Se llama sangrado menstrual abundante, también conocido como menorragia o hipermenorrea, a situaciones en las que la menstruación es muy abundante o dura mucho tiempo, más de lo normal. Es un problema de salud frecuente en las niñas adolescentes y su causa más habitual son los ciclos anovulatorios.
¿Qué es el sangrado menstrual abundante en la adolescencia?
Se llama sangrado menstrual abundante, también conocido como menorragia o hipermenorrea, a situaciones en las que la menstruación es muy abundante o dura mucho tiempo, más de lo normal.
Es un problema de salud frecuente en las niñas adolescentes y su causa más habitual son los ciclos anovulatorios. Durante la adolescencia, es habitual que en los ciclos menstruales no se produzca ovulación (situación conocida como ciclo anovulatorio), especialmente en los primeros años de tener la menstruación.
Estos ciclos pueden llevar a un desequilibrio hormonal que hace que la capa interna del útero sea más gruesa y, por lo tanto, el sangrado menstrual más abundante.
Otras causas, menos frecuentes, pueden ser:
Problema en las plaquetas o en el sistema de coagulación de la sangre que provocan que, al coagular peor, los sangrados de cualquier tipo –especialmente el menstrual– sean más abundantes.
Problemas hormonales como, por ejemplo, el síndrome de ovario poliquístico, que pueden causar irregularidades en la menstruación, incluido el sangrado abundante. Los trastornos de la glándula tiroides también pueden dar una situación parecida.
Problemas estructurales del útero (pólipos o defectos congénitos, de nacimiento).
Algunas infecciones de transmisión sexual.
Algunos medicamentos, especialmente los que afectan la coagulación de la sangre.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas incluyen:
Exceso de sangre con la menstruación, que obliga a usar más compresas o tampones de lo normal, teniendo que cambiarlos mucho más a menudo.
Duración de la menstruación superior a 7 días.
Presencia de coágulos de sangre grandes, más grandes que, por ejemplo, una moneda.
Cansancio, debilidad o palidez debido a la pérdida de sangre, que podría estar causando una anemia.
Limitación les las actividades diarias porque el sangrado es muy intenso e incómodo.
¿Cómo se diagnostica?
Científicamente, se considera que el sangrado menstrual es abundante si la pérdida de sangre menstrual supera los 80 ml por ciclo, pero es difícil medirlo de manera exacta. Existen métodos técnicos y objetivos para medir la cantidad de sangre perdida, pero no se suelen utilizar por su dificultad y por la incomodidad para las pacientes.
Por esta razón, en el diagnóstico del sangrado menstrual abundante, se utilizan criterios más sencillos como cuando:
El número de compresas o tampones es superior a lo habitual, teniendo que cambiarlos cada 1-2 horas.
Los periodos duran más de 7 días.
El sangrado afecta de manera importante en la calidad de vida de la paciente, independientemente de la cantidad de sangre que se pierda.
Para concretar estos aspectos, los profesionales a menudo utilizan cuestionarios que ayudan a las adolescentes a describir la cantidad de sangrado y cómo afecta a sus vidas.
Cuando se sospecha la existencia de un sangrado menstrual abundante, el ginecólogo puede llevar a cabo las siguientes pruebas:
Examen físico completo, para descartar otras causas importantes de sangrado.
Análisis de sangre, para determinar si hay anemia como consecuencia del sangrado, o algún problema de coagulación que lo pueda estar produciendo.
En algunos casos, puede ser útil hacer unaecografía para ver el útero y los ovarios con más claridad.
¿Cuál es su tratamiento?
El tratamiento del sangrado menstrual abundante en la adolescencia depende de cada persona, cada caso es distinto. Algunas opciones de tratamiento son:
Medicamentos como, por ejemplo, las píldoras anticonceptivas u otros medicamentos específicos que ayudan a reducir el sangrado y regular el ciclo.
Suplementos de hierro, para ayudar a prevenir o combatir la anemia.
Tratamiento de la causa cuando ésta es específica y distinta de los ciclos anovulatorios típicos de la adolescencia.
¿Qué otras cosas hay que tener en cuenta?
Si se sospecha que puede haber un sangrado menstrual abundante, es importante:
No alarmarse: la situación no suele ser grave y hay muchas maneras de ayudar a la niña. Hay métodos para conseguir que un sangrado menstrual abundante no impida disfrutar de una vida saludable y activa.
Llevar un registro y anotar la cantidad y duración de los periodos, así como cualquier otro síntoma que pueda haber.
Facilitar la comunicación con personas en quien la adolescente confíe y puedan darle buenos consejos.
Consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y valorar las opciones de tratamiento.
Cuidar la alimentación, consumiendo alimentos ricos en hierro y con pautas dietéticas que ayuden al cuerpo a recuperarse de la pérdida de sangre.
Esta información es de carácter divulgativo y no sustituye la tarea de los equipos profesionales de la salud. Si necesitas ayuda, ponte en contacto con tu profesional de referencia.
Experiencia en partos normales, el tratamiento de los problemas maternos y fetales más complejos y raros, y la atención de todo el proceso de gestación.
La llegada de la menstruación marca un antes y un después en la vida de cualquier niña. El papel de los padres es crucial para proporcionarles información, consejos y apoyo ante esta nueva etapa.
No hay un momento ni edad concretos para hacer su primera visita. Sin embargo, sí debes saber en qué circunstancias es recomendable que acuda al ginecólogo.
En este artículo nos centramos en la chica adolescente que practica deporte y se proponen una serie de consejos para que la práctica deportiva sea lo más beneficiosa posible.
La decisión de llevar compresas, tampones o copas menstruales es algo que depende de cada usuaria. Explica a tu hija cómo se deben utilizar las tres opciones cuando le venga la menstruación (o “la regla”) y cómo prevenir el síndrome de shock tóxico si optara por los tampones.
Grabación del webinar para familias sobre aspectos importantes a tener en cuenta y dudas más comunes en torno a la menstruación en las adolescentes. De la mano de la doctora Cristina Salvador Alarcón, coordinadora asistencial de Ginecología del Área de la Mujer del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.