Los contaminantes químicos pueden tener múltiples orígenes. Existen contaminantes de origen natural (como por ejemplo arsénico, flúor, etc.). Sin embargo, la mayoría de contaminantes provienen de la actividad humana, como por ejemplo la agricultura (nitrato, pesticidas), la industria (contaminantes sintéticos), la propia red de distribución (plomo, por ejemplo), el tratamiento de potabilización (trihalometanos, THM) y otros subproductos que derivan del proceso de desinfección), y de los productos de uso cotidiano (residuos farmacéuticos, por ejemplo). A continuación, se detallan las características de los contaminantes químicos más habituales, sus posibles riesgos en la salud, así como la situación en España y otros países.
Subproductos de la desinfección: La desinfección del agua de consumo es necesaria para inactivar patógenos y así evitar enfermedades infecciosas en la población. Los desinfectantes son sustancias altamente reactivas, que además de inactivar los microorganismos, reaccionan con la materia orgánica presente en el agua. Esta reacción genera subproductos indeseados, denominados subproductos de la desinfección. Los subproductos de la desinfección se encuentran también en las piscinas, ya que se desinfecta el agua regularmente y hay una aportación de materia orgánica por parte de los bañistas.
Nitrato: El origen del nitrato en agua está en la contaminación difusa de los campos de cultivo por el uso de fertilizantes en agricultura intensiva, y también residuos ganaderos (purines). En zonas agrícolas, el nitrato en agua subterránea es un problema muy extendido, tanto en España como en Europa y el resto del mundo.
Arsénico: El arsénico es un componente natural de la corteza terrestre. En algunas zonas del mundo, las formaciones geológicas tienen concentraciones especialmente altas, y el agua subterránea que circula por ellas contiene niveles elevados de arsénico. El arsénico está regulado y se realizan controles habituales que muestran que en España y en términos generales en Europa, los niveles de arsénico son seguros.
Fluoruro: Se trata de un contaminante de origen natural presente en algunas zonas del mundo (Etiopía y Valle del Rift, por ejemplo). En algunos países, como medida preventiva para reducir la caries y mejorar la salud dental a nivel poblacional, se aplica una baja dosis de flúor en el agua de distribución. Esta actividad ha generado un debate intenso entre defensores y detractores de la fluoración, ya que se ha sugerido que niveles bajos de flúor pueden tener un efecto adverso sobre la salud infantil, concretamente efectos neurotóxicos (OMS 2006).
Plomo: A diferencia de otros contaminantes del agua, el plomo se incorpora al agua durante la distribución hasta el punto de consumo, a través de la tuberías y soldaduras de plomo. Las cañerías de plomo han sido habituales hasta los años ochenta, y todavía están muy presentes en viviendas y edificios antiguos. El plomo es neurotóxico a dosis bajas y se transfiere de la madre al feto durante el embarazo. El periodo de desarrollo cerebral durante el embarazo y la infancia son particularmente vulnerables a los neurotóxicos como el plomo.
Cianotoxinas: Las cianotoxinas son toxinas producidas por un grupo de bacterias denominadas cianobacterias, que se desarrollan en ambientes acuáticos eutrofizados (con exceso de nutrientes, principalmente nitrato y fósforo, debido a la actividad humana). Son tóxicas para los humanos y dan lugar a alteraciones gastrointestinales, reacciones alérgicas o irritación. Las microcistinas son un tipo de cianotoxinas que están reguladas en la legislación de agua de consumo.
Contaminantes emergentes en el agua de bebida
Sustancias poli- y perfluoroalquiladas (PFAS): Se utilizan en una amplia gama de productos de consumo debido a su capacidad para repeler tanto la grasa como el agua. Los PFAS se llevan utilizando desde los años cuarenta, y actualmente se encuentran ampliamente distribuidos en el medio ambiente. Las personas podemos estar expuestas a través de algunos de los productos cotidianos que los contienen, así como a través del agua de consumo o los alimentos.
Microplásticos: Los microplásticos son un grupo de materiales sintéticos hechos de polímeros
derivados del petróleo. Son partículas sólidas de tamaño inferior a 5 mm, no son solubles en agua y tienen una capacidad de degradación muy baja. Los microplásticos pueden ser de dos tipos: primarios, es decir, fabricados específicamente en un tamaño ya micro (por ejemplo, abrasivos industriales, microesferas utilizadas en cosméticos) o secundarios, es decir, formados por la fragmentación de artículos de plástico más grandes.
Residuos farmacéuticos
Por lo general, entre el 30 y el 90 % de la dosis de un medicamento administrado por vía oral se excreta como sustancia activa en la orina de los animales y los seres humanos. Una parte importante de los medicamentos se desecha a través de los lavabos e inodoros y acaba en el medio ambiente.
Tras introducirse en el medio ambiente, los medicamentos se transforman y desplazan de un compartimento ambiental a otro (aguas superficiales y subterráneas, suelo y aire). Los medicamentos altamente liposolubles pueden además acumularse en el tejido adiposo de los animales y pasar así a la cadena alimentaria.
Agua envasada y filtros domésticos de agua
A pesar de que el agua de distribución pública es segura en la mayor parte de Europa, el consumo de agua embotellada ha aumentado en España y en todo el mundo en los últimos años. Esto en parte se debe a motivaciones subjetivas como el sabor y la percepción del riesgo frente al agua del grifo. Sin embargo, la
calidad del agua envasada es monitorizada en menor medida que el agua pública, y también puede contener trazas de contaminantes orgánicos provenientes del agua en origen y el envasado (Diduch et al. 2013).
Agua de recreación: Piscinas
La desinfección del agua en piscinas es necesaria para evitar la proliferación y transmisión de microorganismos
patógenos. El cloro es el desinfectante más utilizado, y en presencia de materia orgánica de los bañistas (orina, sudor, cabello, células, cosméticos, etc.) reacciona generando subproductos. La exposición a subproductos de la desinfección en piscinas se produce principalmente por inhalación de compuestos volátiles o en aerosoles y por absorción dérmica. Los subproductos de la desinfección volátiles incluyen los trihalometanos, y la tricloramina, entre otros.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Experta en calidad del agua y salud, con un fuerte enfoque en la evaluación de la exposición a sustancias químicas en el agua y la epidemiología ambiental.Instituto de Salud Global de Barcelona
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