminadas y al tocarnos la nariz, la boca o los ojos podemos transmitirnos el virus.

• Pedir atención médica en caso de fiebre, tos y dificultad para respirar en caso de haber viajado a un área endémica o haber estado en contacto con alguna persona con síntomas considerada como un caso.