Introducción
Las navidades son épocas difíciles para todas aquellas personas que padecen un trastorno de la conducta
alimentaria (TCA) de cualquier tipo (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno por atracón, …) y sus familias.
Los TCA son trastornos mentales graves que afectan a la forma en que una persona come y piensa sobre la comida, ya sea a través de la restricción de la ingesta como en el caso de la anorexia nerviosa, o por el descontrol alimentario como en el caso de la bulimia nerviosa o el trastorno por atracón. Durante las fiestas navideñas, las personas que padecen TCA pueden sentirse particularmente ansiosas o estresadas debido al aumento de las reuniones familiares y sociales que giran en torno a las comidas que acostumbran a ser más copiosas, con raciones más grandes y prolongadas. Además, compartir mesa con personas que no son habituales durante el resto del año puede añadir un componente social y de presión por sentirse juzgados e incomprendidos.
Nuestro objetivo como padres es que nuestro/a hijo/a logre tener unas ingestas adecuadas; sin restricción alimentaria, atracones, ni conductas compensatorias (ejercicio físico excesivo, vómitos, restricción-ayuno, etc.).
Es importante recordar que nuestro hijo/a no escoge tener un TCA y por lo tanto no hay que culpabilizarlo, sino ayudarle y mostrarle apoyo y comprensión. La recuperación de un TCA es un proceso largo en el que hay recaídas, por eso la ayuda y el apoyo de la familia son vitales.
Especialmente durante las celebraciones navideñas existe un mayor riesgo de recaída debido al cambio de rutinas y hábitos que pueden intensificar la aparición de emociones negativas como la ansiedad, la soledad y la culpa en quienes padecen un TCA. Por este motivo hay que intentar adaptar las celebraciones navideñas de manera que la persona con TCA se sienta cómoda y segura. Ofreciendo apoyo familiar, empatía, comprensión y comunicación.
Es importante tener en cuenta que es normal que aparezcan dificultades durante las fiestas navideñas y que existen recursos y consejos que pueden ayudar a disminuir la ansiedad de enfrentarse a las comidas y reuniones navideñas de manera más positiva.
Una vez finalizada la comida
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Retirar los alimentos de la mesa si ya se ha terminado de comer.
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Centrarse en actividades no relacionadas con la comida: Hay muchas otras formas de disfrutar de las fiestas navideñas sin tener que enfocarse en la comida. Por ejemplo, puede pasar tiempo con amigos y familiares haciendo actividades divertidas como juegos, ver películas o hacer paseos.
Es importante recordar que, aunque las fiestas navideñas pueden ser un tiempo estresante para las personas con trastornos de la conducta alimentaria, hay formas de manejar el estrés y disfrutar del tiempo con amigos y familiares. Con planificación, comunicación y apoyo de la familia, es posible tener unas fiestas navideñas más relajadas y satisfactorias. Y tener presente que, si la ansiedad o los síntomas de TCA son muy intensos durante las fiestas, debe consultarse con el profesional sanitario de referencia.