Los marinados nos sirven como herramienta para lograr platos más sabrosos sin necesidad de agregar sal o aceite en exceso. No solo se pueden realizar en carnes, también en verduras y pescados.
Resultan interesantes para que los más pequeños prueben nuevos sabores y aromas, al mismo tiempo que pueden incentivar el consumo de aquellos ingredientes menos aceptados, como verduras o pescados. Además, al quedar el producto más blando, son ideales para aquellos que tengan problemas de masticación, como por ejemplo durante el periodo de erupción de los dientes permanentes (normalmente a los 6 años).
¿Cómo marinar?
Es super fácil, lo podemos hacer todos en casa. Consiste en sumergir o embadurnar un alimento en un líquido que puede estar formado por los siguientes grupos base:
Aceite. Priorizando el aceite de oliva virgen extra, pero también se puede dar un toque más exótico con otros tipos de aceites como el de sésamo tostado, el de aguacate…
Ácido. Vinagre, zumo de algún cítrico (mandarina, limón, lima, naranja…) o yogur.
Hierbas, especias u otros ingredientes saborizantes. Hierbas frescas o secas, especias, ralladura de cítricos, ajo, cebolla, jengibre fresco, salsa de soja u otros líquidos como la leche de vaca, bebida de coco...
Una vez seleccionados los ingredientes de cada grupo, los removemos bien en un bol hasta crear una mezcla que puede ser más o menos líquida. Seguidamente, embadurnamos o sumergimos el producto en la mezcla y dejamos reposar en la nevera.
Cuanto más pequeños sean los trozos de nuestro alimento, mayor se embadurnará y necesitaremos menos tiempo de reposo. A continuación, se detallan los tiempos aproximados:
Frutas, pescados o mariscos: unos 20 minutos, hasta un máximo 1 - 2 horas.
Verduras o sustitutos vegetales como el tofu: entre 30 minutos y 1 hora.
Carnes: entre 2 - 4 horas es suficiente, hasta un máximo 12 horas. A cuanta más fibrosidad y dureza tenga la carne, más tiempo será necesario.
Una vez transcurrido el tiempo de maceración, el alimento ya estará listo para ser cocinado según la receta. Por otro lado, si la preparación es en crudo, como los famosos ceviches de pescado o tartares de carne, será de gran importancia realizar una correcta e higiénica manipulación del alimento, y en el caso de los pescados, deberán estar previamente congelados (a -20 ºC) durante un mínimo de cinco días para evitar los anisakis.
A continuación, os proponemos una receta de pollo marinado con un toque asiático:
Brochetas de pollo al estilo asiático
Ingredientes para 2 personas
1 pechuga de pollo
1 cebolla mediana
½ pimiento rojo
½ diente de ajo picado
Zumo de medio limón
2 c.s. de salsa de soja
1 c.s. de aceite de oliva virgen extra
1 c.s. de miel
1 c.s. de semillas de sésamo
Palos de brocheta
Elaboración
Cortar la pechuga de pollo en cubos de 3 a 4 cm por cada lado aproximadamente.
Colocar en un bol la salsa de soja, la miel, el aceite de oliva, el ajo picado, el zumo de medio limón y las semillas de sésamo. Agregar el pollo, mezclar bien y dejar en la nevera durante 1 a 2 horas.
Cortar la cebolla y el pimiento del tamaño de los cubos de pollo.
Transcurrido el tiempo de maceración, escurrir los cubos de pollo del líquido y montar las brochetas intercalando las verduras y el pollo macerado.
Calentar una sartén. Agregar las brochetas y cocinar durante 3 minutos por cada lado. Servir.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
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