Viajar en avión con un menor: consejos para aliviar el dolor de oídos

Cuando viajamos en avión podemos tener la extraña sensación de que se nos taponan los oídos. Para los niños pequeños y los bebés, esa sensación los puede llegar a asustar. Pero, con un poco de paciencia y adoptando algunas precauciones sencillas, puedes hacer que el próximo vuelo con tu familia sea menos estresante y más cómodo para todos. 

El dolor de oídos que podemos experimentar al volar se debe a cambios en la presión en el espacio de aire ubicado detrás del tímpano. Normalmente, la trompa de Eustaquio (un conducto que va del oído medio a la parte posterior de la garganta, justo detrás de la nariz) iguala la presión del aire en el oído medio y el exterior, abriéndose y permitiendo que entre cierta cantidad de aire en el oído medio. Cuando nos «chasquean» o se nos destapan los oídos al bostezar o al tragar, nuestras trompas de Eustaquio están equilibrando la presión del aire a ambos lados del tímpano. 

Las trompas de Eustaquio de bebés y niños pequeños son más estrechas, lo que impide que desempeñen bien esta función, sobre todo si están obstruidas por mucosidades debido a una infección de oído, un resfriado o unas adenoides inflamadas o agrandadas. Si la presión no se equipara, puede provocar dolor. 

Por eso, muchos bebés lloran durante los últimos minutos del vuelo, cuando aumenta la presión del aire a medida que el avión se prepara para aterrizar. Este dolor es pasajero, no ocasiona problemas duraderos y suele desaparecer en cuestión de minutos, a medida que las trompas de Eustaquio se abren. 

¿Cómo aliviar el dolor de oídos? 

Para eliminar o disminuir el dolor de oídos cuando viajes en avión con un menor, procura que: 

• Beba abundantes líquidos descafeinados (lo mejor es el agua) durante el vuelo. Beber en abundancia es muy importante porque, al tragar, se abren las trompas de Eustaquio. Además, el aire que hay dentro de un avión es muy seco, lo que endurece las mucosidades nasales y facilita la obstrucción de las trompas de Eustaquio. 
• Tome paracetamol o ibuprofeno aproximadamente media hora antes de despegar o de aterrizar si el menor suele tener dolor de oídos cuando vuela en avión. 
• Mastique chicle o chupe un caramelo duro (solo si supera los tres años de edad).
• Succione de un biberón, un chupete o del pecho materno. Si le das el biberón, asegúrate de que está sentado y erguido mientras succiona. 
• Bostece a menudo. 
• Esté despierto durante el despegue y el aterrizaje. Cuando dormimos, no tragamos tan a menudo como cuando estamos despiertos, lo que dificulta la regulación de presión del aire en el oído medio. 
• Practique ejercicios de relajación. Los niños mayores y los adolescentes pueden practicar este tipo de ejercicios durante el despegue y el aterrizaje. 

Si la niña o el niño tiene una infección de oído, es posible que el médico te recomiende posponer el vuelo hasta que desaparezca la infección. Esto impedirá que le duelan los oídos, así como una posible rotura o perforación de tímpano. 

Si está tomando medicamentos que contienen antihistamínicos o descongestionantes, consulta al médico para saber si se los debe seguir tomando el día del vuelo. 

En algunos casos, un menor puede seguir con el dolor de oídos durante un período de tiempo más largo si sus oídos no se le «destapan». En estos casos, se les puede seguir dando medicamentos para el dolor siguiendo las instrucciones del prospecto hasta que les remita el dolor. Si el dolor continúa durante varias horas, llama al médico y sigue sus recomendaciones.