Hoy queremos hablaros de una elaboración a la que pocos podemos resistirnos... ¡las empanadas! Y es que estas llevan unos años siendo tendencia, y una muestra de ello es que cada vez encontramos más establecimientos especializados en nuestras ciudades.
Las empanadas se están globalizando como uno de los estándares culinarios representativos de ciertos países, como la pizza de Italia o el sushi de Japón. En el caso de las empanadas podríamos encontrar la representación de Argentina. De hecho, en Argentina, ¡cada provincia tiene la suya! ¡Y no estamos hablando de cuatro o cinco tipos, sino de nada menos que 23! Con diferencias entre ellas tanto en formato como en ingredientes.
En Argentina cada tipo de repunte (o forma de cerrar la masa, envolviendo su farsa) indica el tipo de relleno que hay dentro, como se muestra en la fotografía que aparece a continuación. De esta forma se sabe de qué son cada una, aunque puede variar su significado según la región. Otra forma, más moderna, de distinguirlas es con sellos sobre la propia masa, con las iniciales del establecimiento o marca que las ha elaborado.
¡Una receta con mucha historia detrás!
Lo cierto es que son de origen muy antiguo a la vez que globales. Una de las recetas más viejas que se conservan es una especie de panada rellena de pichones, encuentro escrito con caracteres cuneiformes en unas tabletas babilonias de hace cerca de 4.000 años. Pero si hablamos de nuestro territorio, encontramos panadas en los primeros recetarios medievales. E incluso, gracias a su formato ideal para llevar, también estaban presentes en las quinielas de los cátaros.
Actualmente la familia de las panadas sigue en nuestra tradición culinaria. Sobre todo hacia Poniente, las Tierras del Ebro y las Comarcas del País Valenciano, lugares donde la presencia árabe y la influencia de su cocina fue mayor. Algunos ejemplos son las panadas con carne, guisantes, pescado...; panadones rellenos de espinacas, calabaza...; pastelitos de cabello de ángel, boniato, requesón, almendra...; gorras, rubiols, cocarrois...
Con todas estas combinaciones... ¿no se te ha abierto el apetito? Pues para solucionarlo, la chef de la Fundación Alícia, Valeria Sgrignuoli, directamente desde Argentina nos descubre una receta muy especial, que la podemos realizar incluso con las sobras que tengamos en casa de pollo cocido (asado, al ast, al horno o hervido).
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Alícia es un centro que investiga productos y procesos gastronómicos; innovando y trabajando para mejorar la alimentación de las personas, poniendo especial atención a las que tienen restricciones alimentarias y otros problemas de salud.
Empezamos el otoño con una nueva receta, esta vez ¡en formato vídeo! Núria, cocinera de la Fundación Alícia, y Marc, un niño de 11 años, nos explicarán en este vídeo la importancia de comer legumbres y cómo preparar una ensalada de lentejas con verdura ¡para chuparse los dedos!
Introducir a los niños desde muy pequeños a la cocina es una buena manera para que aprendan buenos hábitos alimentarios. Para niños de entre 3 y 6 años, una sencilla brocheta de frutas es una magnífica idea para empezar.
No nos cansamos de repetir que debemos intentar comer más pescado, reduciendo a la vez el excesivo consumo de carne, y el marisco es una muy buena opción.
Con el calor, las ensaladas son una forma ideal de introducir a los más pequeños en la cocina. Te proponemos dos recetas de ensaladas ¡muy fáciles de preparar y buenísimas!