Medidas higiénicas en la alimentación celíaca: cómo evitar la contaminación cruzada con gluten
Un aspecto fundamental en la alimentación sin gluten es la higiene alimentaria. La contaminación cruzada de los alimentos durante su procesamiento, preparación o almacenamiento con otros ingredientes que sí contienen gluten. La razón principal de esta contaminación es la falta de conocimiento o cuidado en la separación estricta de los alimentos.
La alimentación cruzada en los hogares puede ocurrir por muchos motivos. El uso compartido de utensilios de cocina, tablas de cortar, tostadoras, tarros y recipientes o incluso por la manipulación de alimentos por personas que previamente han tocado productos con gluten puede provocar la contaminación con gluten.
Para los niños y niñas con celiaquía, la ingesta de pequeñas cantidades de gluten como consecuencia de la contaminación cruzada puede desencadenar malestar y una respuesta inmunológica que daña el revestimiento del intestino delgado. Esto no solo provoca síntomas gastrointestinales inmediatos, como dolor abdominal y diarrea, sino que también puede llevar a deficiencias nutricionales a largo plazo, problemas de crecimiento y desarrollo, y otras complicaciones de salud más serias.
Es crucial que las familias adopten medidas rigurosas para evitar la contaminación cruzada y proteger la salud de los niños celíacos. Para evitar la contaminación cruzada, es muy importante que sigas estas indicaciones:
Sustituir el paño de cocina para secar las manos y los utensilios por papel de un solo uso.
No utilizar materiales porosos, como utensilios de madera.
Las elaboraciones sin gluten deben prepararse antes que las del resto de la familia.
Elaborar los alimentos sin gluten sobre superficies limpias (mediante agua y jabón) y con las manos recién lavadas.
No reutilizar el aceite, el agua de cocción ni los caldos cuando se han elaborado en ellos productos con gluten.
Los alimentos sin gluten y los alimentos con gluten se deberán almacenar por separado, tanto en armarios, como en neveras y congeladores. Deben quedar identificados mediante etiquetas. En caso de que el espacio se deba compartir con productos con gluten, los productos sin gluten se colocarán en el estante superior.
Una vez abierto el envase se recomienda hacer un traspaso a un recipiente hermético e identificar el producto.
Las harinas y el pan rallado deberán estar almacenados en recipientes herméticos y deberán almacenarse aislados.
Utilizar salero de mesa para aderezar los alimentos y evitar contaminación cruzada.
Los productos de untar (mantequillas, mermeladas, etc.) deben ser de uso exclusivo o en monodosis.
La tostadora, sandwichera o máquina de hacer pasta son utensilios de uso exclusivo, por tanto, no se podrán compartir para la elaboración de alimentos con y sin gluten, aunque se limpien previamente.
El horno o microondas no se puede compartir para la elaboración de alimentos con y sin gluten de manera simultánea y siempre deberá limpiarse (con agua y jabón) previamente antes de la elaboración de preparaciones sin gluten.
Las panificadoras son de uso exclusivo. Se requiere disponer de una panificadora específica para la elaboración de panes sin gluten.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
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Muchas personas han retirado el gluten de su dieta sin un motivo médico, lo que puede dificultar el diagnóstico de patologías relacionadas con el gluten.
A continuación, se presentan una serie de consejos prácticos y estrategias efectivas para que las familias puedan gestionar de manera adecuada la alimentación en la enfermedad celíaca.