Habitualmente, el dolor suele alcanzar su máxima intensidad 24 horas después de iniciar el periodo y desaparece tras 2 o 3 días de sangrado. La edad más frecuente de inicio de los dolores menstruales es en torno a los 16 o 18 años, después de 2 o 4 años de la aparición de la primera regla (menarquia), coincidiendo con la aparición de los ciclos ovulatorios.
Además del dolor, ¿qué otras molestias se pueden experimentar?
El dolor menstrual, también conocido como dismenorrea, es frecuente en la adolescencia y durante los primeros años del ciclo menstrual. Las reglas dolorosas pueden causar calambres o cólicos que se localizan en la parte inferior del abdomen antes o durante la menstruación. Este dolor también puede aparecer en la espalda o las piernas y cambia de intensidad según cada persona.
Aunque el dolor en la región abdominal es el síntoma más frecuente, en algunas ocasiones, las reglas dolorosas también pueden ir acompañadas de otras molestias como:
Náuseas
Vómitos
Diarrea
Cansancio
Dolor de cabeza
Mareos
Hinchazón abdominal
Sensación de llenura
Así mismo, en caso de síntomas severos, pueden llegar a causar absentismo escolar, dificultades a nivel social y emocional, afectando al estilo de vida e interfiriendo con las actividades cotidianas.
¿Por qué duele la regla?
Durante el periodo menstrual normal, se liberan unas sustancias llamadas prostaglandinas que provocan contracciones en el útero, al igual que ocurre durante el parto, lo que puede llegar a provocar molestias o dolor. A pesar de que todas las mujeres experimentan esta fase del ciclo menstrual, algunas de ellas, especialmente las más jóvenes, lo perciben con mayor intensidad.
Lo más frecuente es que no haya una causa identificable del dolor menstrual, esto es lo que en términos médicos se denomina dismenorrea primaria.
De la misma manera, pueden existir alteraciones o enfermedades a nivel del sistema reproductor femenino que originen reglas más dolorosas de lo esperado, lo que denominamos dismenorrea secundaria.
¿Se puede prevenir el dolor menstrual?
El inicio temprano de la menstruación, un sangrado menstrual largo y abundante o la existencia de antecedentes familiares de dismenorrea son factores que pueden predisponer a padecer reglas dolorosas. No obstante, existen factores de riesgo evitables que empeoran el dolor durante la menstruación: el tabaco y el estrés.
¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?
El principal tratamiento para el dolor menstrual son los analgésicos orales que calman el dolor (ibuprofeno, naproxeno, enantyum, diclofenaco), que se pueden llegar a tomar hasta tres veces al día, durante 2 o 4 días.
Puedes ayudarte con tratamientos complementarios que sin duda aliviarán tu dolor y mejorarán tu confort menstrual:
Realizar ejercicio físico con regularidad
Aplicar calor local en la zona abdominal inferior con una manta, cojín térmico o una bolsa de agua caliente
Consumir jengibre en polvo en los primeros días del periodo (días 1 a 3)
Consumir vitamina E durante los días previos al inicio de la menstruación y continuando durante los tres primeros días de sangrado
Consumir suplementos de aceite de pescado
Acupuntura
Meditación
Aromaterapia
Musicoterapia
Masajes
Yoga
¿Cuándo debo consultar con mi ginecólogo/a?
Debes consultar con un profesional médico si presentas alguno de estos síntomas:
Si el dolor es muy intenso.
Si el dolor persiste a pesar del tratamiento con calmantes orales.
Si existen otros síntomas como: sangrados irregulares, dolor con las relaciones sexuales, fiebre o secreción vaginal purulenta.
Si existen antecedentes de enfermedades renales y/o cardíacas.
¿Es necesario usar tratamiento hormonal?
No es necesario en todos los casos, sin embargo, en la actualidad es el mejor tratamiento en caso de que el dolor no mejoré con analgésicos, cambios en los hábitos de vida y otros tratamientos complementarios.
Es importante saber que siempre se deben iniciar tras la indicación de un profesional sanitario quien hará una valoración integral previo a su uso.
El tratamiento hormonal consta en pastillas que contiene hormonas que ayudan a regular las reglas, controlar la cantidad del sangrado y aliviar el dolor.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
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