Orientaciones para las familias de los niños y niñas con autismo durante las vacaciones de Navidad
La Navidad es una época del año llena de ilusión y de sorpresas -como aspecto positivo; también son semanas de emociones intensas, modificación de las rutinas cotidianas, mayor exposición social y celebraciones junto a otras personas menos conocidas y, por lo tanto, puede haber algunos días señalados con niveles de estrés elevados para todas las familias, incluidas las que tienen hijos e hijas con autismo o trastorno del espectro del autismo (TEA).
Además, la interrupción del curso escolar, la alteración del ritmo sueño-vigilia, el aumento de estímulos sensoriales (respirar nuevos olores, bullicio y ruido del entorno, alimentos desconocidos, luces y colores, inputs táctiles…) y pasar menos tiempo en entornos conocidos, puede suponer un desafío para los niños, niñas y adolescentes con autismo.
Conocer cómo las personas con autismo comprenden las situaciones sociales y cómo procesan la información sensorial que reciben del contexto físico es fundamental para poder ayudarlas en estos días, donde las actividades del día a día se ven modificadas y suceden eventos y situaciones menos predecibles, y para algunos niños y niñas, inesperados.
La incertidumbre propia de la Navidad puede impactar de forma negativa en algunas personas con autismo, de manera que, disminuirla y explicitar lo que pasará, ayudará a que los infantes y adolescentes con autismo puedan disfrutar mejor de cada evento, si es que lo necesitan. No olvides que cada persona autista o con autismo es única.
Las orientaciones generales, no obstante, pueden ser de ayuda para la mayoría de niños y niñas con autismo y giran en torno a la importancia de disponer de una planificación previa de las celebraciones más importantes, ya sea explicando al niño o niña con autismo lo que se encontrará en las próximas horas o días, si su etapa evolutiva y/o habilidades de comunicación lo permiten, o bien hablando con los familiares y/o amigos del entorno para que tengan en cuenta las necesidades de la persona con autismo (niño, niña, adolescente o adulto).
En todo caso, conocer las fortalezas y necesidades de la persona autista o con autismo es clave para su bienestar en esta época navideña y es importante disponer de juguetes (objeto de apego, elementos de regulación sensorial, etc.), materiales (ej. cascos bloqueo de ruido, mordedores, etc.) y/o alimentos (comida favorita) que la ayuden a regularse en los momentos de mayor vulnerabilidad y estrés, que varían enormemente de una persona a otra. Por ejemplo, algunos niños pequeños con autismo necesitan llevar objetos de apego en sus manos para sentirse seguros; algunas niñas en etapa preadolescente, pueden necesitar escuchar una canción/villancico en concreto para tranquilizarse; algunos adultos necesitan poner una hora de inicio y de fin de algunas celebraciones.
Durante las vacaciones de Navidad es importante que los padres, madres y personas conocidas del entorno familiar puedan acordar los siguientes aspectos:
Reducir la estimulación sensorial y social
Trata de encontrar la mejor manera de reducir el estrés sensorial, tanto para tu hijo/hija como para ti.
Planifica con tranquilidad las fiestas y asegúrate de que en tu casa o en otros domicilios haya algún espacio que permita la relajación, la calma y donde se reduzcan los estímulos sensoriales, por si fuera necesario acudir a tranquilizarse.
Es importante regular la exposición a los estímulos ambientales y salir al espacio de la calma antes de que el niño/niña/adolescente esté alterado. En las primeras señales de malestar, puedes dirigir a tu hijo/hija a este espacio, llevando sus objetos de apego y reduciendo la exposición social, por supuesto, puedes quedarte con él/ella si así es más reconfortante.
Comunicar a tus familiares explícitamente cómo te pueden ayudar
Es posible que algunos miembros de la familia con la que compartas esta Navidad no sepan cómo actuar y/o dar apoyo a tu hijo/hija con autismo. Indícales las estrategias que pueden hacer para ayudarte (hablar bajo, no lanzarse a abrazar, dar espacio, llevar objetos del interés propio de cada niño/niña…). Es decir, desde cómo saludar a tu hijo/hija con autismo, hasta cómo jugar con él/ella mientras pasáis tiempo juntos.
Pide ayuda con las tareas logísticas cuando creas que eres tú la persona a quien necesita tu hijo/hija para tranquilizarse o estar a gusto.
Explicar a tu hijo o hija cómo será la Navidad y elabora un calendario con imágenes o pictogramas
Para aquellos niños, niñas y adolescentes que puedan comprender una explicación más o menos breve, coméntales con tiempo cuándo, dónde y con quién ocurrirán las celebraciones y cuánto tiempo durarán. La estructura genera tranquilidad, porque hace predecibles los sucesos.
Comunicar y anticipar cómo será la Navidad es clave para prevenir algunos problemas de conducta. Por ejemplo, explica dónde comeréis, con quién, cuándo se abrirán los regalos y, sobre todo, asegura tiempos cortos de interacción si el niño/niña lo necesita.
Prepara de forma visual un calendario para que podáis anticipar los días de cada festividad y las actividades más relevantes y, siempre que sea posible, incluid hábitos de autonomía y rutinas que sean identificables en el día a día (hábitos de vestido, higiene, paseos…). Puedes imprimir el calendario para así pegar fotos o dibujos de las actividades que tengáis planeadas durante las fiestas.
¿Qué regalos hacer?
Si tu hijo o hija con autismo no tiene interés en abrir los regalos o le da miedo o demasiada emoción, ya que son nuevos y desconocidos, trata de encontrar algunos de sus juguetes preferidos en otras versiones, quizás un cambio en el color o el tamaño, y proporciona el contexto de intercambio con calma y sin forzar.
A menudo, para un niño con TEA, desenvolver objetos que le resultan familiares o parecidos a sus intereses actuales puede ser muy tranquilizador. También puedes introducir algún regalo nuevo o diferente a su interés más habitual, puede ser que más adelante le llame la atención, ayúdale a saber cómo funciona o cómo se utiliza. Si es un niño/niña fascinado por la novedad, no tendrás dificultades con esta situación, pero quizás tienes que regular la cantidad de regalos y el bullicio ambiental para que tu hijo/hija se sienta a gusto.
Asignar una tarea a tu hijo o hija
Asignarles alguna tarea asumible por su nivel evolutivo puede ayudar a reducir el nivel de estrés que provoca tener gente en casa. Por ejemplo, recoger los abrigos en una habitación, colocar los zapatos de los demás o bien disponer el orden de las personas en la mesa, si estar cerca de alguien le resulta tranquilizador.
También es una buena idea explicarle las diferentes fases del evento: primero vendrán los invitados, luego nos sentaremos en la mesa, después los turrones, etc. y utilizar el apoyo visual con pictogramas u ofrecerle la oportunidad de expresar alguna petición con su sistema de comunicación aumentativa y alternativa, por ejemplo: niños y niñas con autismo y necesidades complejas de la comunicación.
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Otros consejos
- Cuando seáis vosotros los que os desplacéis a otras casas para celebrar las fiestas, llévate una bolsa o mochila con los objetos con los que tu hijo/hija encuentra consuelo y le gusta jugar; coches, peluches, libros, etc. Estos le ayudarán a regularse.
- Si a tu hijo/hija le gusta mirar fotos, puede ser una buena manera de explicarle los diferentes eventos que tendrán lugar en los próximos días. Enséñale álbumes familiares de las fiestas de otros años en los que salga él, familiares, amigos, etc. de esta manera no se sentirán tan abrumados y podría ayudarles a comprender lo que pasará si son capaces, por edad, de recordar el año pasado, o bien, es una oportunidad para compartir sus miedos, preocupaciones y/o preferencias sobre ese evento.
- La época navideña comporta muchos olores y sabores diferentes, y puede ser una oportunidad para exponer a tu hijo/hija a probar alimentos nuevos, no obstante, si la ingesta está siendo una dificultad importante para tu hijo/hija en las últimas semanas, o presenta un patrón de alimentación restrictivo, procura llevar o cocinar alimentos que le den confort y sean de su agrado, pues este tipo de celebraciones pueden generar estrés elevado y podría no ser el momento de animar a tu hijo/hija con autismo a comer una comida no agradable para él.
- Si tu hijo/hija tiene una prescripción farmacológica y el facultativo de referencia no ha orientado lo contrario, por favor, mantén la administración para que no haya interferencia en la conducta y bienestar del menor.
- Los tiempos libres, propios de la época navideña, podrían aumentar los ratos de exposición a pantallas (TV, tabletas…), en la medida de lo posible, planifica actividades que aún impliquen salir al exterior y hacer acciones físicas para que tu hijo/hija pueda liberar energía y tener un momento en el contexto exterior (calle, parque, naturaleza…). Puedes proponer actividades manipulativas, visitar algunas exposiciones de interés, mirar cuentos, etc. o cualquier otra rutina que sea de interés y no esté relacionada con el entorno digital. No obstante, ver una película o dibujos con un tiempo de inicio y final en familia, es también una buena rutina para estar juntos.
Los niños, niñas y adolescentes con autismo o trastorno del espectro del autismo (TEA) se benefician de un entorno predecible y de tiempos alternos de exposición social y de descanso junto a sus figuras de apego o familia nuclear.
Durante estas fechas navideñas, es necesario disponer de pequeñas rutinas cotidianas que nos ayuden a mantener el día a día, así como eventos que nos tranquilicen y nos ofrecen confort, especialmente tras haber participado de fiestas más multitudinarias y/o bulliciosas.
NOTA: En este artículo se reconoce tanto el lenguaje centrado en la persona (persona con autismo), como el lenguaje centrado en la identidad (persona autista), para respetar la diversidad de preferencias de la comunidad autista o de las personas con autismo y sus familias.
Escrito por:
María Díez Juan