El deporte en la infancia no solo promueve la salud física, sino que también desempeña un papel crucial en la educación y socialización. Los niños aprenden valores como la responsabilidad, el respeto y la deportividad a través de una práctica deportiva positiva. El fairplay, o juego limpio, es esencial en este proceso, fomentando el respeto por las reglas, el equipo adversario y el esfuerzo propio. Los padres, entrenadores y educadores desempeñan un papel fundamental al establecer una comunicación efectiva, promover la participación deportiva saludable y enseñar a los niños a afrontar la competición con deportividad.
Fomento del fairplay y valores prosociales a través del deporte infantil
La práctica regular de actividades físicas-deportivas en la infancia tiene una gran utilidad educativa y socializadora, importante para el desarrollo moral y para la adquisición de valores prosociales.
Cuando el personal educador, entrenador y familiares contemplan un enfoque positivo, el deporte contribuye a la enseñanza de aspectos como la responsabilidad, el respeto de las normas, la aceptación del “saber perder” y del atraso de las recompensas, así como la asunción de riesgos para alcanzar determinados objetivos.
El Grup d’Estudis de Psicologia de l’Esport (GEPE, Grupo de Estudios de Psicología del Deporte) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha estudiado las variables psicológicas que determinan e fairplay (“juego limpio”) y la conducta de deportividad, aspectos muy importantes de esta función educativa y socializadora del deporte infantil. El fairplay o “juego limpio” es una calidad que se puede alcanzar con el deporte infantil.
Fairplay (o “juego limpio”) y deportividad
El fairplay o “juego limpio” es una calidad que se puede alcanzar con el deporte infantil. Concretamente, el fairplay se refiere a los comportamientos particulares que se caracterizan por el principio de justicia para todos, que a su vez no pretenden conseguir una ventaja injusta sobre el adversario, ni intencionalmente ni de forma fortuita.
Basándonos en el Diccionario de ciencias del deporte, un niño jugaría con fairplay cuando se puede responder afirmativamente a las siguientes cuestiones cuando practica deporte:
Reconoce y respeta las reglas del juego o deporte.
Muestra unas relaciones correctas con el equipo adversario.
Respeta el mantenimiento de la igualdad de oportunidades y de condiciones para todas.
Rechaza el objetivo de conseguir la victoria a cualquier precio.
Muestra una actitud digna tanto en la victoria como en la derrota.
Mantiene un compromiso real de dar de sí todo lo posible.
El fairplay se puede generalizar a toda la práctica deportiva infantil y entonces hablaríamos de jugar con deportividad. La deportividad es mostrar fairplay sistemáticamente y de forma consistente en varias circunstancias de la práctica deportiva. El deporte ayuda a trasladar a otros ámbitos cotidianos esta manera positiva de afrontar la competitividad.
De hecho, un objetivo importante para muchos educadores y educadoras con un enfoque positivo es fomentar la incorporación de la deportividad al estilo personal de los niños y niñas en edad escolar. Por ejemplo, a menudo se genera competitividad en el aula en relación al rendimiento académico. Hay niñas que quieren destacar sacando las mejores notas.
Pero no todo debería valer a cualquier precio. Deberían competir con deportividad y eso quiere decir jugar con fairplay también en el aula, respetando las normas académicas, mostrando relaciones correctas y respetando la igualdad de oportunidades con los iguales en clase, rechazando las estrategias para conseguir buenas notas “a cualquier precio”, afrontando las posibles malas notas, y esforzándose al máximo en el estudio y en la actitud en el aula.
En definitiva, el deporte en edad escolar es una herramienta fundamental para incorporar el fairplay y la deportividad al estilo personal de los niños y niñas. Este estilo les puede facilitar la posible incorporación más adelante a un mundo laboral, especialmente competitivo para ellas.
¿Qué podéis hacer las familias para fomentar la deportividad y prevenir el abandono deportivo?
De acuerdo con el GEPE de la UAB, en el deporte infantil, el “triángulo deportivo” formado por el/la deportista, el entrenador/a y la madre/padre, tiene un papel muy importante. Los tres componentes son básicos para fomentar valores, actitudes positivas y fairplay. Según las y los expertos, las estrategias para lograrlo son:
Establecer una buena comunicación entre los tres elementos de este triángulo.
Conseguir una orientación educativa en la práctica deportiva.
Evitar la presión por los resultados inmediatos y el consiguiente estrés de los deportistas.
El papel de los progenitores en el deporte infantil
Muy a menudo, madres y padres suelen delegar la formación deportiva de sus hijas en un club deportivo o una escuela deportiva. Es cierto que hay muchas facilidades para establecer comunicación directa y rápida con el entrenador/a y otras madres y padres por medio de un grupo creado en alguna red social. Pero esto no quiere decir que estemos fomentando la educación deportiva de calidad, sino que a veces puede ocurrir todo lo contrario.
Por ejemplo, podemos "calentar" un partido en un grupo de WhatsApp de madres y padres compartiendo comentarios sobre el adversario y aumentando la presión sobre el resultado. A continuación, se resumen las tareas educativas de las y los responsables en el entorno familiar:
Favorecer la participación deportiva de las niños y niñas. Los progenitores deberían plantearse la práctica deportiva como una actividad extracurricular, ya que no basta con la educación física en la escuela. Seguro que tendrán que competir con la voluntad del hijo o hija para realizar otras actividades.
Ayudar a las hijas a decidir qué deporte practicar. Se trata de asesorar y proporcionar acceso a toda la información disponible para que el niño o niña pueda elegir una actividad deportiva a su alcance, pero también al alcance del entorno familiar (económica y logísticamente). Es muy importante que el hijo o la hija pueda escoger el deporte según sus preferencias, en lugar de forzarle a la práctica del deporte deseado por la familia.
Ayudar en la elección del deporte. Cada niño o niña es importante y cada niño o niña es diferente. A partir de este principio, se debe tener en cuenta, a la hora de ayudar a elegir un deporte para el hijo o hija, aspectos como las características del niño o niña como su nivel de condición física, de habilidades deportivas, de autoestima o de autoconfianza así como las características del deporte a elegir.
Facilitar la participación deportiva y la elección de un club. Cuando los hijos e hijas son pequeños, la decisión a la hora de escoger un club puede ser determinante para la historia deportiva de tus hijos. Es difícil acertar a la primera, pero la elección debería cubrir los deseos y expectativas tanto de los progenitores como de los niños y niñas.
Mostrar interés por las actividades deportivas de los hijos e hijas. La mejor prueba del interés de las madres y padres es que las hijas puedan hablar con ellos de sus experiencias deportivas, tanto positivas como negativas.
Asegurar que los niños y niñas practican deporte de una manera saludable. La educación deportiva debería formar parte de una educación más global vigente en todos los ámbitos importantes en la maduración del niño o niña deportista. En este sentido, se puede trasladar al ámbito académico y al familiar.
Ayudar en las tareas logísticas del club o escuela deportiva. Se ha comentado que es importante la implicación de madres y padres y otros miembros del entorno familiar asistiendo a competiciones y entrenamientos. Entre otras cosas, esto permitirá valorar la progresión deportiva de vuestro hijo o hija.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Los padres suelen preocuparse cuando se dan cuenta de que su hijo ha robado, se preguntan por las causas de esta acción, por el comportamiento, por la magnitud del problema, e incluso si su hijo puede convertirse en "delincuente juvenil".
Los abuelos son un pilar muy importante en las familias actuales. Además de ofrecer una ayuda muy importante, el vínculo que se crea entre abuelos y nietos es muy rico y aporta valores esenciales al pequeño.
La actitud sexista aún está muy patente entre los más jóvenes. Para prevenir actitudes discriminatorias y casos graves de maltratos en un futuro es básica la educación para la igualdad desde la primera infancia y ser un modelo positivo de conducta.
La convivencia entre diferentes culturas y el imparable avance tecnológico plantean nuevos retos a los que la sociedad debe enfrentarse. Tolerancia y respeto deberían ser los valores guía en un mundo global.
Todos los padres discuten de vez en cuando, pero en algunas ocasiones el ambiente se caldea demasiado y las cosas se ponen difíciles. Te explicamos a continuación qué efectos tienen las riñas para el niño y cómo evitar estas situaciones que no aportan ningún beneficio a nadie.
Que un niño sea burla por parte de sus compañeros puede fácilmente generar en él el hecho de sentirse acomplejado. Para evitarlo, hay que fomentar la autoestima, autonomía y seguridad en ellos, mira en este artículo cómo. Y para evitar que tu hijo se burle de otros niños es vital la educación y predicar con el ejemplo.
El narcisismo puede fácilmente desembocar en problemas mayores como la violencia, episodios de ansiedad y drogadicción. Existen sin embargo algunos consejos muy valiosos para evitar que tus hijos desarrollen una conducta narcisista. Para empezar: diles más "te quiero" en lugar de darles a entender que son "especiales".
El grito no es sólo un método de corto recorrido, sino que, además, puede tener consecuencias indeseables en el desarrollo de tus pequeños. Así que, aunque difícil, lo mejor será no levantar la voz a vuestros hijos, y para ello existen consejos concretos para lograrlo.
Si bien el deporte es una práctica muy recomendada en los niños, y la competitividad forma parte del juego, a menudo se ven sometidos a una presión desmesurada para conseguir resultados y calificaciones. ¿Qué podemos hacer para rebajarles este estrés?
Educación para la igualdad en la adolescencia es esencial para prevenir actitudes discriminatorias de género. Estudio resalta desafíos y claves para abordar el tema en el hogar.
Grabación del webinar sobre sobre gestión emocional y deporte infantojuvenil con herramientas para el desarrollo deportivo y personal de niños y niñas. Facilitado por la psicóloga deportiva Ana Merayo y la doctora Eva Ferrer de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Sant Joan de Déu.
Grabación del webinar sobre deporte y salud física femenina de niñas y adolescentes. De la mano de la Dra. Eva Ferrer, especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte y Mujer y Deporte de la Unidad de Medicina del Deporte Hospital Clínic-Hospital Sant Joan de Déu Barcelona
Grabación del webinar sobre cómo podemos fomentar la resiliencia en la adolescencia, una competencia esencial para prevenir problemas de salud mental y promover el bienestar emocional en los jóvenes; y presentación del programa Henka del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
Grabación del seminario web para conocer, de primera mano, las recomendaciones de los profesionales expertos en medicina del deporte y la psicología, así como los testimonios de pacientes y familias para los que padecer una enfermedad no les ha supuesto un impedimento para disfrutar de la práctica deportiva.
El proyecto Henka, promovido por Sant Joan de Déu y la Z Zurich Foundation organiza "Viva la Vida", un evento para todos los públicos, y en especial para los jóvenes, dedicado al bienestar emocional en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB).