Que no se queden con dudas, háblales sobre la menstruación
La llegada de la menstruación marca un antes y un después en la vida de cualquier niña. El papel de los padres es crucial, proporcionando no sólo información, sino también consejos y soporte antes de que llegue el día de la primera menstruación.
La pubertad de nuestros hijos está marcada por una serie de cambios físicos que, en el caso de las niñas, culmina con la llegada del primer período, que suele producirse entre los doce y los trece años de edad. un hecho trascendental en la vida de cualquier niña, y también de sus padres. Por eso, es importante haber informado y aconsejado a nuestras hijas antes de la llegada de la primera menstruación.
Cualquier niño debe ser consciente de los cambios que su cuerpo sufrirá durante la pubertad antes de que éstos sucedan. En el caso de las niñas, el desarrollo de los senos suele ser el primer cambio que experimentan en la pubertad, seguido del aumento de estatura y del crecimiento de pelo púbico.
Se calcula que aproximadamente dos años y medio después del inicio del desarrollo mamario llega el primer período. Si, de lo contrario, una joven no menstrua pasados los tres años después de la aparición de los primeros signos de la pubertad, o ya cumplidos los 15 años, debería ir al ginecólogo para iniciar estudio de la amenorrea (falta de menstruación).
Este procedimiento de aprendizaje del propio cuerpo comienza desde pequeños, cuando los niños ya empiezan a hacerse preguntas sobre su anatomía. Es importante que los padres sean sinceros en las respuestas, aunque la especificidad de estas deben adaptarse a la edad y al nivel de madurez del niño.
Siguiendo esta línea, es recomendable evitar hacer un discurso sobre la menstruación, sino más bien ir introduciendo el tema en diferentes conversaciones desde la infancia. Hay que intentar tratarlo como lo que es, algo natural y normal en el desarrollo de una chica, que no debería provocar un gran impacto psicológico ni ser un motivo de vergüenza cuando ocurra. Por eso, es importante que los padres den a la menstruación una connotación positiva, para que así las niñas reciban el período con positividad, y no como un impedimento que interfiere en su vida diaria.
De la misma forma, los padres deben intentar ser sinceros sobre el tema desde el principio para evitar que los niños se confundan y reciban información errónea, ya que es habitual que los compañeros de clase hablen sobre la menstruación y otros temas de salud reproductiva no siempre de forma verídica. Transmitir la información correcta sobre la menstruación es determinante. Por ejemplo, las niñas deben saber que pueden quedar embarazadas incluso antes de tener su primer período (ya que antes de la primera menstruación habrá habido una ovulación) y es responsabilidad de los padres transmitir esta información.
Por eso, es fundamental que los padres se documenten sobre el tema y sepan responder correctamente cualquier duda que puedan tener los hijos. También es importante que antes de la primera menstruación, las niñas se hayan familiarizado con los artículos de higiene íntima femenina y tengan presente cuál será el producto con el que creen que estarán más cómodos.
Si te cuesta empezar este tipo de conversaciones con tu hija, debes encontrar la forma de hablar del tema, siempre de manera natural. Por ejemplo, puedes hablar del tema cuando esté en el supermercado y paséis por el pasillo de artículos de higiene femenina, cuando veáis un anuncio en televisión sobre algún artículo relacionado con la menstruación, o introducir la conversación aprovechando una visita al médico.
Buscar libros o vídeos didácticos sobre el tema y pedir consejo al médico de familia y a los profesores de las clases de educación sexual que los niños reciben en la escuela pueden ser de gran ayuda para encontrar mecanismos con los que desarrollar y transmitir la información adecuada a los hijos.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Experiencia en partos normales, el tratamiento de los problemas maternos y fetales más complejos y raros, y la atención de todo el proceso de gestación.
No hay un momento ni edad concretos para hacer su primera visita. Sin embargo, sí debes saber en qué circunstancias es recomendable que acuda al ginecólogo.
En este artículo nos centramos en la chica adolescente que practica deporte y se proponen una serie de consejos para que la práctica deportiva sea lo más beneficiosa posible.
La decisión de llevar compresas, tampones o copas menstruales es algo que depende de cada usuaria. Explica a tu hija cómo se deben utilizar las tres opciones cuando le venga la menstruación (o “la regla”) y cómo prevenir el síndrome de shock tóxico si optara por los tampones.
Es normal que una chica se salte la menstruación o que tenga ciclos menstruales irregulares. Pero, si estas irregularidades se alargan o se asocian a otros síntomas, debe consultarse al médico.
Lo más probable es que los problemas relacionados con la menstruación no sean nada por lo que una chica deba preocuparse. Pero, si sus síntomas no le dejan hacer vida normal, no remiten a pesar de seguir los consejos de su médico o sospecha que podría padecer alguna afección, debería ir al médico.
Las menstruaciones irregulares son muy frecuentes, sobre todo en los primeros dos y tres años inmediatamente posteriores al del inicio de la menstruación.
Grabación del webinar para familias sobre aspectos importantes a tener en cuenta y dudas más comunes en torno a la menstruación en las adolescentes. De la mano de la doctora Cristina Salvador Alarcón, coordinadora asistencial de Ginecología del Área de la Mujer del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.