Cómo hacer un tupper saludable

Si comemos fuera de casa todos los días es de mucha ayuda planificar los menús. Una buena herramienta para hacerlo es seguir aplicando el método del plato. Para ello debes tener en cuenta que la mitad de este debería ser verdura (alternando cruda y cocida), un cuarto del plato debería ser el carbohidrato y la cuarta parte restante la proteína. Puedes combinarlo como tú quieras.

Existen tuppers de diferentes tamaños y a veces es difícil dimensionar bien las cantidades. Un truco puede ser poner todos los ingredientes en un plato y de ahí añadirlos al tupper. También podemos separar la comida en dos recipientes. Un primero y un segundo, por ejemplo.

Si no puedes calentar el tupper antes de consumirlo, prioriza platos que se puedan consumir tanto fríos como calientes, por ejemplo, ensalada de pasta, ensalada de legumbres, hummus con verduras, bocadillos de pan integral completos, ensaladas…

Las ensaladas son una buena opción. Pueden ser un primero o pueden ser un plato único, pero para ello debemos hacerlas completas: una parte de carbohidrato (legumbre, arroz o algún otro cereal, pasta, cuscús, etc.), una parte de verdura (pueden ser verduras crudas o pueden ser salteadas por ejemplo calabacín, pimiento, setas… siempre teniendo en cuenta la temporada) y por último una parte de proteína, especialmente cuando el carbohidrato es cereal o pasta (queso, conserva de pescado, virutas de jamón, huevo, etc.). Piensa en añadirle algún ingrediente que le aporte un toque umami, unos tomates deshidratados, unas aceitunas negras, unos pistachos que le darán un toque crujiente, incluso alguna fruta de temporada. Y recuerda que, a nivel culinario, siempre será mejor llevar el aliño en un recipiente aparte y servirlo al momento.  

Ten en cuenta la seguridad alimentaria: si no dispones de nevera, evita los alimentos que puedan ser delicados en términos de seguridad alimentaria, por ejemplo, el pescado, el huevo y los derivados lácteos.